Ramiro Larragán, director de Márketing de Honor para España: «La desvinculación de Honor y Huawei es positivamente radical»
SOCIEDAD
La firma celebró su puesta de largo en Madrid y presentó el nuevo smartphone Honor 50
15 nov 2021 . Actualizado a las 22:00 h.El evento de Honor en Madrid fue «una especie de ceremonia de puesta de largo de la marca en España, de presentación de la nueva orientación para este mercado y el lanzamiento del primer producto en esta etapa, el smartphone Honor 50», explica Ramiro Larragán (Madrid, 1961), director de Márketing para España.
—¿Honor es la nueva Huawei?
—No. Honor se lanzó dentro de Huawei en el 2013, en China y orientada al mercado on-line y joven, fundamentalmente en gama de entrada. Y a partir del 2017 empezó a exportarse a distintos países, en España entró a finales de ese año, siempre como una segunda marca de Huawei. El 17 de noviembre del 2020 se constituye la nueva compañía, que parte de la compra de Honor a Huawei por un consorcio chino. Compramos la marca, todo el I+D, el diseño y la tecnología. Ahora mismo, Honor en España es una especie de start-up sobrealimentada. Tiene el tema de la tecnología bien resuelto y no tiene que pedir fondos, con lo cual estamos en la gloria. Pero no tiene nada que ver con Huawei, es positivamente independiente de Huawei.
—Pablo Wang era el director de Huawei en España y ahora es el vicepresidente de Honor en Europa, y usted era el director de Márketing de Huawei y ahora ocupa el mismo cargo en Honor. ¿Cómo se puede interpretar esto?
—La realidad es que si tienes que montar una compañía a toda mecha, la mina más inmediata de recursos es la que mejor conoces. Tiene más que ver con esto que con una voluntad de traspasar a personal de Huawei a Honor.
—¿La marca tiene su sede en Shenzhen?
—Shenzhen es una ciudad de 26 millones de habitantes, ahí caben muchas sedes centrales de muchas compañías. Es la capital del Silicon Valley chino, por lo que muchas compañías tecnológicas tienen su base allí.
—¿Cuál es la presencia de Honor en el mundo?
—Desde noviembre del 2017 hasta hoy hemos construido una compañía que tiene algo más de 10.000 empleados, de los cuales más de 5.000 son del área de I+D; tiene 30.000 puntos de venta en todo el mundo y 180 millones de usuarios.
—¿Qué cuota de mercado tiene en España?
—En este momento, irrelevante. Cero.
—¿La nueva Honor se dirige a algún público en concreto?
—No, su estructura de producto en el mercado de smartphones se va a dividir en tres gamas y van dirigidas a todo el público en general. Como marca, nos dirigimos a todo el mercado.
—¿Este terminal se enfoca a la gama premium?
—No, este primer terminal aporta tecnología de gama alta o súper alta a un precio de gama media o media alta.
—¿Qué importancia tiene la asociación con Qualcomm?
—Es nuestro principal proveedor de procesadores. Es sobresaliente, porque es uno de los ser o no ser en este mercado. El Honor 50 lleva un Snapdragon 778g, es un procesador de última generación.
—¿Va a desarrollar Honor sus chips propios? Huawei lo hizo tras el bloqueo de EE.UU. y también Apple y Google han hecho lo mismo.
—En esta etapa no.
—¿Qué software llevarán los nuevos dispositivos móviles de Honor?
—El sistema operativo va a ser Android con la capa de GMS (Google Mobile Services).
—¿Cómo les ha afectado la crisis de los microchips?
—Nosotros tenemos garantizado el suministro de los procesadores que necesitamos para dar servicio a Europa en el corto plazo. Espero que de aquí a que transcurra ese tiempo se solucione el tema. Por eso es tan esencial para nosotros la alianza con Qualcomm. Esa crisis afecta a todas las marcas, no solo a Honor.
—¿Cuál va a ser la tecnología de referencia de este nuevo terminal?
—La cualidad más sobresaliente y distintiva es la grabación y edición de vídeo. Hemos dado un paso más allá de la cámara de fotografía. En términos de producto, la cámara es lo que marca la diferencia, la batalla que todos los fabricantes quieren ganar. Es un terreno que ha evolucionado increíblemente desde el 2016, cuando se empezaron a lanzar cámara múltiples con funciones asociadas para cada cámara. Ahí se dio un salto cuántico en la calidad de la fotografía y todavía hay margen para seguir progresando. La cámara sigue siendo un elemento diferencial importante y nosotros hemos heredado en nuestro ADN tecnológico bastantes buenas capacidades en ese territorio.
—¿Honor va a abrir tiendas propias?
—A corto plazo no. Ahora mismo estamos cerrando acuerdos para comprar y vender: para comprar a los proveedores de tecnología en todo el mundo y para vender a los distribuidores de tecnología en España, tanto en el canal on-line como off-line, tanto operadores como en open market. Somos una marca multicanal.
—Ahora mismo fabrican móviles, portátiles, relojes inteligentes, auriculares y «wearables». ¿Van a diversificar esta cartera de productos, como ha hecho por ejemplo Xiaomi?
—Intentaremos operar en todos los mercados de tecnología más competitivos, vamos a hacerlo: PC, wearables, audio…
—¿Se van a asociar con algún nombre mítico, como hizo Huawei con Leica?
—Que yo sepa, ahora mismo no hay nada.
—¿Qué pasará si el contencioso que tiene Huawei en EE.UU. se resuelve y vuelve a tener autorización para incluir los GMS? Se convertirá en competidor de Honor.
—Naturalmente, y en los mercados que no están afectados por el veto somos competidores de Huawei directamente. Por ejemplo, en España ya competimos en los mercados de PC, de wearables, en audio… En smartphones y tabletas no, por la situación que tiene Huawei. La desvinculación de Honor y Huawei es positivamente radical.