Ayer, el duque de Sussex asistió en Londres a los WellChild Awards. Este es uno de los pocos compromisos a los que sigue vinculado
08 sep 2023 . Actualizado a las 09:49 h.Un año después de la muerte de Isabel II, que se cumple este viernes, el príncipe Enrique vuelve a estar en su país, pero no tiene en su agenda ningún plan de reunirse con su familia. Ayer, el duque de Sussex asistió en Londres a los WellChild Awards, los premios que corresponden a una de las causas benéficas que él patrocina y que ayuda a niños con enfermedades graves. Es uno de los pocos compromisos a los que sigue vinculado desde que, junto con Meghan Markle, renunció a seguir perteneciendo a la familia real. A pesar de coincidir con una fecha tan especial como es el primer aniversario de la muerte de la reina de Inglaterra y, por tanto, el primer año del rey Carlos III en el trono, no se reunirá con su padre ni con su hermano, el príncipe Guillermo.
Las críticas del duque de Sussex y su mujer han sido uno de los asuntos más duros que ha tenido que afrontar el nuevo monarca en sus primeros 365 días de reinado, si bien la figura de Enrique lejos de los Windsor ha ido desdibujándose poco a poco.
paternidad
La novia de Al Pacino pide la custodia de su bebé de tres meses. La novia de Al Pacino, Noor Alfallah, ha pedido la custodia física de Roman, el hijo de tres meses que tienen en común. Según señala la revista People, la productora, de 29 años, ha pedido en el juzgado que el actor, de 83 años, comparta con ella la custodia legal, para que pueda participar en las decisiones relativas al bebé como su salud y su educación. A pesar de lo que pueda parecer, la pareja no se ha separado, según la revista, que señala que ambos firmaron una declaración voluntaria de paternidad seis días antes de que naciera el bebé. El pasado miércoles fueron vistos cenando de forma amistosa con otra pareja en un restaurante de Los Ángeles.
universidad de cádiz
Alejandro Sanz, doctor honoris causa de la alegría. Después de la etapa tan complicada que ha vivido últimamente, Alejandro Sanz recibió ayer una inyección de optimismo al recoger la distinción como doctor honoris causa de la alegría por la Universidad de Cádiz, su tierra y la de su familia. No sé qué clase de titulación es esa, pero seguro que al cantante le habrá ayudado a salir del bache emocional que atraviesa el haber recibido el birrete, el libro de la ciencia, el anillo de la antigüedad y la medalla que simbolizan su nuevo estatus académico. Ayer lucía una gran sonrisa, para tranquilidad de los seguidores que se preocupan por su ídolo desde que el pasado mes de mayo proclamó su tristeza en redes sociales. Esta vez su mensaje era otro: «Me gustaría dedicar este discurso a una asignatura que no se da en ninguna universidad del mundo: la alegría. Mas allá de la inquietud que nos puedan crear los retos de la vida, está la actitud con la que afrontamos el aprendizaje. La alegría es el condimento indispensable para cualquier cosa fundamental».