¿Que está pasando con la ley trans?

SOCIEDAD

La ministra de Igualdad, Irene Montero, y la activista trans Mar Crambollé, hoy en Madrid.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, y la activista trans Mar Crambollé, hoy en Madrid. Isabel Infantes | EUROPAPRESS

La norma abre una nueva brecha en el Gobierno, pero también divide al grupo socialista. Las voces críticas retrasan su tramitación para intentar pulir sus puntos polémicos, entre ellos, la posibilidad de cambiar de sexo en el DNI a partir de los 14 años sin informes médicos o psicológicos. El PSOE asegura que no tocará este apartado en las enmiendas

20 oct 2022 . Actualizado a las 18:01 h.

El PSOE confirmó el martes —alineándose con PP y Vox para ampliar el plazo de presentación de enmiendas a la ley trans— lo que Unidas Podemos llevaba tiempo sospechando: las pocas ganas de aprobar con prisas uno de los proyectos claves de Igualdad en esta legislatura. El tema es más complejo de lo que parece, porque el planteamiento del equipo de Irene Montero no solo divide —una vez más— al Gobierno de coalición, sino que también enfrenta a los propios socialistas, desgastándolos: por un lado, el sector feminista clásico, liderado por una Carmen Calvo muy crítica con la propuesta, no está dispuesto a comulgar ni con la autodeterminación de género ni con la equiparación de otras formas de violencia con la violencia de género; por el otro, los defensores de los derechos LGTBI no piensan bajarse de la despatologización. Basta de entender la diversidad como un trastorno, alegan. Se acabó presentar un informe médico o psicológico para cambiar de sexo en el DNI, reclaman. El debate, enquistado, tiene pinta de evolucionar a cisma ideológico. Tras la dilatación del período de modificaciones, Carla Antonelli —primera mujer transexual elegida diputada en España— colgó esta semana los hábitos del partido, «profundamente decepcionada» con Sánchez por no haber pisado el acelerador. El fuego cruzado está servido.

«No vamos a consentir ningún retroceso en derechos respecto a lo pactado», zanjó este jueves en  RTVE la ministra Irene Montero, esgrimiendo el consenso social y político cosechado por la norma. Preocupada porque la ampliación del plazo de enmiendas pueda poner en peligro no solo la posibilidad elegir libremente el sexo con una mera declaración, sino también la luz verde a la ley antes de que acabe el año, la titular de Igualdad recordó que a finales de junio el texto fue avalado en Consejo de Ministros tal y como está redactado ahora mismo. La ministra de Justicia, la socialista Pilar Llop, replicaba sin embargo esta mañana que «la legislatura no va a terminarse mañana», que esta es una ley «muy compleja», que el legislativo tiene que dar su opinión. Por su parte, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, argumentó ayer que la función constitucional del Parlamento es «mejorar las leyes» y que eso es lo que ocurrirá en esta tramitación. En la misma línea, la ministra de Hacienda recordó que «en esta ley, como en el resto», hay que pactar y acordar en el Congreso y sobre el tema también se ha posicionado la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien en cambio reclama que la norma se apruebe «lo antes posible». 

¿Por qué divide al feminismo?

La cuestión más incómoda es la autodeterminación de género, que el PSOE se ha comprometido este jueves a no tocar en las enmiendas. Sin embargo el ruido ahí sigue. La ley actual permite cambiar el sexo en el DNI sin necesidad de cirugía genital ni tratamiento hormonal, pero con diagnóstico de disforia de género, un sufrimiento inducido por la imposición social de estereotipos sexistas que conduce al rechazo hacia el propio cuerpo. La nueva contempla la posibilidad de modificar el género en el Registro Civil sin presentar ningún informe que lo justifique, incluso siendo menor de edad (los menores de 14 deberán contar con autorización judicial). Algo objetivo —el sexo biológico— se sustiuye por algo subjetivo —el género, la identidad en la que la persona se siente más cómoda—. 

Lo que razona el feminismo más tradicional es que el género no es una identidad, sino un rol impuesto socialmente, y que la ley trans supone un retroceso en la lucha por la igualdad. Interfiere en los derechos de las mujeres, las desprotege jurídicamente, arguye este sector. En su opinión, que un hombre sea considerado mujer por el mero hecho de solicitarlo interferirá en cuestiones de seguridad —personas con sexo biológico masculino podrán acceder a espacios reservados exclusivamente a mujeres, y viceversa—, en la paridad —uno podrá presentarse a plazas de oposición del sexo con el que se sienta más identificado, no con el que haya nacido— y en la equidad, tanto en la justicia como en el deporte. ¿Podrán las mujeres trans, aún sin operarse, competir en categorías femeninas? La ley deja en manos de las federaciones los requisitos para participar en pruebas deportivas, pero lo que reza es que será hombre o será mujer quién así se considere como tal.

Las dudas del PSOE se centran sobre todo en la equiparación de algunas violencias a la violencia de género, recoge la agencia Efe. En su artículo 65, el proyecto de ley contempla, por ejemplo, que cuando haya un condenado o una orden de protección por violencia familiar LGTBIfóbica o intragénero —en parejas LGTBI— las víctimas tendrán los mismo derechos laborales y de Seguridad Social que se atribuyen a las víctimas de violencia de género. 

Feijoo: «Esta ley no debe aprobarse, es una frivolidad que se toma a broma principios básicos de la dignidad humana»

Para el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo, la ley trans es «una frivolidad que afecta a los derechos de las mujeres y de la infancia», una norma que no debe salir adelante y que, en caso de ser aprobada, derogará si consigue gobernar. «Se toma a broma buena parte de los principios básicos de la dignidad humana», declaró el político este jueves en Bruselas a su llegada a la cumbre del Partido Popular Europeo.

