El país vecino reabrirá discotecas, dejará de pedir el certificado covid para entrar en restaurantes y alojarse en hoteles, y permitirá a los niños estar sin mascarillas en los recreos
24 sep 2021 . Actualizado a las 17:43 h.«Hemos entrado en una fase que se basa fundamentalmente en la responsabilidad individual de todos y cada uno de nosotros. No debemos olvidar que la pandemia no ha terminado y que, aunque está controlado, el riesgo permanece ahí». Así, animado por el avance de la vacunación, defendió el primer ministro de Portugal, António Costa, la tercera fase de la desescalada del país vecino que, a partir del próximo 1 de octubre, cuando se espera que esté ya inmunizada con dos dosis el 85 % de la población, aliviará sus restricciones para ir recuperando, poco a poco, la vida normal.
Reabrirán bares y restaurantes sin aforos limitados ni horarios restringidos. También recuperarán todo su espacio los comercios y el certificado covid dejará de ser obligatorio para acceder a la hostelería o para alojarse en hoteles y pisos turísticos. Sí seguirá siendo imprescindible para entrar y salir del país, vía aérea o marítima, en las visitas a las residencias de mayores y a los hospitales, donde se recupera la presencia de familiares para acompañar a los enfermos, y en grandes eventos culturales y deportivos. Tampoco habrá límites de asistentes en bodas y bautizos.
La mascarilla, cuyo uso es ya optativo al aire libre, sobrevivirá un tiempo más en transportes públicos, residencias de mayores, hospitales, en las salas de espectáculos y en grandes superficies comerciales, pero desaparecerá de los recreos de los colegios. La Dirección General de Salud sigue, además, atenta a la situación para emitir un nuevo paquete de medidas más laxas todavía en los próximos días.
El primer ministro evitó concretar si Portugal es partidario de una tercera dosis de la vacuna contra el covid, limitándose a asegurar que el país está preparado para atender las recomendaciones que la próxima semana emitirá la Agencia Europea del Medicamento sobre el tema. No obstante, insistió en que al sur del Miño cuentan con vacunas suficientes para un eventual refuerzo y que, por el momento, mantendrá abiertos los centros de vacunación que se han utilizado hasta ahora.
Insistió Costa en hacer un llamamiento a la responsabilidad individual para combatir la pandemia, ya que, tal y como recordó, la inyección no asegura la total inmunidad y «toda la población con menos de 12 años no está vacunada». «Somos un país turístico», explicó Costa, y «el riesgo no desaparece».
Desde que estalló la pandemia, Portugal ha registrado más de un millón de contagios y 17.938 fallecidos. A día de hoy permanecen ingresadas por coronavirus 412 personas, de las que 75 se encuentran en cuidados intensivos.