
La humorista y presentadora relató en «Cuarto Milenio» que cuando Antonio fue diagnosticado de cáncer una amiga le dijo que lo que tenía «venía de África»
07 jun 2021 . Actualizado a las 21:28 h.Paz Padilla acudió ayer a Cuarto Milenio para hablar sobre su libro, El humor de mi vida. Allí confesó un aterrador episodio que le había ocurrido al poco de enfermar su marido Antonio de cáncer.
«Recuerdo que nos contaste que Jesús Calleja te había llevado de viaje hasta Benín y allí habías adquirido una muñeca vudú…», le preguntaba Carmen Porter.
«A Jesús Calleja no le gustó que el cámara y yo quisiéramos traernos una muñeca de vudú, no quería que jugásemos con esas cosas, pero yo solo lo veía como un trozo de trapo. En Madrid lo puse en un altar con otras figuras como la virgen del Carmen, la mano de Fátima o el ojo turco... Pero cuando a Antonio le llegó la enfermedad una amiga mía le echó las cartas y me dijo que lo que le pasaba venía de África, que si no tendría yo en mi casa algo de África…», desveló Paz Padilla.
«La muñeca era un hombre y una mujer atados con un tridente y me decían 'eso es el demonio'», añade.
«Me dieron indicaciones de cómo debía limpiar las cosas de la casa, con agua, vinagre y sal, lo rocié todo», explicó la humorista. «Te juro que lo que te cuento es verdad, quemé a la muñeca en un barreño y vino un tornado de viento que hizo que las cenizas de la muñeca empezaran a girar y salieran volando», añadía.
Paz Padilla aseguró que su empleada de hogar, que es africana, le había advertido que «no le gustaba nada la muñeca». «No sé si es verdad o no, porque al final Antonio murió, pero yo qué sé si yo solo sé que no sé nada», reflexionaba Paz.
En la entrevista aseguró que «hay que dar visibilidad a los paliativos, no hay que tenerle tanto miedo a la muerte, hay que vivir el aquí y el ahora, lo único importante en esta vida es el amor». «Necesitaba respuestas porque me he hecho muchas preguntas. Y he descubierto muchos temas y uno de ellos es la neurolingüística. Es muy importante la palabra amor, es tan fácil decir 'te quiero', y la otra persona reacciona positivamente», añadía.
«Con Antonio descubrí que lo que tenemos que trabajar en esta vida es el desapego, lo que importa es que todo en la vida me da exactamente igual», añadía Paz Padilla.
Paz Padilla recordó cómo le dieron el diagnóstico de Antonio. «Te voy a dar supervivencia», recordó que le había dicho la oncóloga a su marido. «El enfermo sufre mucho cambios emocionales, rabia, ira, miedo...y tienes que saber ayudarlo. Los médicos tienen que ayudarte a prepararte para morir», relató.
«Amo a Antonio con locura y lo voy a amar toda mi vida, porque tuve la suerte de conocerle, de convivir con él. Eso me hace no hundirme en la angustia, todos estamos en el camino. Yo no voy a ser una desgraciada, voy a ser feliz», aseguró.
«La muerte de mi madre me preparó para la muerte de Antonio, pero cuanto antes entendamos que es un proceso natural, mejor», recordó.
