Blanca Paloma representará a España en Eurovisión: así fueron las actuaciones del Benidorm Fest

Lejos de la final de infarto que el año pasado libraron básicamente Rigoberta Bandini, Chanel y Tanxugueiras, el Benidorm Fest que este sábado escogió al representante de España en la próxima edición de Eurovisión fue un previsible desempate entre los dos grandes favoritos, Agoney y Blanca Paloma, duelo que se saldó con un billete a Liverpool, con fecha del 13 de mayo, para la de Elche. Su nana flamenca EaEa consiguió el favor absoluto del jurado, que para blindar a su favorita le dio casi la máxima valoración posible, 94 de 96, dejándola con una puntuación irremontable independientemente de la nota del público. No hubo resistencia ni mala cara a la jugada, porque también los espectadores se rindieron a la ilicitana, otorgándole su tope de apoyos, 40. Solo el voto demoscópico prefirió otra propuesta, la de Vicco. El respaldo fue merecidísimo: su Nochentera fue, por goleada, el momento más divertido de toda la gala.

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Así se vivió la victoria de Blanca Paloma en Benidorm

LAURA PLACER

La de este año fue afortunadamente una gala ágil que en apenas una hora había despachado las ocho actuaciones seleccionadas previamente en las semifinales del martes y el jueves. Eran las diez y veinte cuando abrió juego el velero manchego de Carmen Toledo, Karmento, tras una actuación inicial de Manuel Carrasco y el pertinente saludo de los presentadores: una irreconocible Mónica Naranjo, Inés Hernand y el gallego Rodrigo Vázquez. Más nerviosa que en la semifinal del jueves, la albaceteña defendió sobre el escenario su delicada y auténtica Quiero y duelo, una original propuesta de folk contemporáneo de raíz, oda a sus orígenes, que ganó enteros con la poderosa puesta en escena. Lamentablemente Karmento, muy arropada por los asistentes a la cita, deshechos en ovaciones, sumó apenas 80 puntos en el recuento final. Solo consiguieron peor calificación José Otero, con 75, y Fusa Nocta, a la cola con 71.

Por encima de la de Albacete se situó la joven promesa del indie español Alice Wonder, con 89 puntos, que no dejó pelo sin erizar en el Palau d’Esports l’Illa de Benidorm con su vibrante Yo quisiera. Era el suyo uno de los mejores temas de la noche: profundidad en su mensaje, prodigio de voz, pura emoción; quizá lejos de encajar en el molde del festival europeo de la canción. Tampoco convencieron como embajadores españoles Kenzy, Robert, Pablo y Ra Tache, la propuesta más rompedora de esta edición, que tuvo que conformarse con 106 puntos. Fue la de Megara una actuación vistosa en la que se defendió con garra la enérgica Arcadia: aires de videojuego, estética freaky, rock duro y algo de dance y electrónica. Nada mal.

Benidorm Fest, «de raíz»

Mariluz Ferreiro

En el ecuador de la noche, tomó el escenario Fusa Nocta cambiando totalmente de tercio: la valenciana, que partiendo del flamenco reivindica en Mi familia los lazos de sangre pero también los vínculos escogidos, volteó el cante hacia el trap y los ritmos urbanos —a caballo entre Bad Gyal y la Rosalía más poligonera—, también ella con una mejor ejecución que en la semifinal. Sin embargo, no estuvo a la altura. Le siguió Agoney y subió la temperatura del recinto. Porque la suya era la apuesta más eurovisiva de las ocho, un tema electropop sobre un juego de violines fusionados en una base de electrónica multisensorial, y porque era él uno de los dos grandes favoritos. Quiero arder permitió al canario desplegar su incuestionable potencial vocal con un brillante show que compensó lo mediocre de la canción. Todo junto y bien mezclado le dio 145 puntos que, pena penita pena, no fueron suficientes.

Sobre el escenario le dio el relevo su principal rival y finalmente vencedora de la noche, Blanca Paloma, terca donde las haya que, tras probar suerte el año pasado y marcharse a casa con un digno quinto puesto, embistió de nuevo el reto dispuesta a superar la reválida con matrícula. Se aupó al escenario con una nana de altos vuelos bien cargada de tensión escénica, jugando juega con el flamenco, la electrónica y el canto sefardí, aleación de lo tradicional y lo contemporáneo. Palmeo y quejío. Ole. Y 169 puntos (94 del jurado, 40 del voto popular y 35 del demoscópico).

La de José Otero fue la actuación más tibia de la noche. Dispuesto él también a alcanzar el micrófono de bronce, el canario se marcó un pase pulido de su Inviernos en Marte para, a continuación, darle paso a Victoria Riba. Vicco no ganó —quedó tercera, con 129 puntos—, pero fue un perfecto fin de fiesta que dejó a los espectadores tarareando su estribillo la noche entera.

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P. Vilasoa

Así fueron las actuaciones

Así fueron las actuaciones de los artistas.  

1. Karmento, con Quiero y duelo, ha abierto el Benidorm Fest con su apuesta manchega, su particular voz y su puesta en escena sencilla.

2. Megara, con Arcadia, ha llevado a Benidorm su rock y potencia.

3. Alice Wonder, con Yo quisiera, una canción intimista y con una voz muy personal.

4. Fusa Nocta, con Mi familia, defendió su tema aflamencado, con puesta en escena cañí a lo Rosalía.

5. Agoney, con Quiero arder, llevó el fuego y su representación de la piedad al escenario. Era uno de los grandes favoritos, ya que se impuso en la primera semifinal.

6. Blanca Paloma, con EaEa, una propuesta flamenca, también partía como favorita tras vencer en la segunda semifinal. Ella misma ha reivindicado a Remedios Amaya y su participación en Eurovisión esta noche.

7. José Otero, con su personal balada Invierno en Marte.

8. Vicco, con Nochentera cerró las actuaciones con una auténtica fiesta.

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