El Parlamento de Alemania da luz verde a nuevas medidas para evitar unas «Navidades terribles» por el coronavirus

Juan Carlos Barrena BERLÍN / COLPISA

SOCIEDAD

Un paciente, en la unidad de cuidados intensivos de un hospital de Munich
Un paciente, en la unidad de cuidados intensivos de un hospital de Munich AYHAN UYANIK | reuters

Los contagios se desbocan en el país, con más de 53.000 nuevos positivos en 24 horas y 200 muertos. El sistema sanitario empieza a trasladar a pacientes al extranjero ante el incremento de la presión hospitalaria. El Parlamento aprueba en coalición un nuevo marco legal para combatir la pandemia que obligará a la vacunación obligatoria de los sanitarios, mientras que la comisión de vacunación recomienda la tercera dosis para mayores de 18 años

19 nov 2021 . Actualizado a las 12:42 h.

La cámara alta del Parlamento alemán (Bundesrat) ha dado luz verde a la nueva regulación contra la pandemia. La ley fue elaborado por la futura coalición de gobierno que aspira a liderar el socialdemócrata Olaf Scholz junto a verdes y liberales. Contempla medidas como la obligación de presentar el certificado covid o un test negativo en el entorno laboral y el transporte público, así como la recomendación expresa de practicar el teletrabajo, ahí donde sea posible.

El nuevo marco legal superó la ratificación pese a las críticas del grupo conservador, que ayer la rechazó en el Bundestag (cámara baja) y que había amenazado incluso con bloquearla en la cámara de representación territorial. 

Esta regulación sustituirá a la llamada situación epidémica de alcance nacional, que expirará el 25 de noviembre. A juicio de los conservadores, debería haberse aprobado una prórroga de alcance nacional. De hecho, la propia canciller, Angela Merkel, expresó este jueves sus recelos ante la nueva ley y consideró que debería haber incluido otro catálogo de medidas.

El cambio más importante del nuevo marco es que permite a los länder introducir restricciones sin la aprobación de los parlamentos, ya que la futura coalición de gobierno considera que los poderes regionales están suficientemente facultados para implementar las medidas a seguir.

La cifra de contagios de coronavirus en Alemania ha alcanzado este viernes 53.000 nuevos casos que se suman a la cifra récord absoluta de 65.371 nuevas infecciones que se registró este jueves. Hace exactamente una semana batía por primera vez el límite de las 50.000. El Instituto Robert Koch (RKI), responsable de coordinar la lucha contra la enfermedad en este país, anunció también un nuevo máximo para la incidencia del virus, que se eleva a 7 días a 336,9 casos por cada 100.000 habitantes. El índice de ingresados en hospitales, parámetro decisivo para aumentar las restricciones, aumentó a 5,15 personas por cada 100.000 habitantes en una semana. El nivel más alto se alcanzó las Navidades pasadas con 15,5 casos. En toda Alemania se registraron en la última jornada 264 fallecimientos por la enfermedad. Hace una semana eran 235 y desde el comienzo de la epidemia han muerto 95.538 personas en Alemania como consecuencia de una infección de covid-19.

«Nos dirigimos hacia una situación crítica. Vamos a vivir realmente unas Navidades terribles si no damos ahora un golpe de timón», advirtió el presidente del RKI, Lothar Wieler, añadiendo que la cifra de nuevas infecciones supera con seguridad los registros oficiales. «Son el doble o el triple» mayores, afirmó en declaraciones televisivas. Destacó que el índice de fallecimientos es del 0,8 % de los contagios, lo que quiere decir que en las próximas semanas, a la vista de las últimas cifras, van a morir en Alemania más de 400 personas diarias. «Y eso no hay quien lo cambie», dijo, reconociendo que nunca hasta ahora habían estado tan preocupados por la situación de los hospitales desde el comienzo de la pandemia.

El virólogo alemán señaló que el número de paciente graves de covid-19 aumenta constantemente, lo que hace que para pacientes con un derrame o con otra enfermedad grave haya que buscar hasta dos horas una cama libre en cuidados intensivos en algunas regiones. «La atención hospitalaria ya no se atiene a las normas en algunos estados federados», añadió Wieler. Y la situación, avisó, todavía se agravará más.

