Se prevé que testifique oralmente en el juicio contra el grupo Mirror por uso indebido de información privada
09 may 2023 . Actualizado a las 21:17 h.El príncipe Enrique caminó solo hasta su asiento designado en la ceremonia de la coronación de su padre, Carlos III, el sábado pasado. Le asignaron el tercer banco de la sección central de la abadía de Westminster, entre parientes de rango inferior en el escalafón monárquico, inmediatamente detrás de su tía Ana y en línea oblicua con la destacada posición de su hermano Guillermo. Un automóvil aguardaba al duque de Sussex ante la verja del recinto anglicano al final de la liturgia y unas tres horas después volaba de vuelta a California, donde reside con su mujer Meghan y sus dos hijos, Archie y Lilibet, desde la sonada ruptura de la pareja con el núcleo de la familia real británica.
En un ambiente de similar desamparo, el quinto en la línea de sucesión al trono afronta esta semana un crucial asalto en su enconado pulso judicial contra los tres medios de comunicación que controlan la propiedad de los grandes y más populares tabloides del Reino Unido. Lanzó las querellas por obtención ilegal de información privada y uso inapropiado de datos confidenciales en 2019, sin el respaldo de las respectivas cortes reales -el palacio de Buckingham, Clarence House y la sede palaciega de Kensington- y en contra de la norma adoptada por su abuela, la ahora difunta Isabel II, de «nunca quejarse, nunca explicarse». Los grupos demandados -los editores del Mail, The Sun y las cabeceras del Mirror- niegan las acusaciones y alegan que, en todo caso, habrían prescrito.
El impulso de la triple acción se remonta al mortal accidente de su madre Diana, perseguida por paparazis en 1997, y se disparó ante los «persistentes y despiadados ataques» de la prensa contra Meghan, según expone Enrique en su testimonio jurado. Ha rechazado el ejemplo de otros denunciantes que han saldado cuentas con los tabloides en acuerdos extrajudiciales y se mantiene firme en su determinación por sanear y exigir responsabilidades a la prensa popular.
Involucraría a Guillermo
Los últimos documentos desvelados sugieren que el duque ha involucrado a su hermano mayor, en aval de su propia defensa, al afirmar que Guillermo aceptó una indemnización de News International, del magnate Rupert Murdock, que se ha mantenido en secreto. Acusa también al núcleo familiar de pactar un acuerdo con el mismo grupo para evitar que resurjan a la superficie datos privados obtenidos mediante jaqueo y otras técnicas fraudulentas.
Este miércoles se abre el juicio del pleito interpuesto por el duque y otras celebridades al Mirror Group Newspapers (MGM), editor del diario y el dominical del mismo nombre, además del Sunday People. Es el primero de los procesos judiciales en obtener la luz verde para dirimir la denuncia en sesiones orales en que se expondrán pruebas y testimonios de ambas partes. Se anticipa que el duque preste declaración en persona en las próximas semanas ante el Alto Tribunal de Inglaterra y Gales. De dar el vital paso sería el primer miembro de la realeza británica contemporánea que declare y sea interrogado desde el banquillo de los testigos.
El caso contra el Mirror se centra en unos 150 artículos, publicados entre 1996 y 2010, que incluyen datos confidenciales obtenidos con presuntos métodos ilícitos, desde interferencia de móviles y escucha de mensajes de voz al robo o apropiación indebida de informes médicos y cuentas bancarias o telefónicas y allanamiento de viviendas a fin de instalar micrófonos ocultos. Periodistas y detectives contratados por la redacción habrían cometido los presuntos delitos. El contenido de la denuncia es similar en el resto de los procesos, que todavía se encuentran en una fase preliminar en la que ambos grupos están tratando de abortar las causas sin que lleguen a juicio.