Emilio Bouza: «Hay cientos de miles de personas que podrían vacunar; eso se enseña en media hora a gente sensata»

Emilio Bouza, es uno de los microbiólogos más prestigiosos de España. Nacido en Vilalba, preside la comisión sobre covid del Colegio de Médicos de Madrid desde donde aplica su mirada firme y sensata. No se engaña sobre la gravedad de lo que pasa pero opta por un enfoque positivo.

-Hace dos meses estábamos contentos por la llegada de las vacunas y por haber doblegado la segunda ola. ¿Qué nos ha pasado?

-Esta es una epidemia no clásica y poco previsible. No hay nadie serio que haya hecho pronósticos que no admita haberse equivocado. La sociedad necesita seguir viviendo y eso implica movimiento, contacto y la gente se cansa de las limitaciones a su libertad, de modo que volvemos a caer en lo mismos pecados. Hay más casos porque ha habido más exposición.

-Así que la culpa es nuestra.

-Solo relativamente. La culpa es del virus. A partir de ahí todo lo demás hay que tomarlo con relatividad. Nuestra sociedad no es como la china, ni de obediencia ciega, ni de no contacto. China o Corea han controlado maravillosamente la epidemia, pero el resto del mundo no lo ha controlado igual.

-Es un virus muy social.

-Es un virus muy desconocido, con un comportamiento mucho más exagerado que el de otros coronavirus.

-¿Habría sido una buena idea un segundo confinamiento duro?

-No soy partidario de los confinamientos extremos. El primer confinamiento moderó mucho las cosas con los daños que todos conocemos pero no acabó con la epidemia. El confinamiento es una medida necesaria pero de efectos limitados. Es más importante mantener distancia social, mascarillas, etcétera.

-¿Hemos sido demasiado optimistas con las vacunas?

-Hay tal depresión que vale la pena un poco de optimismo. La vacuna parece lo mejor entre las soluciones potenciales que tenemos. Pendientes de que salgan fármacos orales muy eficaces contra el virus, la vacuna genera un movimiento optimista que yo suscribo. Si conseguimos altos porcentajes de población inmunizada para el verano, esto debería generar un cambio en la pandemia muy sustancial.

-Para eso hacen falta más dosis.

-Hay un problema de disponibilidad, pero si se soluciona, el tiempo de vacunar a una población de 45 millones de habitantes es un tiempo controlable y realizable. Si nos lo proponemos y ponemos en marcha la maquinaria, claro. ¿En cuanto tiempo? Desde luego ni en seis, ni en ocho meses; creo que en mucho menos.

-Hay recursos para vacunar.

-Poner una vacuna es inyectar unos mililitros de líquido en el músculo deltoides, no es un procedimiento de riesgo. Hay cientos de miles de personas que podrían vacunar; eso se enseña en media hora a gente sensata. Desde el momento en que la población se vacune, y yo creo que debería hacerse lo más simultáneamente posible, debemos empezar a ver las cosas claramente mejor.

-Se ha discutido mucho si es mejor una estrategia única o que cada comunidad despliegue la suya.

-Yo soy universalista en lugar de localista. Otra cosa es que a nivel local se ven mejor los matices.

-¿Le preocupan las variantes nuevas del virus? Se dice que podrían influir en la eficacia de las vacunas.

-Eso es especulativo, no hay pruebas. Las mutaciones de un virus preocupan siempre. Es saludable que haya un estado de preocupación, pero hay personas susceptibles a las que esta borrachera de información les genera angustia. Y hay una gran responsabilidad de los medios porque vamos a acabar con la salud mental de la población. Hemos puesto en marcha la máquina de la angustia. Eso debe de vender y ser muy beneficioso para algunos, pero es muy perjudicial para otros.

-La avalancha covid está descuidando la atención a otras patologías. ¿Le preocupa eso?

-Muchísimo. El Colegio de Médicos de Madrid se acaba de pronunciar para que no se olviden los derechos y las necesidades de otros pacientes. Una oncóloga de mi hospital me confirmaba que hay una caída del 20 % en el diagnóstico del cáncer de colon. La situación está repercutiendo en todas las patologías. Es necesario ponernos unos mecanismos para que los hospitales no dejen su rutina asistencial descuidada.

-¿Ha retratado la pandemia nuestro sistema sanitario?

-Teníamos una idea demasiado lisonjera sobre nuestra sanidad, dicho lo cual, para la demanda que ha recibido, el resultado del test de esfuerzo ha sido impresionante. Yo diría que lo ha pasado con una nota excelente, aunque haya salido con hematomas y heridas.

---

---

---