Las ucis gallegas, libres de covid tras casi tres años: «Las vacunas lo cambiaron todo»

SOCIEDAD

La última vez que las unidades de críticos no atendían a pacientes de coronavirus fue en agosto del año 2020. Hoy todavía hay 134 positivos ingresados en planta
12 abr 2023 . Actualizado a las 19:33 h.Por primera vez en dos años y ocho meses, la actualización de los indicadores de evolución del coronavirus en Galicia deja cero positivos en las ucis gallegas. Es la primera vez en dos años y ocho meses que las unidades de críticos no atienden a ningún paciente positivo por covid. La última vez que el indicador se quedó a cero fue en el verano del año 2020, después de la desescalada. El último paciente salió de la uci del CHUS el 10 de junio y así, a cero, se mantuvo hasta el 9 de julio, en el que volvió a ingresar un caso. Las ucis volvieron a vaciarse entre el 19 y el 24 julio y el 14 y 15 de agosto. Desde entonces, es decir, durante los últimos dos años y ocho meses, siempre ha habido al menos una persona en críticos positiva por covid.
«Para nosotros el covid está totalmente integrado» en el trabajo diario de los intensivistas, así que el hecho de haber despedido a los últimos pacientes covid tras prácticamente tres años ha sido rutina en las unidades. «Es una patología más de las que tenemos que atender». Pedro Rascado, jefe de la uci compostelana (que junto con la de A Coruña ha dado las altas a los últimos pacientes covid en críticos) y uno de los miembros del comité clínico que asesoró en la gestión de la pandemia ilustra en una sola frase la evolución de los tres últimos años: «Las vacunas lo cambiaron todo».
Hoy hay un perfil determinado de paciente que desarrolla complicaciones tras contagiarse de coronavirus, y es, fundamentalmente, el de personas inmunodeprimidas o con patologías importantes de base. Atrás queda la situación del primer año de pandemia, en la que «nadie estaba libre de tener una neumonía grave por covid».
Regresar a diciembre del 2020, cuando se administró la primera dosis de la vacuna en Galicia, Nieves Cabo se hizo famosa y la pandemia cambió para siempre es recordar un sentimiento de alegría y de tranquilidad, porque rápidamente se confirmó lo que decían los ensayos clínicos: que la vacunación reducía de manera importante las posibilidades de desarrollar complicaciones.
«Fue una sensación de alegría y de más tranquilidad por saber que era una enfermedad que podíamos empezar a controlar», recuerda Rascado. Es cierto que en la uci ya sabían enfrentarse a las complicaciones derivadas de un cuadro grave de covid, como las respiratorias. «Nosotros sabemos hacer bien el trabajo de soporte los órganos y durante ese tiempo también se probaron algunos tratamientos con el objetivo, digamos, de matar al virus». Muchos se demostraron poco eficaces y de hecho, el principal problema fue la enorme cantidad de pacientes a los que había que dar soporte ante las complicaciones.
Durante las sucesivas olas de la pandemia, las unidades de cuidados intensivos de Galicia han tenido momentos de enorme tensión y el peor fue durante la tercera ola, a inicios del 2021, cuando la presión sobre el sistema sanitario obligó a prácticamente un confinamiento blando en la comunidad, con toda la hostelería cerrada durante varias semanas para intentar rebajar la tasa de transmisión.
Fue ahí donde se marcó el tope de pacientes covid en la uci, con 254 ingresos, mientras que en planta llegó a haber internadas más de 1.200 personas con coronavirus.
La vacunación y la irrupción de la variante ómicron redujeron de manera drástica la tasa de personas con cuadros graves que debían ser hospitalizadas y en la sexta ola, mientras el diagnóstico alcanzaba cifras récord, la ocupación de las ucis se quedaba en la quinta parte que en la tercera ola.
«La situación entonces era de un poco más de tranquilidad, porque aunque sabíamos que se estaban infectando mucho pacientes en la calle, el porcentaje que llegaba a la uci era bajo». En cambio, para la tercera ola, la palabra más adecuada quizá sea incertidumbre: «No sabías cuando se iba a acabar esa ola, no sabías hasta dónde podían llegar los ingresos».

Han sido años de cambios estructurales y de organización en los servicios de cuidados intensivos para hacer frente a lo que requería la gestión de la pandemia y entre las cosas que destaca Rascado está el hecho de la intensa colaboración de las ucis, que han funcionado como una red única. Esa colaboración más intensa ha venido para quedarse, igual que toda la experiencia acumulada para trata el virus. De hecho, hoy existen algunos tratamientos que, administrados de forma precoz, pueden reducir la posibilidad de desarrollar complicaciones.
Hoy hay de todas formas 134 personas positivas por covid-19 en las plantas gallegas, aunque desde hace tiempo el mayor porcentaje son pacientes ingresados con coronavirus y no por coronavirus, es decir, personas cuya patología principal es otra distinta al covid pero que al realizársele la prueba dan resultado positivo. Lo mismo ocurre con la uci. Hay una parte de los pacientes que están en la estadística de evolución de la pandemia cuya causa principal de ingreso es otra. Por ejemplo, alguien asintomático que tiene un accidente, o un derrame cerebral, y al realizar la prueba da positivo.
«Es lo mismo que con la gripe», explica Rascado. Cuando un virus circula entre la población hay gente que llega a la uci contagiada pero por otro motivo. Así que sí, ocurre y ocurrirá que haya ingresados pacientes con coronavirus y por coronavirus.
En marzo del año pasado, tras contener la sexta ola, España pasaba a una nueva fase en el seguimiento y control de la pandemia, que se centraba en los grupos más vulnerables. Desde entonces, las incidencias acumuladas del coronavirus se calculan sobre la población mayor de 60 años y se han reducido los casos en los que se realizan pruebas PCR (las que contabilizan en los indicadores de evolución).
Este miércoles hay en Galicia 737 personas positivas por coronavirus, la mayoría (167) del área sanitaria de A Coruña. El Sergas ha incorporado 71 casos nuevos en las últimas 24 horas y hasta la fecha, se han registrado 4.119 fallecimientos de personas con covid-19 en la comunidad.
La evolución de los indicadores y los sucesivos refuerzos (con cuatro dosis para la población vulnerable) ha permitido ir dejando atrás medidas de contención de la transmisión del covid-19 que han acompañado a la población durante los últimos tres años. La última fue el fin de la obligatoriedad del uso de la mascarilla en todos los espacios públicos a excepción, de nuevo, de los que tienen población vulnerable: los centros sanitarios (incluyendo oficinas de farmacia) y las residencias y centros de día.
