Ágatha Ruiz de la Prada califica de «hortera de bolera» a Pedro J. Ramírez
SOCIEDAD
La diseñadora repasa tanto «las cosas bonitas» como «las cosas menos bonitas» que le han tocado vivir en un libro de memorias
16 nov 2022 . Actualizado a las 17:09 h.Su infancia al lado de una madre enferma con un trastorno maníaco depresivo diagnosticado que terminó suicidándose, la mala relación con sus cinco hermanos, las personalidades que ha recibido en su casa o los 30 años al lado de Pedro J. Ramírez (para ella «el innombrable»), incluido el escabroso capítulo con Exuperancia Rapú. Ágatha Ruiz de la Prada, de 62 años, ha contado sus vivencias sin dejar nada atrás en un libro que verá la luz próximamente, Mi historia: «En mi vida, hay cosas bonitas y cosas menos bonitas».
Un recorrido vital en el que su exmarido tiene más protagonismo del que le hubiera gustado pero sin el que la historia no estaría completa. «Hortera de bolera» o «persona sin sentimientos» son algunos de los calificativos con los que le define. Desde su ruptura, la relación entre ambos ha sido inexistente, tanto que acudió en burka a firmar los papeles del divorcio y volvería a utilizarlo si tuviera que reencontrarse con él. «Me daba igual que la gente me pudiera conocer o no. Lo único que yo quería era que él no me volviera a ver nunca más», argumentaba entonces.
Una postura de la que no se ha movido un ápice. Ágatha y Pedro J. tienen dos hijos en común, Tristán y Cósima. En el libro, la diseñadora recoge que un día el padre le preguntó a Tristán si pensaba que ella le perdonaría alguna vez. «Hombre, si te pones de rodillas y te pasas así ocho meses, igual tienes alguna oportunidad», fue la respuesta.
A pesar de esa distancia, recuerda cómo se conocieron: «En el aeropuerto de El Prat estaba sacando la maleta y se me acerca un hombre que no conocía de nada y me dice: 'Soy Pedro J. ¿Tú eres Ágatha Ruiz de la Prada?' Me dijo que era el director de Diario 16. Simplemente, me divertía ser amiga del director de Diario 16».
Desde entonces, muchas polémicas acompañaron al periodista y una de las que más repercusión tuvo fue la relacionada con la filtración de un vídeo que afectaba a la intimidad sexual del periodista. Sobre aquel episodio, la creadora recuerda que el vídeo «lo recibí en una caja con una ensaimada. Uno de mis diseños fetiches es el de vestido de ensaimada». «Tal vez hoy me gustaría decirles que lo vi como si nada, pero fue así», reconoce y va más allá confesando que «encontré una autoprotección. Tuve una historia con un hombre que me parecía el más atractivo del planeta», aunque no da su nombre.
También tienen protagonismo otros hombres de su vida, como Luis Miguel Rodríguez, (Luismi), del que dice que «su casa está ideada con el fin de ligar. Es la mejor que se pueda imaginar para ligarse a una mujer». Sin pelos en la lengua, habla de la Familia Real, de presidentes del Gobierno y de todo tipo de personalidades en un libro que ella misma describe como «una barbaridad» y sabe que para sus hijos es «incomodísimo». Tanto eso como las críticas que está segura que va a recibir lo toma como parte de lo que supone hacer «una biografía auténtica».