110 años de la tragedia del Titanic: estas fueron las causas del hundimiento

SOCIEDAD

Las malas decisiones que se tomaron durante la madrugada del 14 de abril de 1912 acabó en una de las mayores catástrofes marítimas de la historia
14 abr 2022 . Actualizado a las 18:40 h.José Antonio Bustabad creció, como muchos gallegos, en el seno de una familia dedicada al mar. Quizás por ello, de pequeño se sintió atraído por la belleza y la inmensidad del océano que contemplaba desde Cedeira. Algún día cruzaría ese gran charco, pensó. Durante su adolescencia se molestó por conocer cada paso que debía dar para conseguir la capitanía y fue completando uno a uno hasta convertirse en el capitán más joven de Europa con 25 años. «A partir de entonces mi vida transcurrió navegando por el Índico y el Atlántico en petroleros y otros barcos de gran tamaño en los que transportábamos sobre todo grano», apunta.
Viajando por su querido Atlántico, Bustabad realizó en múltiples ocasiones el mismo recorrido que hizo el Titanic. «Una de las rutas más habituales era desde A Coruña hasta Canadá, un país que exporta mucho grano y tiene grandes yacimientos de minerales. Cruzábamos casi siempre el Golfo de San Lorenzo y siguiendo ese recorrido pasábamos por encima de la zona donde está hundido el trasatlántico. Muchas veces nos encontrábamos con icebergs, pero ahora son mucho más fáciles de detectar», reconoce.
Cada vez que atravesaba la zona donde el barco se fue a pique el 14 de abril de 1912, un sentimiento de curiosidad iba creciendo dentro de José Antonio. ¿Qué había pasado realmente aquella noche?, se preguntaba. Así comenzó una investigación a la que ha dedicado décadas y que culmina ahora en Informe pericial sobre el naufragio del Titanic.
El libro ofrece un análisis forense sobre las causas del accidente. «El barco navegaba de noche a toda máquina en una zona poblada de icebergs, una decisión inadmisible por parte del capitán, sobre todo tratándose de un transporte de pasajeros. Hoy disponemos de instrumentos como el radar que permiten una navegación nocturna segura en una zona tan peligrosa, pero no en esa época. Aquello no fue como el hundimiento del Mar Egeo, en el que influyó el mal tiempo. El Titanic colisionó contra el hielo por una imprudencia», sostiene.
Pero el triste desenlace no solo fue consecuencia de lo que sucedió antes del impacto, sino sobre todo por la gestión que vino después. «La maniobra que se decidió fue totalmente errónea. El Titanic iba lanzado a 22 nudos cuando el primer oficial se topó con el iceberg. En ese momento hizo lo primero que se le pasó por la cabeza: atrás toda usando cada motor. Pero en una embarcación con tres hélices eso resultó letal. Básicamente lo que debió hacerse era detener la hélice de la banda a la se quería caer y de esa forma se hubiese conseguido girar rápidamente», subraya el capitán gallego.
Bustabad también aclara que ni el tamaño del timón supuso un problema ni el naufragio del Titanic fue el que se más vidas se cobró, 1.517. En enero de 1945, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, se hundió el MV Wilhelm Gustloff alemán con toda la tripulación, 9.233 soldados, la mayor catástrofe en el mar. «La historia del Titanic es famosa por las circunstancias de la tragedia, coincidiendo con el viaje inaugural, y también porque falleció mucha gente influyente. Es como si hoy se hunde un barco y mueren Madonna y Bill Gates. Hay que recordar que una de las víctimas era el hombre más rico del mundo, el empresario John Jacob Astor», destaca.
Comisiones de investigación
Tras la tragedia se crearon varias comisiones de investigación que Bustabad no duda en calificarlas como pantomima. «Desde el principio se exculpó a la compañía, porque de lo contrario tendría que haber asumido unas indemnizaciones que la llevarían a la quiebra, y eso los ingleses no lo iban a permitir. Algo sorprendente es que no se responsabilizó al capitán del accidente, pero sí a otro por no acudir a la llamada de socorro. Sin olvidar que no había suficientes botes salvavidas por culpa del Ministerio del Comercio de Inglaterra, que tendría que hacerse cargo de los gastos de la tragedia, algo que tampoco querían. Al final se decidió que allí no había pasado nada», concluye.