Feijoo criticó sin ambages que Pedro Sánchez haya dado luz verde al proyecto de ley en su Consejo de Ministros y que ahora este texto esté abriendo un «aparente cisma» entre el PSOE y Podemos. Si el primer ministro socialista no está de acuerdo con un proyecto, no debe ampararlo, consideró. «No sabemos si es un conflicto aparente o no», deslizó.

Dice el popular comprender «perfectamente» a los movimientos feministas, «porque lo que pretenden es una igualdad entre géneros» que él también suscribe, pero es incapaz de entender que los menores puedan por una decisión ni siquiera meditada o tutelada por profesionales sanitarios hormonarse o proceder a «intervenciones quirúrgicas irreversibles». «Es un grave error tomar una decisión en un período de la adolescencia sin los límites, plazos o informes médicos y psicológicos preceptivos», advirtió.

Las claves de la ley trans: poder decidir ser hombre o mujer independientemente del sexo biológico

ERDEM SAHIN | efe

Si usted biológicamente es un hombre, pero se siente mujer, una vez se apruebe la ley trans podrá plantarse en el Registro Civil y solicitar un cambio de sexo sin necesidad de aportar informes médicos ni psicológicos. En cuatro meses, figurará en femenino en su DNI.

La autodeterminación de sexo a partir de los 12 años es el eje principal de una polémica norma que superó su primera fase en la víspera del Orgullo, un año después de ser presentada por primera vez, y que finalmente tiene en cuenta a las personas trans migrantes, que quedaban fuera del texto inicial. Estas son sus principales claves:

Despatologización

Se acaba con la exigencia de informes médicos o psicológicos, y de testigos para poder cambiar de sexo registral.

tramos por edades

El proyecto de ley trans recoge que a partir de los 16 años la voluntad de la persona será el único requisito para el cambio de sexo en el Registro. ¿Y entre los 12 y los 16? ¿Son estos menores lo suficientemente maduros para tomar esta decisión? A los 12 y a los 13 se exigirá una autorización judicial para iniciar el trámite que, como máximo, se alargará cuatro meses, y a los 14 y 15 años, permiso paterno. Antes de los 12 no se podrá cambiar el sexo registral, pero sí el nombre por el que se considere más acorde a la realidad.

Oídos sordos al CGPJ

El 20 de abril, el Consejo General del Poder Judicial emitió un informe crítico con el texto del Ministerio de Igualdad incidiendo en que, de no afinarse, la norma podría vulnerar derechos de las mujeres no transexuales en el ámbito deportivo y en el de la violencia de género, y sugiriendo que debería reforzarse el control sobre los menores que quieren cambiar el sexo registral. El órgano cree la decisión de los que tengan menos de 18 tendría estar avalada por un juez. Defiende que la supervisión a estas edades —la comprobación de la madurez del adolescente y la firmeza de su deseo de transexualidad— es la única fórmula que garantiza la protección del menor y el respeto a sus derechos. El Gobierno, sin embargo, ha desoído la recomendación del CGPJ, manteniendo en los 14 la edad a partir de la cual se puede cambiar de sexo en el Registro sin autorización judicial. 

Período de reflexión

La persona que quiera cambiar de sexo deberá rellenar un formulario en el Registro Civil para indicar la disconformidad con el sexo asignado al nacer y solicitar otro, incluyendo el nuevo nombre elegido si quiere modificarlo. Recibirá aquí información de las consecuencias legales que conllevará este cambio. En un plazo no superior a los tres meses deberá volver al Registro para ratificar su decisión y y la persistencia de su decisión de cambio de sexo. En un mes, la persona encargada del Registro Civil dictará una resolución.

Prohibición de las terapias de conversión

La ley prohíbe las terapias de conversión destinadas a modificar la orientación o la identidad sexual o la expresión de género.

Reproducción asistida para lesbianas, bisexuales y trans

La norma garantiza la financiación pública de las técnicas de reproducción asistida a lesbianas, bisexuales y trans con capacidad de concebir.

madres lesbianas, ambas progenitoras legales

Modifica el Código Civil para que las mujeres lesbianas y bisexuales puedan proceder a la filiación de sus hijos sin necesidad de estar casadas.

Trans migrantes

El texto recoge que aquellas personas trans migrantes que acrediten que no pueden realizar el cambio registral de sexo en su país de origen puedan solicitarlo en los documentos que se les expidan en España. La propuesta inicial dejaba a los extranjeros fuera del marco, lo que implicaba que debían demostrar que habían iniciado un trámite de cambio en sus países de origen. Esto no suele suceder, porque son muchos los países que aún persiguen o que no reconocen este colectivo, y supondría que la mayoría de las personas trans migrantes se quedarían sin reconocimiento de su identidad en los documentos españoles. 

Multas por discriminación al colectivo LGTBI

La ley trans incluye además un régimen de infracciones y sanciones por actos de discriminación a las personas LGTBI, con multas desde los 200 euros por insultos o pintadas a los 150.000 por prohibir el acceso a un bar o no alquilar una vivienda a una persona del colectivo. Se añade como supuesto de infracción muy grave la victimización secundaria como forma de violencia consistente en la falta de diligencia debida en el tratamiento de una denuncia o una solicitud de ayuda de una víctima de violencia LGTBIfóbica que produce un sufrimiento adicional a la víctima.

HERMAFRODITAS: PROHIBIDO OPERARSE HASTA LOS 12

En el caso de los menores intersexuales —que presentan al nacer características físicas de ambos sexos, antes conocidos como hermafroditas—, se prohíben las cirugías de modificación genital hasta los 12 años.