
Varios de los récords actuales en la comunidad gallega se alcanzaron el 20 de julio de 1990
20 jul 2022 . Actualizado a las 13:20 h.La memoria meteorológica no es demasiado fiable. Suele ser bastante cortoplacista. Esto explica que cada año se repitan frases como «nunca vin un temporal igual ou calor coma esta». Sin embargo, hay episodios extremos que quedan bastante bien grabados en el cerebro. En Galicia basta con nombrar el ciclón Hortensia.
En el verano de 1990 se registró una intensa ola de calor que batió récords en el transcurso de una estación que ya estaba siendo muy cálida. «Ocupa el séptimo puesto entre los veranos más cálidos desde 1971. Hubo dos olas de calor que afectaron a Galicia. Una entre el 17 y 24 de julio con el pico de intensidad el día 20, que afectó a las 4 provincias. Otra entre el 2 y 5 de agosto, pero fue menos intensa que la anterior», comenta Francisco Infante, delegado de la Aemet.

El 20 de julio de 1990 ocupa una página destacada de la historia del clima de Galicia. Ese día cayeron varios récords que todavía se mantienen vigentes en las estaciones de MeteoGalicia y Aemet. El máximo absoluto en Santiago, con 40,3 grados, y de Lugo, con 41,2, siguen siendo de aquella histórica jornada de calor. Ni siquiera las condiciones del pasado 14 de julio fueron capaces de superar estos registros, algo que sí sucedió en Ourense. Las estaciones de MeteoGalicia y Aemet en la ciudad de As Burgas alcanzaron los 44 y 44,1 grados respectivamente.
Resulta evidente que Galicia ya vivió en el pasado otras olas de calor muy intensas, aunque no llegan al nivel del episodio reciente. «O deste ano rematará con miles de falecidos, colocándose como un dos peores da historia xunto coas vagas de calor de 2003 en Europa e de 2010 en Rusia. O evento de xullo de 1990 foi moi intenso, pero non tan extenso nin persistente coma o deste ano, o que fixo que os danos fosen moito menores. De feito, non podería considerarse como unha megavaga de calor», apunta Damián Insua, investigador del Grupo de Física No Lineal de la USC.
Lo curioso es que a pesar de la intensidad del episodio de la última semana algunos récords quedaron intactos. «Realmente a masa de aire destes días pasados era bastante máis cálida que a de 1990. Neste caso tiñamos temperaturas a 1.500 metros de altura de arredor de 27 graos, cando en 1990 apenas se superaron os 25. Sen embargo, a temperatura en superficie vese afectada por outros factores, coma o vento, nubes ou a calima. A temperatura en Santiago tería sido bastante máis alta se non fose porque o vento era moi frouxo e entrou a brisa, tanto o mércores coma o xoves. Isto non sucedeu en 1990 e por iso os termómetros poideron seguir subindo», sostiene Insua.
Hay además una gran diferencia entre ambas situaciones. En la ola de calor de este año ha jugado un papel importante la DANA. «A configuración de 1990 era puramente anticiclónica mentras que neste caso tiñamos unha DANA ao oeste, bloqueada por unha dorsal anticiclónica sobre a Península. A DANA aporta un plus de calor, que transporta dende zonas subtropicais», destaca.
La presencia de la Depresión Aislada en Niveles Altos habla de la nuevos patrones que están surgiendo como consecuencia de un cambio climático que se ha intensificado en las últimas tres décadas. «A configuración da semana pasada é a que ten un maior risco para Galicia porque é a que pode facer subir máis os termómetros, como a os 44 de Ourense. Se este tipo de configuracións atmosféricas se volven máis frecuentes, como algúns estudos apuntan, será unha moi mala noticia para Galicia xa que as megavagas de calor faranse máis recurrentes», concluye el investigador.
