La Agencia Europea del Medicamento (EMA) recomendó la semana pasada seguir administrando la vacuna
15 mar 2021 . Actualizado a las 16:15 h.Una mujer de 60 años que murió por problemas de coagulación sanguínea después de haber recibido la vacuna de AstraZeneza contra el covid-19 tenía «síntomas inusuales», informó la Agencia Danesa del Medicamento. Este organismo estatal menciona entre esos síntomas «una baja cantidad de plaquetas sanguíneas, coágulos en vasos sanguíneos pequeños y grandes y hemorragias».
«Fue un inusual cuadro clínico en torno a la muerte lo que nos hizo reaccionar. Se encontró otro cuadro similar en otros pocos casos en la base de datos europea de efectos secundarios. Noruega también ha descrito supuestos efectos parecidos», consta en un comunicado.
Dinamarca fue el primer país que suspendió temporalmente el pasado jueves el uso de la vacuna al detectar problemas de coagulación en varias personas y registrar una muerte. Las autoridades danesas resaltaron entonces que se trataba de una medida de precaución y que no se puede concluir todavía que haya una relación causal entre la vacuna y los trombos. A esa decisión se sumaron posteriormente Noruega. Islandia, Irlanda, Bulgaria, Países Bajos y Tailandia, mientras que otros países, como Austria, Estonia, Letonia, Lituania y Luxemburgo e Italia habían retirado días antes un lote en concreto de la vacuna al detectar casos de trombosis.
A todos esos países se ha sumado este lunes Alemania, que ha suspendido de manera preventiva el uso de la vacuna contra el coronavirus desarrollada por el laboratorio Astrazeneca, informan desde el Ministerio de Salud en Berlín. El Ministerio ha agregado que la decisión fue tomada en base a una recomendación actual del Instituto Paul Ehrlich, ente gubernamental a cargo de la aprobación de vacunas. El instituto germano ha recomendado realizar más investigaciones sobre la vacuna.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) recomendó la semana pasada seguir administrando la vacuna al considerar que «los beneficios de la vacuna siguen superando sus riesgos». El comité de seguridad (PRAC) de la EMA concluyó que, de momento, «no hay indicios de que la vacunación haya causado estas afecciones, que no se enumeran como efectos secundarios de esta vacuna», aunque ha puesto una investigación en marcha, al igual que agencias estatales de varios países europeos.
AstraZeneca asegura que no hay «ninguna evidencia» de que la vacuna cause trombos
La compañía ha emitido un comunicado en el que asegura que han realizado «una minuciosa revisión» de todos los datos de seguridad de las más de 17 millones de personas vacunadas en la Unión Europea (UE) y el Reino Unido
La compañía AstraZeneca ha hecho un llamamiento este lunes a la tranquilidad porque no hay «ninguna evidencia» de su relación con un aumento del riesgo de episodios trombóticos, «en ningún grupo de edad definido, sexo, lote o en ningún país concreto».
AstraZeneca España ha emitido un comunicado en el que indica que, hasta ahora, en la UE y el Reino Unido se han notificado 15 casos de Trombosis Venosa Profunda (TVP) y 22 de embolia pulmonar entre las más de 17 millones de personas que han recibido su preparado hasta el 8 de marzo. Esa cifra «es muy inferior a la que se esperaría que ocurriera de forma natural en una población general de este tamaño y es similar a la de otras vacunas autorizadas frente a la COVID-19», subraya el laboratorio, que informa de que el informe mensual de seguridad se hará público en la página web de la Agencia Europea del Medicamento la próxima semana. Además, la cifra fue aún más baja en el grupo vacunado en los ensayos clínicos, en los que ya el número de acontecimientos trombóticos fue pequeño, asegura AstraZeneca, antes de garantizar que «tampoco ha habido ninguna evidencia de aumento de las hemorragias en los más de 60.000 participantes incluidos».
En este sentido, la jefa médica de AstraZeneca, Ann Taylor, señala que el número de casos de coágulos sanguíneos notificados en este grupo «es inferior a los cientos de casos que cabría esperar entre la población general». «La naturaleza de la pandemia ha hecho que se preste una mayor atención a los casos individuales y estamos yendo más allá de las prácticas habituales de monitorización de la seguridad de los medicamentos autorizados al notificar los acontecimientos relacionados con la vacuna, para garantizar la seguridad pública», explica. Así, y tras realizar «una minuciosa revisión» de todos los datos de seguridad de las más de 17 millones de personas vacunadas en la Unión Europea (UE) y el Reino Unido, concluye que «no existe ninguna evidencia de un aumento del riesgo de embolia pulmonar, trombosis venosa profunda (TVP) o trombocitopenia en ningún grupo de edad definido, sexo, lote o en ningún país concreto».
Respecto a la calidad, la compañía tampoco ha confirmado problemas relacionados «con ningún lote» de su medicamento, ni en Europa ni en el resto del mundo. «Nosotros mismos y las autoridades sanitarias europeas hemos realizado, y se siguen realizando, pruebas adicionales de manera independiente, y ninguna de estas pruebas ha demostrado ser motivo de preocupación».
La farmacéutica asegura que en la producción de su vacuna, cuya administración han suspendido varios países europeos en todo o del lote sospechoso, realizan más de 60 controles, que deben «cumplir estrictos criterios de calidad»; los datos se envían a los organismos reguladores de cada país o región para que los revisen de forma independiente antes de que cualquier lote pueda ser distribuido a un país. «Siempre se antepone la seguridad de los ciudadanos. La compañía está estudiando detenidamente esta cuestión, pero las evidencias disponibles no confirman que la vacuna sea la causa. Para superar la pandemia, es importante que la gente se vacune cuando se le invite a hacerlo», zanja.