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Equinoccio de primavera 2022: todo lo que necesitas saber

SOCIEDAD

Efecto que provocó la luz en el día de equinoccio en la
Efecto que provocó la luz en el día de equinoccio en la Alejandro Montes-Julio A. Soto

Este domingo comienza la estación y un espectáculo hermoso ha tenido lugar en la capilla mozárabe de San Miguel de Celanova

20 mar 2022 . Actualizado a las 18:21 h.

Desde las 16.33 horas de este domingo 20 de marzo, Galicia estará en primavera. La estación  llega de la mano de un fenómeno astronómico, el equinoccio. La palabra procede del latín y significa día igual a noche. El Sol se sitúa justo en el plano del ecuador terrestre y la luz solar cae por igual en ambos hemisferios. Este evento dejó esta mañana un espectáculo hermoso en la capilla mozárabe de San Miguel de Celanova. El oratorio tiene una orientación perfecta para captar la luz solar durante los equinoccios de primavera y otoño. Cuado los primeros rayos  aparecen por el monte San Cibrao entran por la parte este de la capilla saliendo por el oeste, dejando el efecto visual de una esfera de seis picos. Un espectáculo único que sucede dos veces al año. 

Esta estación de transición entre el verano y el invierno existe en Galicia, y el resto de lugares que están en las latitudes medias, pero no las regiones polares, tropicales y en el ecuador de la Tierra. La transformación de la vegetación y el cambio de color que acompaña a cada estación también es, por tanto, exclusivo de las zonas templadas del mundo. La caída de la hoja en otoño y la floración primaveral son eventos completamente desconocidos para los habitantes de los pueblos situados en los trópicos y los polos. En el ecuador, donde la radiación solar no varía a lo largo del año, solo hay dos etapas climáticas: con más o menos lluvia. En los extremos tampoco hay cuatro estaciones, solo dos, pero que no tienen que ver con la lluvia o la temperatura, sino con la luz. Hay una estación con luz y otra oscura. 

Cambio de hora

Con la llegada del equinoccio de primavera también cambiamos la hora, algo que se producirá el próximo domingo 27. De esta forma intentamos que el horario civil se adapte al solar. Es decir, que cuando salga el sol también lo hagamos nosotros. Pero no siempre fue así. En el año 1905 un famoso constructor inglés, Willam Willet, solía cabalgar muy temprano con su caballo. Un buen día cayó en la cuenta de que la gente siempre estaba durmiendo, de que nadie disfrutaba de aquellas horas de sol. Aunque lo que de verdad le molestaba era que anocheciera tan pronto cuando practicaba su deporte favorito, el golf. Así que decidido se plantó delante del gobierno británico y propuso cambiar la hora.  Al principio, como era de esperar, no le hicieron caso. Decidió entonces publicar su propuesta y generar debate. Pero en 1916, durante la Primera Guerra Mundial, Guillermo II de Alemania, intentando ahorrar energía, decidió seguir su consejo. Después lo hicieron el resto de países europeos. España la cambió en 1918. El ahorro fue tan espectacular que muchos decidieron mantenerlo después de la Gran Guerra. Willet falleció un año antes de que los alemanes adoptaran el cambio de hora.

Eliminar días

En el año 1582, el día después del 4 de octubre no fue el cinco, sino el 15. La decisión la tomó el papa Gregorio XIII para ajustar el calendario al inicio astronómico de la primavera. La estación llega cuando el sol, moviéndose sobre la eclíptica, la línea por la que transcurre alrededor de la Tierra, atraviesa el punto Aries. Cada vez que lo cruza ha pasado lo que se llama año Trópico, que son exactamente 365, 24 días. Pero como no es un número entero surge el problema. En el concilio de Nicea, celebrado en el año 325, se ordenó que comenzase el 21 de marzo. Fue la primera reforma del calendario impulsada años atrás por Julio César. Se estableció además que cada cuatro hubiese uno con 366, los bisiestos. Pero la media anual pasó a ser de 365´25 sobrepasando la duración del año Trópico. Ocurrió entonces que el inicio en lugar de retrasarse se adelantaba, no mucho, pero en 1582 el equinoccio de primavera tuvo lugar el 11 de marzo. El problema se solucionó eliminando diez días al calendario. Se decidió también que los últimos años de cada siglo que no fuesen divisibles por cuatrocientos dejarán de ser bisiestos: 1700, 1800 o 1900. Y de esta forma poco a poco vamos ajustando nuestro calendario a la duración exacta del año Trópico.