Los últimos informes de Sanidad alertan del incremento de la transmisión del virus que se traducirá en breve en un repunte
20 oct 2021 . Actualizado a las 15:53 h.Los últimos informes internos del Ministerio de Sanidad ya no dejan lugar a dudas: el retroceso de la quinta ola del covid-19 no solo ha tocado suelo, sino que buena parte de España ya está en riesgo de sufrir repuntes.
Las estadísticas publicadas en las últimas horas por el Instituto de Salud Carlos II (ISCII) revelan que a nivel nacional la pandemia está técnicamente al borde de la expansión, ya que el denominado número de reproducción básico instantáneo (Rt), el número promedio de casos secundarios que cada sujeto infectado puede llegar a contagiar, se sitúa ya en 0,95, muy cerca del 1 que marca el listón en el que se considera que una pandemia está en fase de «ensanchamiento» o «agrandamiento».
Los últimos datos del ISCIII, que son referidos al 11 de octubre, subrayan que la quinta ola, según la Rt, habría tocado su techo a nivel nacional el pasado 30 de junio cuando alcanzó 1,72. Luego comenzó a bajar hasta que el 2 de septiembre tocó suelo con 0,77. Fue un descenso vigoroso pero no tan fuerte como el conseguido tras el confinamiento de la primavera de 2020, en el que el Rt logró caer hasta el 0,61 el 9 de mayo del año pasado, o tras la tercera ola, la de las Navidades de 2020, cuando el número de reproducción descendió hasta 0,71 el 12 de febrero de 2021.
Aunque España todavía se encuentra a las puertas de entrar en esa nueva fase expansiva del virus que podría ser la antesala de una sexta ola, lo cierto es que según los últimos datos del Carlos III, al menos seis comunidades ya habrían pasado ese listón pandémico al haber superado o alcanzado el 1 de Rt a fecha del 11 de octubre. O lo que es lo mismo, que cada nuevo infectado de esos territorios contagia ya a su vez a más de una persona. Se trata de Asturias (1,29), País Vasco (1,1), Castilla y León (1,09), Navarra (1,04), Murcia (1,01) y la Comunidad Valenciana (1).
Otras seis autonomías rozan ya ese listón, al situarse menos de una décima por debajo del Rt 1. Son Andalucía (0,98), La Rioja (0,98), Extremadura (0,97), Madrid (0,94), Canarias (0,91) y Castilla-La Mancha (0,9).
Estos últimos datos del Carlos III sobre el Rt avalan la tesis de los expertos del Ministerio de Sanidad que desde hace varios días vienen advirtiendo que la ralentización en el retroceso de la quinta ola podría desembocar en breve en un repunte. De hecho, el pasado miércoles 13 de octubre la positividad (el porcentaje de pruebas positivas sobre el total de pruebas realizadas y uno de los indicadores que con más precisión anticipan tendencias) repuntó después de 75 días ininterrumpidos de continuas bajadas. Desde entonces y, aunque con oscilaciones, la positividad mantiene una tendencia a la alza.
Algo parecido está ocurriendo con el otro gran indicador que se mira muy de cerca en el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias (CCAES) para predecir la evolución de la pandemia, la incidencia acumulada (IA) a 7 días. Este parámetro lleva algunas jornadas ya rondando la mitad de la IA a 14 días, lo que apunta a que, al menos, la quinta ola ya ha dejado de perder espacio.
En cualquier caso, que el repliegue del virus ya estaba perdiendo todo el fuelle ya lo dejó también claro la propia incidencia acumulada la pasada semana. El viernes de la pasada semana la IA a 14 días repuntó por primera vez (de 40,52 a 40,85) desde que el martes 27 de julio tocara el techo de la quinta ola con 701 casos cada 100.000 habitantes. Y desde entones la IA mantiene una tendencia errática.
Con este panorama, nadie en el CCAES se atreve a vaticinar con seguridad si el aumento de transmisión del virus va a desencadenar una nueva ola o si, por el contrario, esta vez no habrá un rebote de envergadura suficiente para desatar esa nueva embestida.
El pasado de 8 de octubre, el director del CCAES, Fernando Simón, apuntó que ve «realmente complicado que haya una sexta ola rápida». «Cualquier ola que vaya a venir previsiblemente sería más pequeña y más lenta», aseguró antes de conocer, no obstante, los nuevos datos del Carlos III.
«Puede haber más olas», llegó a admitir, pero insistió en que cualquiera de estas «sería más pequeña y más lenta». «No sabemos lo que va a pasar, pero las previsiones serían que, en caso que hubiera alguna ola, se restringiría a los grupos de no vacunados, con algún caso entre vacunados», vaticinó, al tiempo que aseguró que el impacto asistencial y hospitalario sería «muy inferior a lo que hemos conocido» y con un tamaño de onda «mucho menor a lo que estamos acostumbrados».