Manglares, cuevas, mosquitos, un «reality» salvaje de TVE que pone a prueba el cuerpo y la mente

fernando morales MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

Raquel Sanchez Silva y Julian Iantzi
Raquel Sanchez Silva y Julian Iantzi RTVE

Convertido en un «fenómeno social» en la televisión vasca, «El conquistador» dará el salto a nivel nacional con 33 participantes sometidos a pruebas de supervivencia extrema

27 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Manglares, jungla, islotes, cuevas, mosquitos, altas temperaturas, tormentas tropicales y un campamento enfangado. Es a lo que se enfrentan los concursantes de El conquistador, el nuevo concurso de supervivencia extrema de RTVE, que da el salto nacional después de 19 temporadas en EiTB, la televisión autonómica vasca. Se emitirá a partir de septiembre, por lo que los concursantes de este programa ya están envueltos en la aventura en el Parque Natural de los Haitises, en República Dominicana.

Un entorno idílico en el que los 33 participantes elegidos deberán superar todo tipo de pruebas, donde no solo son importantes las cualidades físicas de cada concursante, sino que será fundamental el aspecto mental, la estrategia que cada uno siga para superar los retos que tendrán que realizar durante un mes los siete días de la semana. Todo ello en un entorno salvaje y bajo unas temperaturas radicalmente altas. Es por lo que uno de los lemas de los presentadores de esta edición, Julian Iantzi y Raquel Sánchez Silva, es que «cuando el cuerpo no puede la mente puede tirar del cuerpo, pero el cuerpo no puede tirar de la mente». Es decir, el objetivo es poner a los concursantes al «límite», tanto física como mentalmente, y enseñarles que «cuando se está jodido hay que sacar el conquistador que llevas dentro». Todo a través de pruebas extremas que solo se graban una vez, sin preparación previa, y entre las que destacan algunas «prácticamente imposibles» de superar y juegos en los que la coordinación y el trabajo en equipo es fundamental durante la primera parte del concurso.

Tal y como relatan los productores del programa, «el fuerte que no va con cabeza no gana». Para ello están divididos en tres equipos: el rojo, el verde y el azul. Mientras que el primero de ellos está conformado por «superhombres» y el segundo por «supermujeres», el equipo azul engloba a aquellos participantes que destacan por cualidades diferentes a las físicas. Todo por alzarse con la «bandera conquis» en cada una de las pruebas y poder dormir y acceder al mejor de los tres campamentos posibles. O, dicho de otra forma, por no estar en el campamento extremo, conocido como «infierno», situado en un barrizal y en el que se está acompañado de todo tipo de fauna de la selvática zona y sin nada de comida.

Ese es el principal, pero no menor castigo al que se enfrentan los concursantes que no consiguen superar la prueba diaria. Estar en él solo depende de ellos, por lo que quizá sean las ganas de salir de esta zona lo que les motive para superar la prueba siguiente. Y el poder comer. Porque quien gana tiene la recompensa de pasar la noche en el campamento rico, con camas y algunas otras comodidades. Para el resto, está el campamento pobre, situado en un llano de los Haitises. Todo de la mano de los tres capitanes de cada equipo: Joana Pastrana, Patxi Salinas y Cesc Escolà, que se sumergen en la aventura con sus equipos, que tan solo se vuelve un reto individual en la última parte de la supervivencia.

Dureza de las pruebas

Es por lo que el trabajo en equipo y el compañerismo juega un rol fundamental en una aventura en la que la dureza de las pruebas y, según sus productores, «en lo real del formato» está el motivo por el que engancha el programa. Una experiencia de supervivencia convertida en un «fenómeno social» en el País Vasco y que ahora pretende conseguir lo mismo a nivel nacional con una grabación en la que participan 250 técnicos. Además, las pruebas son testadas por el escalador Eric López, quien analiza y evalúa el nivel tanto de dureza como de peligrosidad.

Una de las novedades de su aterrizaje en La 1 es que ya no solo serán concursantes vascos, sino que hicieron el casting a nivel nacional, aunque confiesan que lo secundario ha sido el origen de los participantes. Una serie de preguntas, pruebas físicas e incluso entrevistas con psicólogos son las bases que deben pasar los concursantes del reality. Pero «hay algo que les engancha». Y es que cuentan los productores que, a pesar de lo duro de lo que viven, muchos de los que pasan por las pruebas no se quieren ir, o incluso quieren repetir.

Aunque quien va siendo eliminado se decide en la asamblea, donde se nomina a los concursantes y se les comunica quién debe abandonar el programa en cada momento. Pero es ahí donde también se pone en valor la estrategia de cada concursante. Y es que es importante saber a quién ayudar o no ayudar o incluso en qué momento ganar o dejarse ganar. Y eso es estrategia y no fuerza. Aunque para la prueba final, son fundamentales ambas cualidades debido a la dureza de la misma.