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La Guardia Civil interviene en la boda de Anabel Pantoja y Omar Sánchez en La Graciosa

MARTIN BASTOS

SOCIEDAD

TELECINCO

El Seprona obligó a levantar la carpa donde iban a cenar los invitados, debido a que la isla canaria es zona protegida y los novios no había solicitado ningún permiso

02 oct 2021 . Actualizado a las 22:25 h.

La sobrina de Isabel Pantoja le ha dado por fin el sí quiero a Omar Sánchez, pero hasta el último minuto la ceremonia ha estado pendiendo de un hilo. Si el fallecimiento de doña Ana trastocó todos los planes hasta que su nieta decidió seguir con el enlace —con la ausencia significativa de Kiko Rivera, su mujer, Irene Rosales, y sus hijas—, ayer se vivieron momentos tensos unas horas antes de la ceremonia en La Graciosa. El Seprona (Servicio de Protección a la Naturaleza) obligó a la organización a retirar la carpa donde se iba a realizar la exclusiva porque la isla canaria es una zona protegida y los novios no habían solicitado permisos para colocar dicha carpa. Así que al descubierto, las cámaras filtraron los movimientos de los invitados, todos vestidos de blanco, que acompañaron a Anabel y a Omar en su boda en la playa.

La novia, con el pelo suelto y más parecida a su tía que nunca, lució un diseño de aire bohemio en el que destacaban los hombros al aire y un generoso escote corazón en un ceñido corpiño, unas mangas acampanadas y una tela semitransparente bordada a mano con motivos florales y calado de red. Acompañada de Albertito, el hijo de su prima Isa Pi, que sí asistió a la ceremonia y le dedicó unas emotivas palabras, la novia hizo la entrada al ritmo de la canción I Will Always Love You, un tema de Whitney Houston, que es una de sus cantantes favoritas.

Tras la ceremonia, los recién casados y los asistentes se desplazaron hasta Pedro Barba, donde tuvo lugar la cena y por supuesto una gran fiesta flamenca en la que Anabel se cambió de vestido. Allí no faltaron guiños a la familia Pantoja, y en ella participaron especialmente Susana Molina, Belén Esteban y Amor Romeira. Susana Molina no ha tenido mucha suerte en el amor en los últimos años y, tras su mediática ruptura en La isla de las tentaciones, la murciana parece haber encontrado de nuevo la estabilidad. Por ese motivo, y tras la cena, la novia quiso entregarle el ramo de flores que habían preparado para ella sus compañeros de Sálvame. En la fiesta, a golpe de micrófono, Isa Pantoja y Anabel se arrancaron a cantar juntas el mítico Así fue de la tonadillera. Pero si hubo alguien que destacó como animadora oficial de la noche fue Belén Esteban. Con el micrófono en la mano, la de Paracuellos trató de animar a los invitados para que no decayera en ningún momento la juerga, algo que, a juzgar por los vídeos publicados en sus redes, funcionó de maravilla. Hubo muchas risas y baile. Anabel, por fin, se ha casado.