España ya tiene cinco millones de dosis disponibles para inyectar
23 ago 2021 . Actualizado a las 10:38 h.El efecto de las vacaciones de verano y la baja adherencia de determinados grupos de población hacen que la campaña de vacunación contra el covid-19 empiece a mostrar síntomas de agotamiento en varias comunidades españolas que han bajado significativamente el porcentaje de dosis administradas respecto a las recibidas.
Aunque la media del conjunto de España está en el 92,4 %, según los datos del viernes, fecha del último informe publicado por el Ministerio de Sanidad, hay cuatro comunidades: Baleares, Canarias, Cataluña y Madrid, además de las dos ciudades autónomas, que no llegan siquiera al 90 %, cuando Asturias ha conseguido administrar todo lo que le llega, Extremadura está muy cerca (99,9 %) y Galicia va justo después con el 98,9 % de las vacunas recibidas ya inoculadas.
La consecuencia más directa, a la espera de que se actualicen hoy los datos del fin de semana, es que España tiene en las neveras cinco millones de dosis de las distintas vacunas listas para administrar. Algunas son ya difícilmente aprovechables por las comunidades y en su mayor parte acabarán donadas a terceros países, porque casi 280.000 de ellas pertenecen a la compañía AstraZeneca, cuando su uso está prácticamente limitado a las personas que ya recibieron la primera dosis de este preparado, porque no está recomendada para los grupos de población más jóvenes que son los que ahora centran la vacunación.
Resulta bastante más llamativo que las comunidades hayan acumulado 740.000 unidades de Janssen, cuando apenas se recibieron en total 2,6 millones y solo se han utilizado el 72 %. Sobre todo llama la atención con las expectativas que había puestas en este preparado, el único de una sola dosis de los aprobados hasta la fecha, que prometía revolucionar la campaña de inmunización.
Condenada
Los ataques que han sufrido las vacunas basadas en adenovirus, por su relación con casos graves pero extremadamente raros de trombosis, acabaron por condenar a Janssen. Más que nada porque, al contrario que con AstraZeneca, cuando empezó a llegar a España las personas de las edades a las que se les podía aplicar ya habían recibido al menos la primera dosis en su gran mayoría. De ahí que las comunidades las utilizaran sobre todo para repescas y cobertura de colectivos difíciles de alcanzar, como los marineros de altura o las personas en riesgo de exclusión social.
Sin embargo, y al margen de estos casos concretos, aún quedan casi un millón de Moderna y algo más de tres de Pfizer que deberían llegar para que en los próximos días el grueso de las comunidades alcancen el 70 % de su población vacunada con la pauta completa.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ya animó en el último consejo interterritorial a los responsables autonómicos a que sigan habilitando puntos de vacunación sin cita previa para recuperar el ritmo y darle el último impulso que necesita la campaña para alcanzar al máximo número de personas posibles, particularmente a las que, por un motivo u otro, no acudieron en el momento que les tocaba.
Canarias saca las «vacuguagas» a la calle y Madrid insiste con turnos para noctámbulos
Sin llegar a regalar coches o marihuana como en Estados Unidos, más de la mitad de las comunidades buscan ya fórmulas distintas para incrementar sus cifras de vacunados. Navarra le deja elegir otra vacuna a los que rechazaron AstraZeneca, Andalucía pincha a pie de playa a sus ciudadanos desplazados por vacaciones y cada día son más las autonomías que reciben sin cita a todos los mayores de 12 y que acortan el plazo inicial de seis meses para inocularle su dosis a los que ya pasaron el covid. Sin embargo, hay incluso iniciativas más curiosas, como las vacuguagas en Canarias, dos autobuses turísticos que recorren Tenerife y Las Palmas para administrar vacunas. Madrid, por su parte, abre toda la noche el Palacio de Deportes y el Hospital Zendal para, entre los dos, no llegar siquiera a las 3.000 dosis.