«Los pronósticos son súper funestos. Son realmente funestos», subrayó el especialista, para el que Alemania «se encuentra en una situación de emergencia y, quien no lo vea, comete un grave error». Wieler afirmó que su instituto advirtió hace semanas de lo que está sucediendo ahora y propuso entonces medidas para evitarlo. La cuarta ola superará todo lo conocido hasta ahora si no se toman medidas «restrictivas para la población» y no se incrementa con fuerza la tasa de vacunación, agregó el presidente del RKI. Esta última no alcanza aún el 70 % de la población, una de las más bajas de Europa occidental, junto a las de Austria y Suiza. Curiosamente son los países de habla alemana los que tienen las cifras de inmunización más bajas.

Wieler acusó a los políticos de cometer graves errores y omisiones. «Hemos abierto demasiado rápido demasiadas áreas», criticó el experto, quien exige que «clubes y bares, auténticos focos de contagios, vuelvan a cerrar» y se suspendan los grandes eventos culturales y deportivos. Además, se mostró partidario de marginar a los no inmunizados. «No debemos dar a aquellos que no se quieren vacunar la oportunidad de eludir la vacuna, por ejemplo a cambio de realizar test», señaló el presidente del RKI, partidario de incluir a las farmacias en una campaña para acelerar el proceso de inmunización de los habitantes de este país.

Con este panorama, los presidentes de los estados de Alemania acordaron este jueves con el Gobierno central introducir restricciones para la vida pública para las personas que no se hayan vacunado. Fuentes presentes en la reunión, citadas por la agencia de noticias DPA, confirman que solo se podrá acceder a espacios públicos de ocio, cultura o deporte si uno tiene la pauta completa o si ya ha pasado la infección. Estas restricciones entrarán en vigor cuando la tasa de hospitalizaciones a causa de la enfermedad alcance el número 3, es decir, cuando haya tres personas hospitalizadas por una causa relacionada con el covid por 100.000 habitantes en la última semana. Si la tasa superara el número 6, será además indispensable presentar una prueba diagnóstica negativa. Los niños menores de 18 años -la gran mayoría de los no vacunados en Alemania- están exentos de cumplir con las limitaciones.

Traslado de hospitalizados al extranjero

El sistema sanitario alemán empezó este jueves a trasladar ya a algunos pacientes al extranjero ante el aumento de la presión hospitalaria. Según datos de la Asociación Interdisciplinar de Medicina Intensiva (DIVI), publicados este jueves, en 100 de 400 distritos solo hay una cama libre y hay 50 distritos que ya no tienen camas libres en cuidados intensivos. Aunque la cifra total de pacientes en la uci, 3.400, es menor que la que las de los momentos más álgidos de la segunda y tercera ola -con 5.700 y 5.100 pacientes respectivamente- la escasez de personal ha hecho que bajen las capacidades de las ucis y que haya menos camas disponible que hace un año.

La situación es especialmente dramática en Baviera (al sur de Alemania) y Baden-Württenberg (al suroeste). Eso ha provocado que la semana pasada dos pacientes tuvieran que ser trasladados en helicóptero de Múnich a Bolzano, en el norte de Italia, según informó el director del hospital de Freising, Rainald Kaube.

«Los servicios sanitarios están saturados, operaciones necesarias tienen que aplazarse, la incidencia crece y cada día se anuncian cifras récord de contagios», confirmaron en un comunicado conjunto la Cruz Roja de Baviera y otras organizaciones. El presidente de la Cruz Roja bávara, Theo Zellner, advirtió que la situación actual es más grave que la de diciembre del 2020. «La actual saturación de las ucis y los servicios de urgencia, en buena parte a causa de pacientes no vacunados, hacen la situación claramente más dramática. Hay enfermos graves y de urgencia que tienen que ser trasladados a hospitales que están a horas de distancia», explicó.

