Esta temporada sí habrá influenza A, un virus que el año pasado desapareció
26 dic 2021 . Actualizado a las 21:38 h.El invierno pasado, cuando la incidencia del coronavirus empezaba a crecer peligrosamente, la comunidad médica temía el impacto que podría ejercer sobre los hospitales el pulso conjunto de la gripe y el covid-19. Pero la temporada fue anómala. El coronavirus lo dominó todo y el virus de la influenza no apareció. En Galicia solo se detectó un caso, y ya fuera de tiempo, a principios de abril.
Este año, el coronavirus se está transmitiendo a una vertiginosa velocidad que va a dejar pequeñas todas las olas anteriores, pero la gripe también está circulando. Tímidamente, pero hay. De hecho, ya se han detectado en Galicia algunos casos de personas que sufren las dos infecciones al mismo tiempo, la temida coinfección de gripe y coronavirus, algo de lo que solo había noticias de China y muy al principio de la pandemia. También se están diagnosticando infecciones mixtas de coronavirus y virus respiratorio sincitial (el VRS, el que causa las bronquiolitis en los niños).
«El coronavirus ha limitado la interferencia con otros virus y tenemos la sensación de que así es capaz de infectar con dosis más bajas, con menos copias», explica el catedrático de microbiología Benito Regueiro, jefe de servicio en Vigo, donde se han detectado coinfecciones en las últimas semanas. La interferencia es un fenómeno por el que una infección por un virus produce una resistencia a una infección por otro. El año pasado, la interferencia fue absoluta y el coronavirus barrió a toda la competencia.
Regueiro postula que el SARS-CoV-2 se ha adaptado a las barreras que se le han ido poniendo: confinamientos, mascarillas y, ahora, vacuna. El resultado de esa adaptación es la variante ómicron. «Ahora ha aprendido a que otros virus le preparen el territorio», dice, y así puede infectar con menos cantidad de copias. Que la carga de virus sea menor supone, en principio, un covid-19 menos grave.
Tal vez por eso, de momento estas infecciones mixtas no están teniendo un impacto clínico significativo, a pesar de que dos virus pongan a prueba el sistema inmune a la vez. De hecho, también se han visto en personas asintomáticas que participan en cribados o que acuden a la farmacia a dejar un tubo con saliva, que luego se procesa en el laboratorio del Hospital Álvaro Cunqueiro. En todas las PCR se analiza por defecto la presencia del coronavirus, de la gripe y del VRS. En el laboratorio están estudiando si estos otros virus tienen alguna característica particular que facilite la coinfección.
Gripe A
«Todas as comunidades autónomas comunicaron xa casos de gripe ao sistema de vixilancia do Instituto Carlos III», constata el director del Centro Nacional de Gripe de Valladolid, José María Eiros. El virus que circula es el de la gripe A, del subtipo H3.
El microbiólogo tiene claro que el SARS-CoV-2 va a volver a ser el patógeno dominante estos meses, porque está viviendo un repunte muy fuerte. Pero a diferencia del año pasado, va a convivir con otros patógenos. «Probablemente, hai persoas que perden a inmunidade natural á gripe, porque só a teñen pola vacina; entón quedan espazos para o virus e non os abandona», explica.
Eiros ratifica que se han documentado casos de coinfecciones entre el coronavirus y la gripe o entre el coronavirus y el VRS en distintos puntos de España. Algunos de estos últimos han llevado a los niños más pequeños a las ucis pediátricas, pero en general con buena evolución.
«La variante ómicron se hará dominante el próximo mes»
La variante ómicron del coronavirus, con más de 30 mutaciones en la proteína S —con la que el patógeno infecta las células humanas—, se está expandiendo a mucha velocidad. La sexta ola comenzó con un dominio claro de la variante delta plus, explica Benito Regueiro, pero la ómicron está ganando terreno. «Tiene un 20 % más de transmisibilidad que la delta plus y resistencia contra muchos anticuerpos neutralizantes», resume. Es decir, se contagia más y disminuye el poder de las vacunas, así que puede infectar a vacunados aun con menos partículas virales.
El catedrático de microbiología de la Universidad de Santiago cree que «a lo largo del próximo mes se hará con el control total», es decir, sustituirá a todas las otras variantes, igual que en el verano hizo la delta con las anteriores y se acabó convirtiendo en la única que circulaba. Apunta como opción más probable que antes de terminar el año esta nueva versión del coronavirus ya suponga más de la mitad de los casos nuevos. Hoy se cumple un mes desde que la Organización Mundial de la Salud la bautizó como ómicron, la calificó como variante preocupante y pidió al mundo que se pusiese en guardia.
«El cuadro clínico de la ómicron es bastante catarral», dice el jefe de servicio, «con dolor de cabeza, de garganta y de fiebre». En principio, menos grave que las versiones anteriores del covid, lo que no quita que las personas con enfermedades crónicas puedan sufrir cuadros graves.