Los neutrinos, una nueva lente para observar nuestra galaxia

Raúl Romar García
R. Romar LA VOZ

SOCIEDAD

Composición artística de la Vía Láctea vista a través de una lente de neutrino (azul)
Composición artística de la Vía Láctea vista a través de una lente de neutrino (azul) IceCube

El experimento IceCube detecta por primera vez estas partículas fantasma en la Vía Láctea

30 jun 2023 . Actualizado a las 09:36 h.

Son muy escurridizas, pero también muy abundantes, las más numerosas del universo. Y nos bombardean constantemente sin que lo advirtamos. De hecho, cada segundo 66.000 millones de partículas fantasma atraviesan el equivalente de una uña. Son los neutrinos, partículas subatómicas sin carga eléctrica que suponen uno de los grandes misterios de la física.

Pero, pese a que son muy abundantes, son muy difíciles de detectar, porque carecen por completo de masa y porque no interactúan con la materia, de ahí que sean también conocidas como fantasmas. Se ha conseguido detectarlas procedentes de eventos extremos sucedidos más allá de nuestra galaxia, de ahí que sea uno de lo campos de la física que más interés despierta, pero nunca se habían identificado procedentes de la Vía Láctea.

Y esto es justo lo que acaban de llevar a cabo los científicos del observatorio de neutrinos IceCube, construido en las profundidades del hielo antártico, que ha detectado la emisión de neutrinos de alta energía desde el interior de nuestra galaxia. Según la investigación, que se publica en la revista Science, es la primera vez que los científicos han conseguido pruebas sólidas de este suceso.

Los científicos han determinar ahora el origen galáctico de miles de neutrinos. La imagen de la Vía Láctea basada en este tipo de partículas es la primera de este tipo y constituye un retrato galáctico realizado con partículas de materia en lugar de energía electromagnética.

«A estas alturas de la historia de la humanidad, somos los primeros en ver nuestra galaxia de otra forma que no sea la luz», explica Naoko Kurahashi Neilson, física de la Universidad de Drexel, refiriéndose al momento en que ella y dos estudiantes de doctorado, Steve Sclafani, de Drexel (Estados Unidos), y Mirco Hünnefeld, de la Universidad Técnica de Dortmund (Alemania), examinaron por primera vez la imagen.

«Como ocurre a menudo, los avances tecnológicos hacen posibles grandes avances científicos. Las posibilidades que ofrece el detector de alta sensibilidad IceCube, junto con las nuevas herramientas de análisis de datos, nos han proporcionado una visión completamente nueva de nuestra galaxia, que hasta ahora solo se había insinuado», explica la física Denise Caldwell.

Según añade, «a medida que estas capacidades sigan perfeccionándose, podemos esperar ver cómo esta imagen emerge con una resolución cada vez mayor, revelando potencialmente características ocultas de nuestra galaxia nunca antes vistas por la humanidad». «Lo intrigante es que, a diferencia de lo que ocurre con la luz de cualquier longitud de onda, en los neutrinos el universo eclipsa a las fuentes cercanas de nuestra propia galaxia», afirma Francis Halzen, de la Universidad de Wisconsin.

El conjunto de datos utilizado en el estudio incluyó 60.000 neutrinos que abarcan 10 años de datos de IceCube, 30 veces más eventos que la selección utilizada en un análisis anterior del plano galáctico utilizando eventos en cascada. Estos neutrinos se compararon con mapas de predicción publicados previamente de ubicaciones en el cielo donde se esperaba que la galaxia brillara en neutrinos.

«Observar nuestra propia galaxia por primera vez usando partículas en lugar de luz es un gran paso», dice Naoko Kurahashi Neilson, profesor de física en la Universidad de Drexel, miembro de IceCube y asesor de Sclafani. “A medida que evolucione la astronomía de neutrinos, obtendremos una nueva lente con la que observar el universo”.