Un consorcio secuencia muestras del patógeno desde que llegó a la comunidad para estudiar cómo ha evolucionado la pandemia
11 abr 2021 . Actualizado a las 19:45 h.Hay una historia de la pandemia que nadie conoce con detalle. Es la historia que está escrita en el código genético del virus. Si se pudieran analizar el material genético de los coronavirus que han infectado a más de 130 millones de personas en el mundo, se podría escribir esa historia con absoluta precisión: quién contagió a quién, qué caminos ha seguido el patógeno, dónde han aparecido las mutaciones y cómo han viajado por el mundo... Eso es lo que, a escala gallega, está intentando el proyecto Epicovigal, un consorcio que coordina el biólogo evolutivo David Posada, catedrático de Genética de la Universidad de Vigo. «Nuestro propósito es saber cómo circula el virus en el tiempo y en el espacio, conocer qué está pasando y qué ha pasado», resume.
El proyecto trabaja en dos grandes objetivos. Uno es averiguar cómo es el virus que circuló por Galicia y los cambios que fue sufriendo desde su llegada, en marzo del año pasado, hasta ahora. El otro es saber qué pasa estos días, en los que están apareciendo nuevas variantes.
El SARS-CoV-2 que se aisló por primera vez en Wuhan hace menos de un año y medio no es el mismo SARS-CoV-2 que estos días circula por el mundo. Todos los virus generan copias de sí mismos cuando infectan un paciente y en ese proceso aparecen errores fortuitos. Son las mutaciones, pequeños cambios en el ARN que pueden tener mucha importancia o ninguna. Lo que está claro es que el virus lleva mutando desde el minuto uno. Todos los hospitales gallegos almacenan miles de muestras de los pacientes que han diagnosticado desde que empezó la pandemia. Epicovigal ya está secuenciando una parte de esas muestras, es decir, obteniendo todo el genoma del virus para identificar sus cambios.
Este campo se llama epidemiología genómica, porque estudia la difusión de una enfermedad a partir del material genético del virus. La epidemiología genómica ha permitido saber, por ejemplo, que no hubo un paciente cero en España, sino que hubo decenas de entradas del virus por distintos sitios en un período corto de tiempo, y que así comenzó la epidemia. ¿Y en Galicia? Todo apunta en esa misma dirección.
Pero quedan muchas incógnitas. «¿Cómo circuló el virus en Galicia? ¿Evolucionó a la misma velocidad con los confinamientos, por ejemplo? ¿Cuánto dejó de diversificarse cuando la mascarilla se hizo obligatoria? ¿Los confinamientos perimetrales tuvieron algún impacto en la circulación del virus?». Son algunas de las cuestiones que Posada lanza para explicar qué busca Epicovigal. Responderlas, dice, no solo tiene interés científico, sino también interés para la toma de decisiones. Ya han secuenciado unas 600 muestras históricas y con esto han empezado a rodar la película del coronavirus en Galicia.
El segundo objetivo de este proyecto es la vigilancia, como se llama al proceso para conocer qué variantes del virus circulan. Es algo que los hospitales ya hacen. Los de Vigo, Santiago y A Coruña secuencian muestras de algunos pacientes. Algunas de esas muestras las envían a Epicovigal y, además, el consorcio secuencia las de los hospitales de las otras cuatro áreas sanitarias. Es la única iniciativa que ofrece periódicamente un panorama del conjunto de la secuenciación de muestras en Galicia. El Cinbio de la Universidade de Vigo está secuenciando las muestras de estos cuatro hospitales, y está previsto que se sume el Cimus, de Santiago. También participan el Citic, de A Coruña y el Centro de Supercomputación de Galicia, y los siete hospitales.
Dentro de la vigilancia, Epicovigal está reuniendo un centenar de muestras aleatorias durante una semana al mes. En la última de febrero, el 92 % de los virus recogidos eran de la variante británica, con mutaciones que lo hacen más contagioso. En hospitales como Pontevedra y A Coruña, todas las muestras eran de esta variante. Posada avanza que pronto tendrá nuevos datos que mostrarán una tendencia todavía más acusada.
«La variante británica es dominante, pero no hay que asustarse, es normal»
«La variante británica ha llegado y se ha hecho dominante -analiza David Posada-, pero no hay que alarmarse, esto es un proceso normal en la evolución de cualquier organismo». ¿Esa variante, conocida como B.1.1.7, podría ser desplazada por otra? Según el biólogo evolutivo, es difícil saberlo. Solo una aún más contagiosa podría ganarle terreno, y ahora mismo no se conoce ninguna que lo sea. Otra cosa será cuando toda la población esté inmunizada: «Ahí puede aparecer una variante de escape de la vacuna [la sudafricana y la brasileña podrían serlo], pero es un juego difícil de predecir».