Dos grupos de investigación diferentes, uno de EE. UU. y otro británico, aseguran por separado haber hallado la clave que explica la diseminación del tumor y la sitúan en distintas moléculas
01 jul 2022 . Actualizado a las 09:26 h.La ciencia comienza a poner coto al cáncer de páncreas. Dos grupos de investigación diferentes, uno estadounidense y otro británico, han anunciado este miércoles, cada uno por su cuenta, haber hallado la clave que explica las metástasis en esta enfermedad, que está considerada como la más letal de las patologías oncológicas. Apenas una de cada diez personas logra sobrevivir cinco años después de recibir el diagnóstico. El tumor, según explican en sus distintas publicaciones, comienza a diseminarse al fallar una molécula, que para los americanos es una enzima y para los europeos, una proteína.
Quizás los dos fenómenos que ambos grupos describen estén muy relacionados entre sí. La buena noticia es que estos dos descubrimientos suponen el segundo, o tercer gran avance en el mismo mes en la lucha contra el tumor pancreático. Hace apenas quince días, el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) dio a conocer el desarrollo de todo un catálogo de marcadores biológicos que permitirá tanto diagnosticar a tiempo los tumores más agresivos como seleccionar la terapia más adecuada.
El análisis de casi 7.880 muestras pertenecientes a 33 tipos de cánceres diferentes permitió al grupo, en colaboración con el Instituto Cambridge de Reino Unido, diseñar una potente herramienta de diagnóstico, de la que se beneficiarán sobre todo los pacientes con tumores de pulmón, ovario, esófago y también páncreas.
La «limpiadora» del envejecimiento
Desde este miércoles, hay más. Científicos de California, en colaboración con un grupo de la Universidad de Columbia en Nueva York, han descubierto que existe una enzima llamada MSRA, que es clave en el nacimiento y desarrollo del cáncer pancreático. Esa molécula, cuentan, tiene la capacidad de «borrar» en este órgano el daño oxidativo, que es el originado por el natural envejecimiento del cuerpo o los malos hábitos de vida. Sin ella, sin esa MSRA, hay una proteína de las células cancerosas que se descontrola y que comienza a producir energía de forma acelerada. De ese modo, describen de manera gráfica, «siembra todo el cuerpo de nuevos cánceres».
Los investigadores llegaron a esta conclusión al reducir los niveles de la «enzima borrador» tanto en ratones vivos como en células de humanos y roedores cultivadas en laboratorio. En uno y otro caso, la consecuencia de esta medida fue la migración de células cancerosas por el organismo, o lo que es lo mismo, la aparición de metástasis. Los científicos intentarán comprobar ahora si esta enzima actúa de igual modo en otros cánceres; o si bien este es un proceso limitado a la enfermedad que se cobró, entre otras, las vidas del tenor Luciano Pavarotti, el músico Henry Mancini, el actor John Hurt o el magnate de la informática Steve Jobs.
Llegarán nuevas terapias
De manera paralela, un grupo británico anuncia también este miércoles en Nature que ha identificado «una proteína clave que ayuda a convertir las células de cáncer de páncreas en una forma más agresiva». Su nombre es GREM1 y aseguran que este hallazgo es «fundamental» para «allanar el camino para el diseño de nuevos tratamientos» contra la enfermedad. «La ciencia -aseguran, al mismo tiempo, con humildad- se encuentra aún en una etapa inicial. Todavía se requerirá una gran cantidad de investigación para descubrir y desarrollar tratamientos que cambien el destino de las células del adenocarcinoma ductal pancreático (PDAC). Es decir, de la más común y agresiva de las formas de la enfermedad.
Hay en esta historia un hecho curioso. Todos estos avances contra el cáncer de páncreas se conocen justo después de que el pasado mes de mayo una empresa vasca, la biofarmacéutica Oncomatryx, anunciara que ha solicitado a la Agencia Americana del Medicamento (FDA) y la española (AEMPS) autorización para ensayar con pacientes la que está llamada a convertirse en la primera terapia oncológica contra esta enfermedad. El nuevo tratamiento, que por primera vez se prueba en humanos con pacientes de EE. UU. y España, se cree que será el primero de una nueva generación de fármacos contra los tumores sólidos metastásicos.
Dos grupos de investigación diferentes, uno de EE. UU. y otro británico, aseguran por separado haber hallado la clave que explica la diseminación del tumor y la sitúan en distintas moléculas.