La Real Academia salda así «una deuda histórica» con la especialidad
28 abr 2023 . Actualizado a las 20:25 h.Rosendo Bugarín González (Tui, 1961) ingresó este viernes como primer académico numerario del recién creado sillón de medicina familiar y comunitaria de la Real Academia de Medicina de Galicia (RAMG). Según su presidente, Francisco Martelo, que fue el encargado de imponerle la medalla, «se salda así una deuda histórica para la especialidad, tanto con sus profesionales y con los sentimientos de todos nosotros».
Al solemne acto, celebrado en la sede de la RAMG, asistieron el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices; el alcalde de Tui, Enrique Cabaleiro; el presidente del Colegio Oficial de Médicos de A Coruña, Luciano Vidán, y el presidente de la Academia de Enfermería de Galicia, Isidoro Rodríguez; entre otras autoridades, compañeros de profesión, académicos y familiares. El académico numerario del sillón de reumatología, Francisco Javier de Toro Santos, fue el encargado del discurso de contestación en nombre de la Corporación.
Bugarín González es doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Santiago de Compostela (USC), médico diplomado en sanidad, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, especialista en Medicina de Urgencias por la misma universidad y máster en Bioética por la USC y la UDC. Del 2013 al 2016 fue director de Procesos sin Ingreso y Urgencias en la EOXI de Lugo, Cervo y Monforte. En la actualidad, es el jefe del servicio de atención primaria de Monforte .
El nuevo académico comenzó su discurso, titulado Medicina de familia y bioética, reafirmando la idea de lograr «la representación de mi especialidad en esta institución, lo que contribuirá a la visibilidad y al merecido prestigio de la Medicina de Familia y Atención Primaria». También agradeció todo el aprendizaje a Luciano Vidán, «mentor y amigo».
Las consecuencias del covid
Bugarín también señaló a la crisis económica y posterior pandemia del covid-19 como un punto crítico en la evolución de su campo, produciendo «un divorcio entre la gestión y la asistencia, sufriendo una importante regresión que ha llevado a la importante crisis que sufrimos en la actualidad en nuestro ámbito asistencial».
Durante su intervención, insistió en el fin último de la atención primaria, que debe ser integral, continuada, permanente y proactiva. «La medicina de familia, al igual que la bioética, tiene a la persona como centro», afirmó. Por último, expuso los problemas éticos a los que se enfrenta un médico de familia y los retos de futuro, con la irrupción de las nuevas tecnologías y las posibilidades de la telemedicina.