Indignación en Polonia por la muerte de una embarazada a la que se le negó el aborto

Javier Becerra
J. Becerra REDACCIÓN

SOCIEDAD

Según la abogada de la víctima, de 30 años, en el hospital le negaron esa posibilidad mientras todavía latiera el corazón del feto, que no podía sobrevivir

08 jun 2023 . Actualizado a las 15:33 h.

Aunque la vida de Izabela estaba claramente en riesgo, los médicos que atendían su parto el pasado 22 de septiembre se negaron a practicarle el aborto hasta que el corazón del feto dejase de latir. Es lo que indica la abogada de la víctima, fallecida por un shock séptico poco después de que se lo extrajeran por cesárea. Ocurrió en el hospital de Pszczyna, en el sur de Polonia. Los médicos habían indicado antes de la intervención que el feto no podía sobrevivir, al presentar graves anomalías y haberse perdido todo el líquido amniótico. Pero, aún así, optaron por no recurrir al aborto de la madre antes de certificar la muerte.

Este hecho, que se dio a conocer la semana pasada, ha provocado una oleada de indignación en Polonia, en donde la cuestión del aborto tiene totalmente dividida a la sociedad. En enero de este año el gobierno del partido Ley y Justicia (PiS) lo prohibió en los casos de malformación de feto, reduciendo los supuestos permitidos a violaciones, incestos y riesgo de la vida de la madre. El caso de Izabela podría haberse derivado por este último supuesto, pero al entrar en juego las malformaciones los médicos optaron por esperar. Con la nueva reforma legislativa podrían terminar en el cárcel.

El sábado se echaron a la calle miles de personas en 78 marchas convocadas por todo el país. En Varsovia partió desde el Tribunal Constitucional, que con una sentencia del 22 de octubre del 2020 abrió la puerta al veto del aborto por malformación al considerarlo «una forma prohibida de discriminación». Entonces, también se produjeron múltiples protestas, que denunciaban que esa medida suponía la prohibición casi total del aborto en Polonia. Pero no sirvieron de nada. Meses después no solo se materializaba en la ley la citada sentencia, sino que el fundador del PiS manifestaba abiertamente que quería restringir aún más el aborto. Lograr la prohibición total en el país, incluso en los casos de violación e incesto, planea en al ambiente.

En la manifestación de este fin de semana se podían leer pancartas como «podría estar viva» o «derechos de las mujeres, derechos humanos», «asesinos», «su corazón seguía latiendo» y «no nos callarán». A ella se sumaron figuras de la política como el alcalde de Varsovia Rafal Trzaskowski y el jefe del partido opositor Plataforma Cívica y expresidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. En declaraciones recogidas por Efe, dijo: «Un médico que quiera salvar la vida de una mujer tiene que preguntarse si el señor Ziobro le meterá en la cárcel». Ziobro es el actual ministro de Justicia.

Entre una parte de la sociedad polaca existe la creencia de que la ideología que actualmente rige Polonia genera una presión que va más allá de lo que permite y prohíbe la ley. En una entrevista en Euronews Dorota Loboda, concejala de Varsovia que también se sumó a las protestas, lo explicaba: «Aunque en teoría los médicos podían interrumpir el embarazo porque ponía en peligro la vida de la madre, tenían miedo y esperaron a que el feto muriera de forma natural. Si hubieran actuado antes, esta mujer estaría viva».

«No tenían otra opción»

En la emisora TVN24, la madre de Izabela, Barbara reveló que su hija le había mandando un mensaje de texto a través de su móvil antes de morir. En él le decía «que esperarían hasta que muera el bebé porque no tenían otra opción». En un comunicado el hospital no ofreció más detalles, limitándose a señalar que los médicos hicieron todo lo que pudieron para salvar ambas vidas. «La evaluación del estatus legal con respecto a la permisividad de la interrupción del embarazo es un asunto aparte. Solo hay que destacar que todas las decisiones médicas se tomaron teniendo en cuenta las disposiciones legales vigentes en Polonia», reflejaba.

Por su parte, el gobierno lleva insistiendo estos días que nada tiene que ver en lo sucedido, achacándolo a un error médico que no guarda relación con las leyes aprobadas. En ese sentido, la oficina del fiscal regional de Katowice abrió una investigación del caso. El Ministerio de Sanidad, por su parte, ha ordenado una auditoría para determinar si el hospital cometió una negligencia.