El código QR de la hostelería: obligatorio para los bares, pero en manos de los clientes

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA LUGO / LA VOZ

SOCIEDAD

El código QR en las puertas del Cook, tendrá que ser escaneado para controlar el aforo
El código QR en las puertas del Cook, tendrá que ser escaneado para controlar el aforo ALBERTO LÓPEZ

El sistema de control de aforo depende de la voluntad de los consumidores, explican los empresarios de Lugo

02 mar 2021 . Actualizado a las 11:45 h.

La desescalada trajo consigo una retahíla de nuevas medidas para la hostelería con el fin de conseguir un servicio seguro. Al control de la cantidad de personas, a la distancia interpersonal y a la limpieza se le une esta vez el uso de un código QR para controlar el aforo. La implementación de este sistema es obligatorio para los empresarios a partir de este viernes. Solo unos pocos hosteleros lucenses han colocado ya el código en sus locales y la gran mayoría se encuentra en trámites con la Xunta de Galicia.

El proceso para obtener el QR no es engorroso, como explica Nico Vázquez, responsable del restaurante Campos, uno de los pocos negocios que ya lo tiene en funcionamiento desde el sábado pasado. Los hosteleros tienen que acceder a la página de la Xunta ‘Turespazo’ con su número de licencia. Es la sede electrónica para los negocios de turismo, donde se genera el código QR que los empresarios deben pegar en su local, que también indica el aforo máximo permitido. Hasta aquí la parte obligatoria, pero el uso de este código será voluntario para los clientes.

Quien esté dispuesto a utilizarlo, debe descargar la aplicación móvil Passcovid y escanear el código para registrar su visita al local. «Por el momento no vi a nadie usarlo, pero yo tampoco tengo acceso a los datos», explica Nico. Este hostelero, uno de los primeros en poner el QR, cree que es una medida «ridícula» porque al ser voluntaria no va a ser eficiente. «Aunque te registres y te contagies, si vas a varios locales no sabes en cual de ellos fue si no utilizan el QR todos los que estaban allí», argumenta. El empresario añade que esta herramienta solo servirá para la tranquilidad de unos pocos y la potestad de echar culpas de otros.

La cafetería Cook fue otra de las que estrenó el QR impuesto por la Xunta. «Va a ser como el Radar Covid, que pierde eficiencia porque es voluntario, pero a ver si en un par de días la gente se anima», cuenta el responsable, Suso Díaz. En este local ya llevan meses empleando otra app, que además de controlar el aforo ofrece descuentos a los clientes.

El presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Lugo (APEHL), Cheché Real, explica que estos primeros días han sido «confusos» para los hosteleros, pero esperan poder dar más confianza con la aplicación porque «a medida máis importante é o aforo».

Protección de datos

Los hoteleros lucenses creen que el uso del QR no será obligatorio para los clientes por la protección de datos. La identificación de quien la utilice la podrá saber exclusivamente la Consellería de Sanidade y solo en el caso de que haya un brote. Los hosteleros no tienen acceso a ningún tipo de información.

«Encargámoslle os trámites a unha xestoría porque nunca traballamos con algo así»

Numerosos empresarios han tenido su primer contacto con el código QR forzado por la pandemia. Este sistema se empezó a usar en buena parte de los locales para que los clientes accedieran a la carta desde su teléfono y así evitar el contacto de la clásica opción de cartón. Pero también hubo quien no se adaptó a esta alternativa, así que la obligatoriedad del código QR para controlar el aforo es una novedad. En los grandes comedores de paso también se está implementando este sistema, como en la Pensión González, de Outeiro de Rei. La encargada no puede explicar con detalle la implementación del código: «Estamos pendentes de que a xestoría nos poña ao tanto porque nós nunca o usamos». Al ser la primera vez que trabajan con esta herramienta, se vieron obligados a pedir ayuda con los trámites.

En este sentido, el presidente de la APEHL, Cheché Real, quiere recordar la existencia de los clientes «no tecnológicos», que no utilizan en su día a día este tipo de herramientas: «polo menos a obrigatoriedade é só para aos empresarios, que se teñen que adaptar». Desde la pensión González llevan en trámites desde el viernes, que fue cuando recibieron un comunicado de la Xunta, el mismo que les está llegando a todos los hosteleros. Además, este fin de semana, agentes de la Policía Nacional se lo recordaron a los gerentes en los controles rutinarios.