La Fundación Amancio Ortega financiará diez equipos de protonterapia en España, uno de ellos en Galicia
SOCIEDAD
La entidad firma un acuerdo con la sanidad pública para donar 280 millones de euros para la adquisición de los equipos, con lo que, en palabras de Pedro Sánchez, España «da un paso de gigante» en el tratamiento del cáncer. Para el vicepresidente segundo de la fundación, «ofrece una alternativa de curación del cáncer, en buena parte a niños. Podremos salvar cientos de vidas»
19 oct 2021 . Actualizado a las 18:18 h.Galicia contará con uno de los diez equipos de protonterapia que se instalarán a lo largo de los próximos meses por toda España. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibió este martes en el Palacio de la Moncloa a Flora Pérez Marcote, vicepresidenta primera de la Fundación Amancio Ortega, y a José Arnau Sierra, vicepresidente segundo, para firmar un convenio mediante el que la fundación presidida por el empresario gallego se compromete con el Ministerio de Sanidad a financiar con 280 millones de euros la adquisición de una decena de equipos de radiación de protones.
La protonterapia es una técnica de vanguardia en la lucha contra el cáncer menos agresiva que la radioterapia, ya que a diferencia de esta, que emplea fotones y electrones a través de rayos X, se sirve de protones, de ahí su nombre. Estos tienen mayor capacidad de penetración y actúan con más exactitud sobre las células afectadas. Una especie de «misiles de precisión», como se les llama en el argot médico, que permiten que la radiación se concentre en las zonas afectadas, ya que los haces no continúan radiando una vez que llegan a su objetivo, y por lo tanto, afectan en menor medida a los tejidos sanos.
Hasta la fecha, en España solo se aplica esta técnica en dos centros de salud madrileños, ambos de carácter privado. La protonterapia está especialmente indicada para pacientes con tumores muy específicos, fundamentalmente los localizados en zonas especialmente sensibles, así como para buena parte de los pacientes pediátricos, para intentar afectar lo menos posible a unos órganos que todavía puedan estar en desarrollo.
El equipo que se instalará en Galicia será ubicado en la provincia de A Coruña, según avanzó Sánchez, aunque desde Sanidade todavía no pueden confirmar si en la ciudad herculina o en Santiago. La distribución de los restantes nueve equipos será la siguiente. Dos en Andalucía (uno en Sevilla y otro en Málaga), otros dos en Madrid, dos más en Cataluña (Barcelona), uno en la Comunidad Valenciana, otro en el País Vasco (Vizcaya) y el último en Canarias.
Tal y como afirmó el jefe del Ejecutivo, para su distribución se han tenido en cuenta fundamentalmente tres criterios: la existencia de profesionales en las zonas que tengan formación para trabajar con estos equipos, el tamaño de la población y la accesibilidad geográfica. El Gobierno adelantará los fondos para la adquisición de la maquinaria con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, un dinero que será reembolsado en su integridad por la Fundación Amancio Ortega.
Sánchez, que celebró la firma del acuerdo de colaboración, agradeció «de todo corazón» a la Fundación Amancio Ortega su mecenazgo, asegurando que se trata de una iniciativa que «será muy bien valorada» por la ciudadanía, al tratarse de un tratamiento «que mejora la calidad de vida de miles y miles de compatriotas». En palabras del presidente, España da «un paso de gigante» que le permitirá ponerse «al mismo nivel» que Alemania en este tratamiento.
Por otra parte, el presidente recordó que la colaboración de la Fundación Amancio Ortega y el Sistema Nacional de Salud ya «viene de lejos», con la donación de otros 300 millones de euros para la adquisición de 450 equipos de diagnóstico y de tratamientos contra el cáncer.
En representación de la Fundación Amancio Ortega, Flora Pérez Marcote fue la encargada de firmar el convenio. Quien tomó la palabra fue su vicepresidente segundo, José Arnau Sierra, que destacó el compromiso con la salud de la fundación, «una iniciativa personal» del fundador de Inditex, y que reivindicó la sanidad pública como «uno de los pilares del estado de bienestar», y como «una de las mejores del mundo», pero que, debido a los «elevados costes de adquisición» de los equipos más punteros, existen cuestiones donde no siempre llega. «Elegimos la lucha contra el cáncer por tratarse de una dolencia que afecta de una manera u otra a la mayoría de las familias», detalló el vicepresidente de la fundación. Mediante este proyecto, la sanidad pública podrá «ofrecer una alternativa de curación del cáncer, en buena parte a niños. Podremos salvar cientos de vidas», concluyó.