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La alineación de Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno no volverá a producirse hasta el 2040
19 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Junio es uno de los meses más importantes en el calendario astronómico. El próximo 21 tendrá lugar el solsticio de verano. El fenómeno no solo da paso a la nueva estación, sino que marca un cambio de tendencia en el comportamiento de la luz solar. Tras el día más largo y la noche más corta, la oscuridad empieza a ganarle terreno poco a poco a la luz. No es casualidad que solo unas pocas jornadas después se celebre la fiesta del fuego, San Juan. Las antiguas civilizaciones se reunían y encendían hogueras para tratar de dar fuerzas al Sol.
Este año, junio viene con un espectáculo astronómico que no se veía desde el 2004. Galicia amanecerá durante las próximas semanas con una alineación de los cinco planetas visibles a simple vista. «Son Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. Se pueden contemplar justo antes del amanecer durante todo el mes hasta que Mercurio deje de verse porque coincide justo en la zona por donde sale el Sol», explica el astrónomo Borja Tosar. No volverá a repetirse hasta el 2040.
Para contemplar de la mejor manera posible este evento astronómico se recomienda comenzar la observación durante la madrugada, con noche cerrada. «Sobre las cinco ya se podrá a ver a Saturno, Júpiter y Marte por el horizonte en dirección sureste. Poco a poco irán sumándose Venus y Mercurio. Este último asomará un poco mas hacia el norte y será el más difícil de observar porque aparece casi durante la luz del amanecer. En cualquier caso será una buena ocasión para contemplar un planeta muy escurridizo por su proximidad con el astro rey. Todos los demás se podrán observar muy bien», apunta Tosar.
El fenómeno recibe el nombre de alineación, aunque en realidad los planetas siempre están así ya que todos orbitan alrededor de la estrella en el mismo plano. «Aparentemente siguen una línea conocida como eclíptica que va del este al oeste por encima del sur, justo por donde salen los planetas en el cielo. En este caso en concreto lo que ocurre es que visto desde la Tierra están en una región pequeña y da la sensación de que están alienados. Lo ideal sería referirnos al evento como conjunción o concentración planetaria», sostiene el astrónomo.
El fenómeno ofrece además una lección práctica sobre las distancias de los planetas porque se van a situar en el cielo en función de los kilómetros que hay entre ellos y Sol. «Y es importante subrayar que este tipo de acontecimientos no tienen ningún tipo de influencia sobre la Tierra ni los seres humanos. De hecho, todo es producto de un efecto de perspectiva. No hay nada nuevo ni extraño», aclara Tosar.
Cada día, un planeta
El día 24 se sumará la Luna y si la meteorología lo permite también el Sol. Será una oportunidad única para contemplar el cielo que explica la semana que organiza nuestra vida.
Si usted sale a observar las estrellas en una noche con el cielo despejado y anota la posición de cada una de las tres mil que se pueden apreciar a simple vista y vuelve a hacerlo el mismo día, hora y lugar al año siguiente comprobará que es exactamente idéntico. Cada una de las estrella estará en la misma posición 365 días después. Todas, excepto cinco, que no se comportan como el resto.
«Los antiguos sabios ya se fijaron en esta anomalía y los llamaron planetas, que significa cuerpo errante. Pensaron que aquello solo podía ser obra de los dioses. ¿Cómo era posible que cinco objetos desobedeciesen las reglas que sí seguían el resto? Por esta razón decidieron bautizar a cada uno de ellos con el nombre de algunas de las principales divinidades de su mitología, como Marte, dios de la guerra, o Venus, diosa de la belleza», destaca Tosar.
Los cincos son los únicos que se pueden ver sin necesidad de telescopio. La Luna y el Sol, que dan nombre al domingo y al lunes, no son planetas, pero en la antigua Grecia dominaba el modelo geocéntrico del universo y realmente se creía que ambos también eran objetos errantes. Como curiosidad cabe destacar que si Neptuno y Urano fuesen mundos visibles a simple vista quizás hoy la semana que conocemos tendría nueve días.