La hija de la diseñadora se deja ver muy cariñosa con un inversor portugués, de 45 años, amante del surf
01 mar 2023 . Actualizado a las 18:43 h.El amor está en el aire. Aprovechando que la primavera asoma ya, el famoseo, fanfarrón, saca a pasear sus nuevas ilusiones, que ya vale de oscuridad y caras largas. De complicidad y de ese cutis resplandeciente que viene incorporado con la primera fase del amor van bien surtidos Carolina Adriana Herrera y Pedro de Noronha, inversor portugués y dueño, desde hace unos meses, del corazón de la tercera hija de la diseñadora venezolana, a la que, desde su divorcio de Miguel Báez, El Litri, en el 2017, le teníamos la pista perdida.
Sabíamos que dos años después había empezado una discreta relación con el empresario argentino Francisco Boch, con el que fue fotografiada por última vez en noviembre del 2021, pero ni nos enteramos de su ruptura. Y ahora reaparece en todo sarao que se precie —relacionado, eso sí, con el arte y la moda, y elegante como ella sola— acompañada de un atractivo acompañante.
Pedro de Noronha tiene 45 años, siete menos que ella, y como ella, es padre de tres hijos. Licenciado en Económicas por la Universidad Católica Portuguesa, vive en Londres, donde trabaja en la compañía de fondos de inversión Noster Capital, que él mismo fundó en el 2008. Para rematar el pack, es un gran amante de los deportes, especialmente del surf. Guapo, listo y en forma. Nada mal.