Un documental destapa a los seguidores de la premisa que expone esta película, creyentes convencidos de que la vida es tan solo una simulación
28 ago 2021 . Actualizado a las 10:00 h.Nunca una película caló tanto en el imaginario colectivo como Matrix, el filme de las hermanas Wachowski que partía de la premisa de que la vida no era más que una simulación, establecida anodinamente para controlar a la raza humana.
La trama de ciencia-ficción, que contó con numerosas secuelas y se erige como largometraje de culto en el género, también dio lugar a un enorme movimiento de adeptos a esa teoría, que trasladaron la historia de la ficción a lo real.
De ahí parte la «teoría de la simulación», la corriente del pensamiento que explora la cinta documental A glitch in the Matrix (Un fallo en Matrix), el último documental del estadounidense Rodney Ascher, estrenado en Sundance y proyectado esta semana en el Festival de Karlovy Vary. Con este trabajo, el director estadounidense no tiene como objetivo demostrar que vivimos en una simulación, sino entender mejor los motivos de las personas que sí creen que lo hacemos.
Una teoría conspiratoria
Los seguidores de esta corriente consideran que, al igual que el protagonista del filme, han escogido «ver la realidad» por encima de continuar con la ensoñación de la vida cotidiana. Cuando Ascher descubrió esta teoría, tuvo claro que esta temática sería «el siguiente capítulo perfecto» en su serie de proyectos documentales dedicados a explicar «los límites borrosos entre la realidad y la ficción», según relató el propio director. Previamente el estadounidense ya había dirigido Room 237, sobre teorías de aficionados de El Resplandor, y The Nightmare, centrado en la parálisis del sueño.