La presentadora asistía a la gala Elle Cancer Ball 2022 en señal de apoyo a la lucha contra la enfermedad
21 oct 2022 . Actualizado a las 16:17 h.Desde que el cáncer apareció en la vida de Ana Obregón, ha aprovechado cada ocasión solidaria para recaudar o reclamar más fondos para su investigación. Este jueves asistía a la gala Elle Cancer Ball 2022 en señal de apoyo a la lucha contra la enfermedad. Tras unos meses difíciles, anoche la actriz intentaba dejaba atrás el luto por la muerte de su padre el pasado mes de septiembre.
«Estoy intentando sobrevivir, que no es poco», indicaba Obregón visiblemente emocionada. La de su padre fue la tercera muerte que la actriz ha tenido que afrontar en menos de tres años. Primero fue su hijo, Aless Lequio, de 27 años, a raíz de un cáncer que llevaba tratándose más de dos años. Apenas unas semanas después de que se cumpliera el primer año sin él, moría su madre. Al recordarlos, reconocía su tristeza: «Llevo mucho tiempo sin salir de casa».
Reconoce que lo único que le reconforta en estos duros momentos es sentir que puede colaborar con la causa para que otros no tengan que pasar por lo mismo. «Lo único que me ayuda ahora mismo es pensar que puedo ayudar a los demás, que puedo colaborar para investigar el cáncer», explicaba. En la gala, la presentadora recibía un premio por la labor que está llevando a cabo con la Fundación Aless Lequio, que lleva el nombre de su hijo. Aunque a nivel personal está siendo una época muy complicada, su refugio es ahora mismo el trabajo y los proyectos profesionales en los que está volcada.
Entre ellos, la preparación de un libro que lleva por nombre El chico de las musarañas. La obra la empezó su hijo cuando le detectaron la enfermedad, pero no la pudo concluir. Ahora, ella escribe la historia de antes: «Él escribió 4 capítulos, pero no lo pudo terminar. Va a ser un homenaje a él y va a ser un libro que va a inspirar». «Las personas nos quejamos de todo, pero hay que sufrir tragedias para relativizar y para ver que hay que dar gracias. Yo doy las gracias por lo que he tenido, y los que siguen teniendo a los que quieren tienen que seguir dando gracias», continuó.
Ana Obregón se acordó de sus hermanos, que la ayudaron a afrontar las tres pérdidas. También de sus amigos, «la familia elegida» e incluso de quien la apoya a través de redes sociales. Durante estos años, la actriz ha compartido su dolor con sus seguidores a través de fotos y textos: «Yo sería influencer de sentimientos, no de trapitos ni de modelitos. Mi closet es una silla que tengo en mi dormitorio con todo ropa de luto, blanco y negro. No me veo de colorinchis».
No obstante, ayer llevó una camelia rosa como símbolo de solidaridad. También un collar con el nombre de su hijo y un corazón. El vestido que llevó, de escote corazón, corpiño y falda de vuelo, era obra de Rubén Hernández, modista alicantino.