Hiba Abouk descubre que Achraf Hakimi tiene su dinero y su fortuna a nombre de su madre

Martín Bastos

SOCIEDAD

El jugador del PSG, imputado en Francia por una presunta violación, percibe alrededor de 1,2 millones de euros al mes

15 abr 2023 . Actualizado a las 09:43 h.

La actriz española Hiba Abouk confirmó a finales de marzo que está en trámites de divorcio del futbolista marroquí del Paris Saint-Germain (PSG) Achraf Hakimi, quien ha sido imputado por la presunta violación de una joven de 24 años a finales de febrero. Después de vivir el impacto de esta acusación contra su marido, ahora la actriz se ha encontrado con otra sorpresa en el proceso de separación que podría dar lugar a una compleja batalla legal.

El jugador, uno de los mejor pagados de Europa, no acumula una fortuna, como podría pensarse. Los abogados de la actriz de El Príncipe han descubierto que todo el dinero del futbolista figura desde hace tiempo a nombre de su madre, a quien llevó con él al Mundial de Catar y con quien se hizo unas famosas fotografías en el estadio después de la victoria de Marruecos sobre España.

Hakimi gana alrededor de 1,2 millones de euros al mes, pero, a pesar de ello, no tiene apenas dinero ni patrimonio. En el proceso de divorcio, los abogados y el juez tendrán que dilucidar ahora de qué modo se hace cargo de la manutención de los dos hijos, de 1 y 3 años, que ha tenido con la actriz. Según algunos medios, Abouk habría reclamado al jugador la mitad de sus propiedades y su fortuna.

En sus primeras declaraciones públicas tras conocerse el caso, denunciado por la supuesta víctima el pasado 26 de febrero en una comisaría cerca de París, Abouk aseguró que la pareja había tomado la decisión de separarse antes de esos hechos.

«He necesitado tiempo para digerir este shock», indicaba la actriz en un comunicado difundido a través de su perfil en Instagram, que comenzaba exponiendo su necesidad de explicarse «para aclarar en primera persona las informaciones erróneas que circulan» y para poder retomar su vida personal, pública y profesional.

«La realidad es que hacía ya un tiempo que, después de meditarlo mucho, el padre de mis hijos y yo tomamos la decisión de poner término a nuestra relación de pareja, mucho antes de los hechos acontecidos en los que me he visto involucrada mediáticamente y de los cuales soy totalmente ajena», señala.

«Quién iba a imaginar que, además de enfrentarme al consabido dolor que acarrea una separación y aceptar el duelo que conlleva el fracaso de un proyecto familiar al que me había entregado en cuerpo y alma, tendría que enfrentarme a esta ignominia, he necesitado tiempo para digerir este shock», prosigue.