Hungría endurece sus restricciones a las puertas de una cuarta ola

Gabriela Consuegra
Gabriela Consuegra REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

El ejército húngaro lleva vacunas al Hospital Central de Budapest, en foto de archivo
El ejército húngaro lleva vacunas al Hospital Central de Budapest, en foto de archivo POOL | REUTERS

La mortalidad ha aumentado un 178 % en las últimas dos semanas y el ejército húngaro ya ayuda en los hospitales

03 nov 2021 . Actualizado a las 13:29 h.

El repunte de casos de coronavirus que azota a Hungría desde la mitad del mes de octubre ha obligado a la administración de Viktor Orbán a hacer un giro de timón inesperado: endurecer restricciones. Es un cambio brusco con respecto a la gestión de la pandemia que se ha hecho hasta el momento, caracterizada por su pasividad, y es también un evidencia irrefutable de lo preocupante que resulta la evolución epidemiológica del virus en el país, que registró 2.545 nuevos contagios y 73 muertes en la última jornada.

Los cambios comenzaron hace aproximadamente una semana, cuando se anunció la intención de reintroducir el uso obligatorio de la mascarilla en el transporte público a partir del 1 de noviembre. También se decidió imponer una prohibición para evitar visitas en los hospitales a nivel nacional (una medida que ya habían implementado varios centros de salud para intentar limitar el riesgo de exposición a la enfermedad), así como otorgar a los empleadores el derecho a exigir la vacunación contra el covid-19 como condición previa para poder acceder a un empleo [el país tiene un índice de vacunación del 58,7 %].

«Mirando hacia atrás en las últimas tres semanas de datos, vemos que el aumento en el número de casos ha establecido una trayectoria nueva y más rápida con una tasa de duplicación de alrededor de 7,5 días», aseguró Gábor Vattay, epidemiólogo y jefe del Departamento de Física de Sistemas Complejos de la Universidad de Budapest (ELTE) al diario Népszava. «Con un retraso de una semana, las muertes se han puesto al día y ahora se están duplicando a un ritmo de 7,5 días. El aumento en el número de personas hospitalizadas también ha sido similar», concluyó el experto.

Los datos advierten que la cuarta ola está ganando impulso en Hungría. Mientras que el número de nuevas infecciones diarias se situó en 679 el 1 de octubre, al cierre del mes, la cifra ascendió a 4.041. Lo mismo sucede con la presión asistencial. El número de pacientes hospitalizados a principios del mes pasado era de 533 personas, de las cuales 84 se encontraban en cuidados intensivos. A finales de octubre, ya eran 2.130 los pacientes hospitalizados en planta y 230 de ellos se encontraban en estado crítico. Según los datos publicados por el gobierno húngaro, en solo tres días el número de pacientes hospitalizados aumentó a 3.172 y ya son 350 en cuidados intensivos. 

Por eso, unos 300 soldados húngaros refuerzan el dispositivo anticovid en 93 hospitales húngaros desde este martes. Así lo ha decidido el gobierno, que se enfrenta a una incidencia de 357 casos por 100.000 en siete días, la más alta desde finales de abril. Además, según cifras de Our World in Data, la mortalidad ha aumentado un 178 % en las últimas dos semanas. 

Lo peor es que se espera que la situación continúe empeorando, ya que las medidas de la administración húngara podrían resultar insuficientes. Es la opinión de Vattay, que advierte que a principios de la semana siguiente, del 8 al 10 de noviembre, los datos serán muy alarmantes. A mediados de mes, asegura que el país alcanzará los 4.000 hospitalizaciones y las 90 muertes diarias. Augura que entonces se tomarán medidas definitivas, pero que ya no tendrán un impacto significativo en el control de la ola. En el peor escenario, para el 22 de noviembre, el número de pacientes hospitalizados será de alrededor de 8.000 y la tasa de mortalidad diaria será de alrededor de 150-180.

Béla Merkely, cardiólogo y rector de la Universidad de Semmelweis, informó durante una intervención en los medios públicos húngaros el fin de semana que la gran mayoría de los pacientes que han requerido cuidados intensivos no estaban vacunados. En la misma línea, Gábor Zacher, médico del departamento de emergencias del Hospital Hatvan, dijo que, entre los ingresados ??en los servicios de urgencias, había entre siete y ocho pacientes sin vacunar por cada uno vacunado, y una proporción similar en los pacientes críticos.