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Descubiertas en Italia 24 estatuas etruscas de bronce de hace más de 2.000 años

Darío Menor ROMA / COLPISA

SOCIEDAD

JACOPO TABOLLI / Universita per | EFE

«Es un hallazgo que reescribirá la historia, un tesoro absolutamente único», afirma el responsable de las excavaciones arqueológicas, que propiciarán la apertura de un nuevo museo en la Toscana

08 nov 2022 . Actualizado a las 20:16 h.

Se trata de uno de los descubrimientos arqueológicos más significativos de los últimos años: 24 estatuas de bronce datadas entre el siglo I antes de Cristo y el II después de Cristo fueron halladas el mes pasado, aunque no se hizo público hasta este martes, en unas antiguas termas situadas en la localidad de San Casciano dei Bagni, en la región italiana de la Toscana. Junto a estas obras, que están en perfecto estado de conservación gracias a que se encontraban sumergidas en barro y agua caliente, fueron localizadas multitud de estatuillas votivas y 5.000 monedas de oro, plata y bronce. Este descubrimiento permitirá a los estudiosos conocer mejor cómo fue la transición entre la cultura etrusca y la romana en la Italia antigua, pues las esculturas, cinco de ellas de casi un metro de altura, cuentan con inscripciones tanto en lengua etrusca como en latina que reflejan cuáles fueron las grandes familias que las dejaron en este lugar considerado un santuario.

JACOPO TABOLLI / Universita per | EFE

«Es un descubrimiento que reescribirá la historia y con el que ya están trabajando 60 expertos de todo el mundo. Es un tesoro absolutamente único», explicó el arqueólogo Jacopo Tabolli, docente de la Universidad para Extranjeros de Siena y responsable de estas excavaciones iniciadas en 2019. Las esculturas y el resto de objetos hallados serán expuestos en el futuro museo que se abrirá en San Casciano dei Bagni, donde el Ministerio de Cultura ya ha comprado un palacio del siglo XVI para albergar las salas expositivas.

También se creará un área arqueológica en el lugar donde fueron localizadas las esculturas, un antiguo santuario que contaba con diversas fuentes, altares y piscinas sagradas con agua caliente que se utilizó desde el siglo III antes de Cristo hasta el siglo V de nuestra era. Fue clausurado durante la época cristiana, aunque no se destruyó, lo que salvó las esculturas, que fueron depositadas con cuidado en las piscinas, sobre las que se colocaron unas columnas de piedra.

«Es el mayor depósito de estatuas de la Italia antigua y el único en el que tenemos la posibilidad de reconstruir por completo el contexto», señaló Tabolli. El ministro Cultura, Gennaro Sangiugliano, destacó igualmente que se trataba de un descubrimiento «excepcional» que demuestra la riqueza arqueológica italiana por la «estratificación de las diversas culturas».

JACOPO TABOLLI / Universita per | EFE

En Italia se considera este hallazgo el más importante desde que fueron localizadas las dos impresionantes estatuas de bronce en 1972 en el mar Jónico cerca de la localidad de Riace, en la provincia sureña de Reggio Calabria. Los conocidos como Guerreros de Riace, de cerca de dos metros de altura y 160 kilogramos de peso cada uno, tienen un gigantesco valor artístico gracias a su excelente estado de conservación y al altísimo nivel de detalle.

«Tras el de Riace es sin duda uno de los descubrimientos de esculturas de bronce más significativos en la historia del Mediterráneo antiguo», consideró Massimo Osanna, director general de los museos del Ministerio de Cultura. Una de las primeras evidencias que deja el hallazgo San Casciano dei Bagni es que la lengua etrusca se utilizó durante más tiempo de lo que se pensaba, conviviendo durante un largo período con el latín propio de los antiguos romanos que acabarían dominando toda la región. Para Tabolli resulta llamativo que en una época en la que se estaban viviendo «tremendos conflictos» entre la pujante Roma y las ciudades etruscas, a las que someterían, estas dos culturas «parece que convivían sin problemas» en los altares de este santuario, como reflejan las 24 estatuas y el resto de objetos descubiertos. «Era un lugar único, una especie de burbuja de paz», señaló el arqueólogo.