Dirigentes políticos y líderes mundiales muestran sus condolencias por el fallecimiento del papa emérito
01 ene 2023 . Actualizado a las 15:11 h.Autoridades, representantes eclesiásticos y líderes políticos recuerdan este sábado, en un constante goteo de mensajes, la bondad, la discreción y el intelecto del papa emérito Benedicto XVI, fallecido a los 95 años. Las condolencias por su muerte no se han hecho esperar. El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, despidió al pontífice agradeciéndole su «profundo ministerio» como papa y su amor a la iglesia. Destaca la institución la «profunda huella» que Benedicto XVI dejó en los católicos españoles durante sus ocho años de pontificado, en los que visitó España hasta en tres ocasiones y aprobó la mayor beatificación de la historia al proclamar beatos a 498 de nuestro país. Por su parte, el sacerdote Federico Lombardi, jesuita y director de la sala de prensa del Vaticano durante el pontificado de Benedicto XVI, ha subrayado que el emérito fue «un maestro de la inteligencia de la fe en nuestro tiempo» que gobernó sin «teatralidad ni búsqueda de salvar su propia imagen o la de la propia Iglesia». El también presidente de la Fundación Joseph Ratzinger-Benedicto XVI ha considerado que su renuncia al pontificado en el 2013 fue un «acto de gobierno» que se «recordará en los libros de historia».
También desde las esferas políticas se lamenta el fallecimiento del papa emérito. «Mis pensamientos van con los católicos de Francia y del mundo, de luto por la partida de su santidad Benedicto XVI, quien trabajó con alma e inteligencia por un mundo más fraternal», publicó, rápido, el presidente francés, Emmanuel Macron, poco después de conocerse la noticia. La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, ha enfatizado en la misma red social que Ratzinger «puso su vida al servicio de la Iglesia universal», hablando «al corazón y a la mente de los hombres con la profundidad espiritual, cultural e intelectual de su Magisterio». Era «un hombre enamorado del señor»; «un cristiano, un pastor, un teólogo». También el presidente italiano, Sergio Mattarella, ha lamentado lo ocurrido, «un luto para Italia», y ha reivindicado la «gentileza» y la «sabiduría» del difunto, que considera influyentes para toda la comunidad internacional.
Desde España, presidentes autonómicos, alcaldes y dirigentes políticos han llenado sus perfiles de alabanzas al religioso. El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha recordado al papa Benedicto XVI como «un gran teólogo» que estuvo «entregado al servicio de los demás». En Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco se ha referido a él como el «papa bueno, intelectual y discreto». «Los cristianos de todo el mundo estamos de luto», añadió en su Twitter. Su homólogo en Andalucía, Juanma Moreno, ha lamentado la muerte del pontífice emérito resaltando que su obra «inspiró a católicos y devotos en todo el mundo». «Nuestro respeto y profundo pesar», dijo. Para el presidente murciano, Fernando López Miras, su «huella y testimonio queda para siempre en la Historia de la iglesia» y para el presidente catalán, Pere Aragonés, sus aportaciones intelectuales de Benedicto XVI y su pontificado al frente de la Iglesia «han dejado huella».
El líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, ha publicado un sentido pésame en el que destaca la «intelectualidad y cercanía» del papa Benedicto XVI, a quien tuvo «el honor de recibir en Galicia en el Año Santo 2010». «Siempre lo recordaremos como un peregrino más por su intelectualidad y cercanía. Descanse en paz».
También el rey, Felipe VI, ha lamentado profundamente este sábado la muerte del emérito pontífice. Lo ha hecho a través de un telegrama, remitido al papa Francisco, en el que el monarca admite que ha recibido con «gran tristeza» la noticia y destaca que Benedicto XVI lideró la Iglesia Católica con «extraordinaria vocación de servicio, humildad, entrega y amor».
El rey ha enviado en su nombre, en el del Gobierno y en el del pueblo español el testimonio de su «más sentido pesar» y ha subrayado el «fecundo legado intelectual y espiritual» que deja Benedicto XVI, según ha informado Zarzuela. Además, la Casa Real ha recordado al papa emérito en un mensaje publicado en Twitter, en el que asegura que guarda «con profundo sentimiento el recuerdo del cariño con que siempre distinguió a España».
Dolor en las estancias vaticanas
«No es momento para muchas palabras, sino para el dolor», asumía el portavoz vaticano, Matteo Bruni, tras anunciar la fecha del funeral del papa emérito, el próximo 5 de enero. Su portavoz durante todo su pontificado, ha señalado en un largo editorial que Benedicto XVI «dio un hermoso testimonio de cómo vivir en la fe la fragilidad creciente de la vejez durante muchos años hasta el final». «El hecho de haber renunciado al papado en el momento oportuno le permitió a él, y a nosotros con él, recorrer este camino con gran serenidad», cree Lombardi. También el organizador de sus viajes, Alberto Gasbarri, ha querido recordar al emérito como «el papa de la dulzura»: «Mi testimonio tiende a revelar un aspecto quizás menos conocido de su personalidad: la dulzura que se captaba en un encuentro con él. Su aparente figura austera podía infundir a muchos desapego y frialdad, pero en su alma el papa Benedicto estaba lleno de dulzura y la temida severidad por algunos dejaba paso a menudo a una amabilidad que desarmaba, acompañada muchas veces de un sutil e ingenioso sentido del humor».
El presidente de los obispos europeos, monseñor Gintaras Grusas, ha destacado en particular el «magisterio europeo desarrollado por Benedicto XVI durante su pontificado, subrayando la importancia de las raíces cristianas de Europa y destacando un necesario retorno a Cristo y a la evangelización para la construcción de un civilización del amor».