Su intención es ser la primera potencia espacial en alunizar en el polo sur, lo que prevé hacer el 23 de agosto
11 ago 2023 . Actualizado a las 12:27 h.Rusia ha retomado esta madrugada, casi medio siglo después, la conquista de la Luna en busca de agua y otros recursos naturales con el lanzamiento de la sonda Luna-25, que alcanzará en unos pocos días la órbita del satélite de la Tierra.
La estación automática despegó desde el cosmódromo Vostochni, que se encuentra en el Lejano Oriente ruso, con rumbo al inexplorado polo sur lunar. La rusa Luna-25 es heredera de la soviética Luna-24, que fue la tercera nave espacial en recabar muestras de la superficie lunar en agosto de 1976. La misión había sufrido continuos retrasos desde el 2019, a lo que contribuyó también la decisión de la Agencia Espacial Europea de suspender el pasado año su cooperación con el programa ruso debido a la guerra en Ucrania.
El primero en llegar al polo sur
Rusia quiere ser la primera potencia espacial en alunizar en el Polo Sur, algo que la nave Chandrayaan-3 lanzada por la India hará el 23 de agosto. «Esperamos ser los primeros», dijo Yuri Borísov, jefe de la agencia espacial rusa, Roscomos. La sonda —con una masa de 1.800 kilos, de los que 31 son equipos científicos— alcanzará la órbita lunar dentro de cuatro o cinco días. A continuación, deberá maniobrar durante casi una semana alrededor del cuerpo celeste, a unos cien kilómetros de altura, en busca de la órbita elíptica ideal para aterrizar el 21 de agosto, adelantó Borísov.
Según explicó Roscosmos, la Luna-25 alunizará al norte del cráter Boguslawski en una zona con un relieve accidentado y condiciones adversas. Ya una nave soviética, Luna-2, había sido la primera en posarse sobre dicho satélite en 1959, proeza que EE.UU. emuló años después con su programa Ranger.
Agua en forma de hielo
El objetivo de la misión, que se prolongará durante 12 meses, es desarrollar la tecnología de alunizaje, tomar muestras de la superficie —retornará a la Tierra con 170 gramos de suelo lunar— y estudiar la exosfera y la capa superior del regolito (capa superficial de materiales como fragmentos de roca o minerales) —incluido el relieve, su solidez y composición— y el polvo lunar. Rusia también pretende ser el primer país en encontrar agua en la Luna, hallazgo que podría permitir en un futuro la vida humana en dicho satélite.
Según anteriores observaciones, en el polo sur habría agua en forma de hielo oculta en cráteres. Precisamente, Rusia tiene previsto lanzar en el 2028 la sonda Luna-27, que estará equipada con un perforador. El agua «está casi en la superficie, bajo una pequeña capa de tierra. Puede que haya otros recursos, pero para eso hay que perforar la Luna. Y por ahora nadie se ha decidido por comenzar esa dura labor», comentó Vladímir Surdin, astrónomo de la Universidad Estatal de Moscú, a la agencia oficial RIA Nóvosti.
La nave cuenta con un espectrómetro de masa LAZMA para estudiar la composición química de la superficie lunar, un detector de partículas neutras y cargadas ARIES, un detector de polvo lunar PML y un espectrómetro infrarrojo LIS, entre otros instrumentos.
Nueva carrera espacial
A falta de la India, Estados Unidos, Rusia y China son, por este orden, los únicos países que han alcanzado la Luna, adonde Moscú quiere enviar una nave tripulada a principios de la próxima década. El presidente ruso, Vladímir Putin, necesitado de buenas noticias, anunció el pasado 12 de abril —con ocasión del 62 aniversario del vuelo de Yuri Gagarin— su decisión de reanudar pronto el programa lunar con el fin de «explorar otros planetas del sistema solar» y «conquistar nuevas fronteras».
China, que en el 2019 se convirtió en el primer país en alunizar con una sonda en la cara oculta de la Luna, anunció recientemente la construcción para la próxima década de una base de exploración científica en su polo sur. «Como China ha demostrado sus ambiciones espaciales, el resto de países han decidido no quedarse atrás. Y ahora se puede decir que ha comenzado la segunda carrera espacial», comentó Surdin. Además, como explicó Borísov, Moscú y Pekín cooperan en un programa tripulado y en el lanzamiento para el 2035 de la Estación Internacional de Investigación Lunar.
Mientras, el administrador de la NASA, Bill Nelson, expresó esta misma semana su entusiasmo por el lanzamiento en el 2024 del Artemis II, la primera misión tripulada al satélite desde 1972 (Apollo 17).
Adelantó que, si culmina con éxito esa misión orbital lunar —algo que la Artemis I ya completó sin tripulación en el 2022—, la Artemis III alunizará en el polo sur en el 2025.