Francisco Aramburu, jefe de Urgencias del CHUO: «No sé si queremos verbenas o niños en la uci por covid»

María Cobas Vázquez
María Cobas OURENSE / LA VOZ

SOCIEDAD

Santi M. Amil

Las patologías respiratorias ya suponen el 20 % de los casos que llegan a diario al servicio de Urgencias del CHUO

17 jul 2021 . Actualizado a las 08:21 h.

En marzo, el jefe de Urgencias del CHUO, Francisco Aramburu, aventuraba una cuarta ola para Semana Santa y una quinta para septiembre. Llegó antes. Con dos meses de adelanto sobre la fecha que esperaba el médico especialista, el área sanitaria de Ourense tiene una incidencia acumulada que supera los 400 casos por 100.000 habitantes (a partir de 250 es riesgo extremo) a 14 días, y los 300 a 7, lo que indica que la tendencia ascendente se mantendrá durante varios días más. Aramburu recalcula sus previsiones y dice que en agosto espera una «olaza, porque creo que vamos a ir a más». Y anuncia una sexta para otoño.

No habla en base a premociones. Se basa en lo que ve en el servicio de Urgencias. Están atendiendo una media de 250 pacientes diarios. El jueves, 45 llegaron con patologías respiratorias. «Es casi el 20 %; y al llegar al 25 % es cuando según el baremo de la Consellería de Sanidade se considera que es una situación crítica», señala Aramburu. Desde el servicio han tenido que volver a desdoblar las salas de espera para pacientes, lo que obligó a suprimir (como ya se hizo en olas anteriores) la destinada a los acompañantes, que ahora tienen que aguardar en la calle, para poder separar a los casos confirmados de los sospechosos.

De los 45 pacientes con patologías respiratorias que llegaron a Urgencias el jueves, 25 dieron positivo en coronavirus y, de estos, 5 acabaron ingresando en el hospital ourensano. «Estamos viendo franjas de edades muy jóvenes», añade Aramburu. El porcentaje de ingresados todavía es bajo, pero toca esperar antes de cantar victoria. Los casos están subiendo desde que comenzó el mes, y la explosión se produjo hace poco más de una semana. «Temblamos a partir del séptimo día de que se diagnostiquen los casos, porque es cuando se detecta la gravedad», señala. Así que la previsión es que, a medida que suben los casos, aumenten los ingresos.

Aramburu es tajante: «La explosión de casos es debido al ocio nocturno y a la relajación en el uso de la mascarilla, que fue un error». Y tira de retranca para evidenciar sus palabras: «No es que el virus haga una selección natural y ahora haya decidido infectar a los jóvenes... Es que la gente joven no está haciendo las cosas bien. No tienen conciencia social, han relajado las medidas y se ha producido un desmadre». Defiende cerrar de nuevo el ocio nocturno, al menos hasta que haya conseguido la inmunidad de rebaño, que sitúa en el 90 % de la población vacunada y no en el 70 %. «Como no se pare esto, los jóvenes van a sufrir mucho. Y las familias. Los infectados están en la edad de salir, de 16 para arriba; pero habrá que elegir aunque sea impopular, y hay que ver si queremos niños en la uci o verbenas», añade Aramburu.

Cree que pedir una PCR negativa no es suficiente, y que sería preciso apostar por reclamar la pauta de vacunación completa para poder acceder a pubs y discotecas. Y recuperar la obligatoriedad de usar mascarilla siempre.

«La vacuna está funcionando, salvo en casos de enfermedades crónicas, que dan casos más leves; pero es dramático ver a pacientes muy jóvenes con neumonías bilaterales, con insuficiencia respiratoria importante y que necesitan ventilación», añade. Porque eso está pasando. Y cita el caso de una mujer de 39 años que ingresó el miércoles por Urgencias y el jueves tuvo que ser trasladada a la uci. No tiene patologías previas. Y aún así la enfermedad le está mostrando su peor cara. «Ahora se ve que influyen factores genéticos», dice, en que el virus afecte más a unas personas que a otras, en especial cuando se trata de pacientes jóvenes sin patologías previas.

Saturan urgencias por un PCR

Aramburu alerta de otro problema que están viendo en Urgencias. Al servicio llegan estos días muchos pacientes con sospecha de coronavirus que no tienen síntomas o los que tienen son muy leves. Eso está llevando a sobresaturar el servicio. «Sigue viniendo mucha patología común y banal, entre el 35 % y el 40 % de los pacientes; y si sumamos a los jóvenes que vienen pidiendo una PCR... Eso nos trastoca la atención, porque, además, siguen viniendo los pacientes graves que sí tienen que venir, porque sigue habiendo ictus o infartos», remarca Aramburu. Apela a la responsabilidad para no saturar Urgencias. «Si una persona intuye que es positiva en coronavirus debe acudir a atención primaria, hacerse el cribado en la farmacia, comprar el test de antígenos... hay muchas maneras de hacerse la prueba sin venir a Urgencias».