Nuevo marco legal y vacuna obligatoria para sanitarios

Alemania impondrá la vacuna obligatoria a los profesionales de sectores «sensibles», como personal médico o en contacto con personas vulnerables, como los trabajadores de las residencias, y restringirá el acceso a la vida pública a los no vacunados cuando se superen ciertos niveles de incidencia y hospitalizaciones.

La canciller saliente, Angela Merkel, anunció un amplio paquete de medidas junto a su probable sucesor, el socialdemocrata Olaf Scholz, tras reunirse con los líderes regionales y ante la alarma por los sucesivos récords de incidencia, que este jueves subió a 336,9 contagios en siete días por 100.000 habitantes.

«Estamos en una situación muy seria», afirmó Merkel, tras admitir que «es absolutamente necesario actuar» para detener el aumento exponencial de infecciones y advertir de que todo ello no sería preciso «si la laguna de vacunaciones no fuera tan grande», en alusión a la baja tasa de ciudadanos inmunizados.

La tasa de hospitalizaciones en siete días se sitúa en 5,15 por 100.000 habitantes y la de ciudadanos con la pauta completa de vacunación está en el 67,7 %, de los niveles más bajos en Europa occidental. En España, por ejemplo, es del 80 %.

La implementación de estas medidas corresponderá a los poderes regionales, entre los cuales, indicó el primer ministro del populoso land de Renania del Norte-Westfalia, Hendrik?Wüst, hay consenso en la necesidad de adoptar «medidas más drásticas».

El conjunto de los estados federados han pedido al Gobierno central la implantación de la vacuna obligatoria para profesionales que trabajen y estén en contacto con personas vulnerables, sean enfermos o ancianos.

Hasta ahora, el Ejecutivo saliente de Merkel había mantenido que la vacuna sería voluntaria. Por lo tanto, ahora deberá elaborar el correspondiente proyecto de ley para que pueda implantarse esta medida, algo que podría ocurrir hacia diciembre.

El plan acordado entre el Gobierno federal, el saliente y el futuro, y los poderes regionales contempla además una serie de restricciones graduales, a escala territorial pero con parámetros comunes,para quienes no estén vacunados.

El primer nivel, cuando la tasa de hospitalizaciones supere el nivel 3, como ya ocurre en parte del país, implicará que solo vacunados o sanados podrán acceder a bares, restaurantes y otros espacios públicos cerrados. A partir del nivel 6 se requerirá a estos que, además, presenten un test negativo y, de cruzarse el umbral del nivel 9, se pasará a medidas más drásticas, incluido cierre parcial de la vida pública.

Merkel admitió que «habría deseado un catálogo más amplio», en alusión al proyecto de ley aprobado este jueves por el Bundestag (Parlamento federal), redactado por el futuro Gobierno de Scholz con verdes y liberales y que contempla medidas como la obligación de presentar el certificado covid o un test del día en el ámbito laboral, así como una recomendación de teletrabajo.

«Estamos en una situación algo insólita. Pero no importa que sea el Gobierno en funciones o el que se está formando. Tenemos que actuar rápido ante una evolución dramática», zanjó la canciller, en la primera reunión con los länder con asistencia de Scholz, quien se espera se someta a su sesión de investidura como canciller en torno al 6 de diciembre

Tercera dosis, recomendada para todos los mayores de 18 años

La Comisión Permanente de Vacunación (Stiko) de Alemania recomendó este jueves la dosis de refuerzo de la vacuna contra el covid a todos los mayores de 18 años, pasados seis meses de la segunda dosis. Hasta ahora, la Stiko solo recomendaba el tercer pinchazo a los mayores de 70 años, personas con inmunidad reducida y personal sanitario, aunque estaba previsto que se ampliase la sugerencia al resto de la población.

El jefe de la Comisión, Thomas Mertens, adelantó este martes en declaraciones a la cadena pública ZDF que este miércoles el organismo tomaría una decisión preliminar al respecto, aunque esta aún debe ser refrendada por los grupos de trabajo regionales. La nueva recomendación está en sintonía con el punto de vista del ministro de Sanidad en funciones, Jens Spahn, que lleva semanas llamando a la población a pedir cita para recibir una tercera dosis.