José Tubío, investigador contra el cáncer: «Me encantan los desafíos»

SOCIEDAD

José Tubío, investigador en el CiMUS de Santiago de Compostela
José Tubío, investigador en el CiMUS de Santiago de Compostela Sandra Alonso

Uno de los científicos más punteros de Galicia se enorgullece de competir con los más avanzados en su área desde «esta esquinita de Europa»

10 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Simpático y dicharachero, nadie diría que es uno de los investigadores más importantes de Galicia. Con varias publicaciones en las revistas científicas más relevantes, José Tubío (Santiago, 1978) sabe que la financiación de la que disfruta no durará siempre, así que aprovecha para apretarle las clavijas al cáncer.

—Ya dejó de ser precario.

—No solo eso. La semana pasada aprobé la oposición y ya soy profesor universitario. Ya tengo un contrato indefinido, que hasta ahora no lo tenía.

—Hay que darle la enhorabuena.

—Bueno, no sabía que me hacía ilusión hasta que lo conseguí. El único problema es que hay que dedicar horas a la docencia y yo estoy más volcado en la investigación. Es la eterna lucha.

—Mucha gente en muchos sitios investiga mucho contra el cáncer. ¿Cómo vamos?

—Vamos ganando. Somos capaces de curar más del 55 % de todos los tumores. En algunos tipos de cáncer, no. Perdemos. Como en el caso del cáncer de páncreas. Bien por prevención, diagnóstico temprano o de tratamientos, somos capaces de ganarle a muchos tipos de cáncer. Lo deseable sería que antes de 10 años fuéramos capaces de curar el 70 % Para eso hay que duplicar el presupuesto de investigación, que es algo que no se está haciendo.

—¿Se podrá curar del todo?

—Yo creo que no. En algún tipo de cáncer, quizás, pero es que hay muchos tipos de cáncer y cada tumor es distinto y evoluciona de forma diferente. Lo ideal sería que lo consigamos cronificar.

—Usted ha dado bastantes vueltas por ahí, pero siempre mostró su interés por volver a Galicia.

—Yo he conocido investigadores de todo el mundo y los que somos del sur de Europa, estamos más apegados a nuestra tierra. Y si nos vamos a formar fuera es porque aquí no tenemos los recursos, así que la cuestión de volver nos toca vivirla a nosotros porque salimos por necesidad.

—Seguro que alguna vez pensó que tendría más carrera si se quedaba en el extranjero.

—A mí me encantan los desafíos. En mi tribunal de tesis puse a los personajes más complicados que encontré. Debe ser que me gusta el dolor, pero eso me ha hecho progresar muchísimo. Y esto es un desafío muy atractivo: conseguir triunfar desde la esquinita de Europa. Uno es dueño de su vida hasta cierto punto y hay que buscar un equilibrio. Yo he tenido la oportunidad de volver a Galicia y lo hago con mucho gusto, porque aquí está mi familia. Quiero hacer ciencia importante desde Galicia y hasta ahora lo estoy consiguiendo. Aunque sé que esta burbuja, en algún momento, se va a romper.

—¿Qué quiere decir?

—Yo, para investigar a este nivel, necesito 300.000 euros al año. Con lo que nos da el ministerio no lo consigo, tengo que buscar financiación en Europa. De momento, la estoy consiguiendo, pero también sé que se puede acabar. Espero que sea más tarde que temprano pero, mientras, rivalizamos con los más importantes del mundo en mi área de conocimiento.

—Usted que es aficionado a la ciencia ficción, ¿cree que en la genética está la llave, por ejemplo, de la inmortalidad?

—La vida eterna no la vamos a conseguir, pero sí que se puede extender. Pero fíjese, lo que nos ha hecho vivir más años no han sido cosas como el estudio de la genética, sino otras como lavarnos las manos. Estaríamos más cerca de vivir más años si pudiéramos retocar nuestros órganos, sustituirlos por otros cuando estuvieran mal. Lo que será complicado de cambiar será el cerebro.

PILAR CANICOBA

—Ya se habla de volcar la conciencia de un individuo en un ordenador.

—Todo esto me recuerda a Julio Verne. Hay muchos descubrimientos científicos que yo nunca hubiera imaginado. No es descabellado pensar que esas cosas que comenta puedan pasar. Esto generará otros problemas, porque en el mundo ya somos demasiados.

—Tiene unos gemelos pequeños. ¿Qué tal se da en esa faceta?

—Tienen 4 años y ahora mismo están en una etapa fabulosa y espero disfrutarla durante mucho tiempo.

—¿Es verdad que en el cuarto de baño tiene ejemplares de «Nature» y «Science»?

—Ja, ja. Es falso. Hubo un tiempo que a lo mejor, alguno había. Pero ahora mismo no. La ciencia y la investigación forman parte de mi vida. No tengo esas revistas en el baño, pero sí que ando con un portátil por ahí. Ser investigador no es solo una profesión, es una forma de ser.

—Dentro de 100 años, ¿qué le gustaría que dijera de usted la Wikipedia? Proyecte una ambición.

—Yo he cumplido mis ambiciones. Tenía dos: publicar en las grandes revistas científicas y la segunda, ser profesor universitario. Así que me gustaría prosperar un poco más a nivel académico y que mi grupo de investigación siguiera trabajando al nivel que lo hace hoy día. Esto no lo pondrá la Wikipedia, pero ojalá pusiera un día que nos dieron el Nobel, ja, ja. En serio, lo que me gustaría que pusiera es que hicimos algo que ayudó a mucha gente.

—¿Celta o Dépor?

—Siempre he sido más del Dépor, porque conocí a aquella generación del Superdépor.

—¿Que tal en la cocina?

—De maravilla. Cuando estaba en Cambridge era capaz de cocinar durante dos semanas platos distintos sin repetirme para la comida y para la cena. Tengo un repertorio muy amplio. Aunque no es cocina de alta gama. Veía mucho Karlos Arguiñano de pequeño.

—Dígame algunas palabras que le definan.

—Soy muy meticuloso con lo que hago. Creo que soy innovador, tengo muchas ideas, soy muy creativo. Y también soy un poco romántico en la forma de ver la vida.

—Un lugar en el que esté muy a gusto.

—En la playa de Parameáns, en Esteiro. Cuando estaba en Inglaterra y volvía, siempre iba a esa playa. Me da mucha tranquilidad.

—Dígame una canción.

—La muiñeira de Chantada. Me la ponía siempre en el avión cuando estábamos a punto e aterrizar. Hay una versión buenísima de Carlos Núñez con los Chieftains.

—¿Lo más importante en la vida?

—La salud.