El sargazo, que tiene una extensión total de 8.000 kilómetros, se pudre cuando se acumula en la costa, lo que provoca un fuerte mal olor, además de emitir toxinas
07 abr 2023 . Actualizado a las 19:11 h.Una gigantesca masa de algas que se formó en el océano Atlántico se dirige hacia las costas de Florida y otros litorales del golfo de México. Es una serie amenaza, porque cuando se acumulan se vuelven malolientes e incluso tóxicas, lo que supone un grave peligro para la temporada turística en la zona.
Este enorme ejército de algas, que pertenece a una variedad llamada sargazo, lleva mucho tiempo formando grandes floraciones en el Atlántico. Los científicos han estado siguiendo acumulaciones masivas desde el 2011. Sin embargo, ninguna de las masas anteriores tiene la magnitud de la actual. La floración, según los datos de los satélites de la Agencia Espacial Europea, puede ser la mayor de la historia de la que se tiene conocimiento. Abarca más de 8.000 kilómetros desde la costa de África hasta el golfo de México. Su peso se estima en diez millones de toneladas.
La mancha circula alrededor del Golfo de México y pronto puede ser arrastrada a lo largo de la costa oeste de Estados Unidos, cerca de Florida, dependiendo de la combinación de corrientes y viento. Es tan grande que es visible desde el espacio.
El sargazo es un alga frondosa, sin raíces y flotante que flota en grandes masas flotantes en la superficie del océano. Se puede encontrar en el mar de los Sargazos y fue descrita por primera vez por Cristóbal Colón en 1492, quien temía que su barco quedara atrapado en la mancha vegetal..
El sargazo es un hábitat importante para las especies marinas que proporciona alimento, refugio y lugares de reproducción. Al igual que otra vegetación marina flotante, absorbe el dióxido de carbono atmosférico, un importante gas de efecto invernadero que contribuye al calentamiento global, a través de la fotosíntesis y lo convierte en carbono orgánico.
«Este hábitat flotante proporciona alimento y protección a peces, mamíferos, aves marinas, cangrejos y otros», según el sitio web Sargassum Information Hub, que es un proyecto conjunto de varias instituciones de investigación.
Sin embargo, cuando llegan a la costa y se acumulan toneladas a lo largo del litoral se pudren y emite toxinas como el sulfuro de hidrógeno, que produce un olor acre. Estas toxinas pueden causar dolores de cabeza, irritación de los ojos y malestar estomacal, dependiendo de la cantidad. Desprenden, además, un aroma fétido, similar al de huevos podridos. Los montículos de algas en las playas pueden dañar los ecosistemas marinos e interrumpir la recreación y la pesca, lo que provoca daños millonarios a las comunidades costeras.
Cerca de la costa, la masiva concentración de sargazo también supone un peligro para las especies marinas. «Llega en cantidades tan grandes que básicamente absorbe el oxígeno del agua y crea lo que llamamos zonas muertas.Normalmente son hábitats de cría para la pesca... y una vez que carecen de oxígeno, hemos perdido ese hábitat», explica Brian Lapointe, investigador del Instituto Oceanográfico Harbor Branch de la Universidad Atlántica de Florida.
Como parte de la iniciativa Earth Observation Science for Society de la Agencia Espacial Europea, leste organismo trabaja junto con CLS-NovaBlue Environment para monitorear el sargazo flotante utilizando datos de los satélites de observación de la Tierra.
Además, el Laboratorio Virtual de Océanos, que permite a los oceanógrafos descubrir los océanos del mundo, ha estado monitoreando el Sargazo. El laboratorio virtual utiliza más de 350 conjuntos de datos del satélite Copernicus Sentinel, mediciones in situ y resultados de modelos numéricos para brindar una vista sin precedentes de nuestros océanos y mejorar la comprensión científica de los procesos oceánicos y costeros que conducen al sargazo, que pronto podría afectar las costas de Florida.
Desde el 2011 se ha observado un cambio en la densidad y el tamaño de los niveles de sargazo que se pueden monitorear desde el espacio de diferentes maneras.
La masa actual de sargazo amenaza las playas a lo largo de los Cayos de Florida, la península de Yucatán, en México, y el Caribe oriental.