Descubren el talón de Aquiles del cáncer de páncreas, uno de los de peor pronóstico

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

El tumor se alimenta de la mismas proteínas que deberían servir para combatirlo, lo que explica la resistencia a los tratamientos

24 ene 2023 . Actualizado a las 11:47 h.

El cáncer de páncreas es uno de los de peor pronóstico. No solo porque, por lo general, suele diagnosticarse demasiado tarde, sino también porque es el propio tumor el que genera resistencias a los tratamientos, bien a la quimioterapia o a las nuevas inmunoterapias dirigidas. ¿El resultado? Solo uno de cada diez pacientes superan la tasa de supervivencia a cinco años.

Los científicos llevan años preguntándose sobre esta particular resistencia a las terapias y han planteado incluso como hipótesis que se debe a las características de las células madre del propio tumor, entre otras razones. Pero poco más se sabe.

Ahora, un equipo internacional de científicos, dirigido por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego y por el Consorcio de Medicina Regenerativa de Stanford (EE.UU.) han descubierto lo que bien podría ser el talón de Aquiles del cáncer de páncreas y lo que, a su vez, lo convierte en tan esquivo al tratamiento: una familia de proteínas que, en condiciones normales actúa como supresores de tumores pero que, en este caso concreto, evaden los tratamientos e impulsan su crecimiento. Es algo así como si el propio cáncer se alimentara de las mismas proteínas que deberían servir para combatirlo. El hallazgo se ha publicado en la revista científica Nature Communications.

 Las proteínas descritas son las Smarcd3, encargadas de regular la cromatina, una mezcla de ADN y proteínas que se encuentra en el núcleo de las células y que conforma la base de los cromosomas.

En el estudio, que tiene como investigadora principal a Tannshtha Reya, los científicos determinaron cómo la epigenómica cambiante (la multitud de proteínas que le dicen al genoma qué hacer) en lugar de cambios genómicos (específicos de los propios genes) podrían estar impulsando la resistencia a las terapias.

«Las células madre del cáncer de páncreas, que son células cancerosas agresivas que pueden resistir las terapias convencionales e impulsar la recaída del tumor, dependen de la regulación epigenética para protegerse y promover la supervivencia y el crecimiento», explica Reya.

Y fue en este contexto cuando descubrieron que las proteínas Smarcd3, en vez de eliminar de forma natural las células tumorales, lo que hacían era amplificar su crecimiento. Cuando las eliminaron en modelos de la enfermedad se redujo el crecimiento de los tumores y se mejoró la supervivencia, especialmente en aquellos casos en los que el proceso se completaba con el uso de la quimioterapia.

«Descubrimos que Smarcd3 ayuda a controlar el metabolismo de los lípidos y los ácidos grasos, que están asociados con la resistencia a la terapia y el mal pronóstico del cáncer, lo que convierte a esta proteína en un nuevo objetivo para el desarrollo de terapias contra el cáncer de páncreas», destaca la líder del trabajo.

Una mezcla de fármacos mejora la supervivencia de los pacientes

Una nueva combinación farmacológica ha demostrado una mejora significativa en la supervivencia global en pacientes con cáncer de páncreas avanzado, en comparación con el tratamiento convencional, en uno de los tumores con peor pronóstico a los cinco años del diagnóstico, que representa el octavo tumor con mayor incidencia en España.

El ensayo internacional de fase III Napoli-3, en el que ha participado el Vall d'Hebrón Instituto de Oncología, se presentó en el Simposio GastroIntestinal de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), que se celebró del 19 al 21 de enero en San Francisco (Estados Unidos).

«Tan solo el 20% de los pacientes con cáncer de páncreas son candidatos a una cirugía, que por ahora es el único tratamiento curativo y, de estos, el 80 % recae y acaba desarrollando metástasis, por lo que la mayoría de los pacientes de cáncer de páncreas acaba llegando a este estadio», afirma la investigadora del VHIO, Teresa Macarulla, que ha formado parte del comité científico de este ensayo internacional. En este sentido, la nueva estrategia terapéutica tiene como objetivo «que puedan vivir más y mejor, porque controlamos la enfermedad y así tienen una mejor calidad de vida», añade.

La nueva combinación farmacológica, con compuestos ya aprobados, está diseñada para pacientes con cáncer de páncreas que no son candidatos a cirugía. En el ensayo clínico de fase III se incluyeron 770 pacientes y la media de la supervivencia general fue de 11,1 meses en los tratados con el nuevo Narilifox, frente a los 9,2 meses en los que recibieron el tratamiento estándar.