
El motor que alimenta la lluvia en la Tierra varía en función de las diferentes latitudes
12 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.En las latitudes medias de la Tierra, donde se encuentra Galicia, asociamos la lluvia con el frío. Sin embargo, si se levanta la lupa y se hace una revisión global de lo que ocurre en el conjunto del planeta se comprobará que, en realidad, el calor es el motor principal de las precipitaciones que caen en el mundo.
Es verdad que tiene todo el sentido que los gallegos relacionemos la lluvia con las bajas temperaturas. En las regiones templadas existen cuatro estaciones bien diferenciadas. El tiempo va cambiando a la largo del año en función del lugar que ocupa el aire cálido subtropical y el frío polar. En otoño e invierno, con menos radiación solar en el hemisferio boreal, el aire gélido desciende desde el extremo norte y alimenta la formación de borrascas o ciclones extratropicales que llegan desde el oeste. Esta clase de sistemas de bajas presiones tienen estructuras extensas, conocidas como frentes, donde reside la mayor parte de la lluvia.
Este tipo de precipitación frontal que aparece durante los meses invernales explica la gran cantidad de agua que Galicia recibe cada año de la atmósfera. Las cifras sitúan a la comunidad gallega entre las regiones con mayor pluviosidad de Europa y en un lugar destacado en el mapa mundial de la lluvia. Pero las zonas del planeta donde se registran las mayores cifras de precipitación son las regiones ecuatoriales y tropicales.
En estas latitudes del mundo, entre lo 0 y los 30 grados norte y sur de ambos hemisferios, el origen de la lluvia es diferente. No hay mezcla de diferentes masas de aire ni tampoco frentes. En estas regiones solo existen dos estaciones, con más o menos calor. Y cuando las altas temperaturas aprietan, alimentan la formación de poderosos sistemas tormentosos que descargan enormes cantidades de lluvia. Esto ocurre en los países donde existe el régimen monzónico. Por ejemplo, en el noroeste de la India el monzón puede descargar hasta 9.500 litros anuales.
El monzón es un cambio estacional generado por la diferencia térmica que existe entre la superficie terrestre y el océano. Su funcionamiento es idéntico a la brisa marina estival, aunque a gran escala. Durante un día de calor, el suelo se calienta con mayor facilidad que el mar. El aire cálido asciende y genera un déficit. La Tierra, que odia los desequilibrios, pone en marcha un viento que aparece por la tarde y se desplaza de mar a tierra para compensarlo.
Estos próximos días en Galicia van a coincidir los dos elementos, la lluvia, pero también temperaturas muy suaves. Esta noche un nuevo frente cruzará la comunidad y dejará precipitación generalizada e intensa, especialmente en el extremo oeste. El lunes será también una jornada con vientos fuertes.
Las altas presiones situadas al suroeste de la Península siguen canalizando aire cálido hacia Galicia. Así durante se esperan anomalías positivas de temperatura, que serán más significativas en el mitad peninsular, aunque también se percibirán en el noroeste. De hecho serán jornadas con poca oscilación térmica entre las máximas, que superan incluso los 20 grados, y las mínimas, por encima de los 15. Un ambiente húmedo, pero muy agradable que invita a recordar que a mayor temperatura, más humedad. Por ello, en un planeta que se está calentando se espera más precipitación.