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La vacunación contra el covid y la gripe juntas empezará a partir de fin de mes

J.V. Lado REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Imagen de archivo de la vacunación del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo
Imagen de archivo de la vacunación del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo Oscar Vázquez

La estrategia incluye a los farmacéuticos junto a vulnerables y sanitarios

12 sep 2023 . Actualizado a las 23:26 h.

 La Comisión de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud, en la que están representados el Ministerio de Sanidad y los directores generales de las comunidades, acordó este martes que la vacunación conjunta contra el covid y la gripe de las personas de riesgo empiece a partir de la última semana de este mes de septiembre y antes de que acabe el mes de octubre. Cada comunidad tiene margen para moverse en ese plazo, y en el caso gallego, según informó la Consellería de Sanidade, se fijará una fecha dentro de esa horquilla, aunque por el momento no está decidido cuál será.

Como novedad, el documento consensuado incluye a aquellas personas que trabajan en establecimientos sanitarios, lo que implica al personal de las farmacias al mismo nivel que el de las residencias de mayores, los hospitales o los ambulatorios. En cualquier caso, el objetivo principal de esta revacunación son aquellas personas que en caso de contagiarse tienen mayores posibilidades de desarrollar la enfermedad con carácter grave. Esto implica a todos los mayores de 60 años, a las personas inmunodeprimidas (trasplantadas, enfermas de cáncer...) y a las embarazadas, fundamentalmente.

La comisión también recomienda la vacunación contra el virus respiratorio sincitial (VRS), el causante de la bronquiolitis, para todos los menores de hasta seis meses (los nacidos entre el 1 de abril de este año y el 31 de marzo del que viene) y también para todos los bebés con condiciones de riesgo: los prematuros nacidos con menos de 35 semanas de gestación, los que tienen síndrome de Down o inmunosupresión grave y los que se encuentran ingresados en unidades de cuidados intensivos. Se priorizará a los que vayan naciendo, administrándoles la vacuna en las primeras 24 o 48 horas, porque esta enfermedad les afecta especialmente en los primeros días de vida.

Pfizer y Moderna

La reunión de los directores generales de Sanidad coincide justo con la aprobación por parte de la FDA en Estados Unidos de las vacunas de Pfizer y Moderna adaptadas a la variante ómicron XBB.1.5, dominante hasta ahora en el mundo.

«La población puede estar segura de que estas vacunas mejoradas han superado los rigurosos controles de la agencia en cuanto a seguridad, eficacia y calidad de fabricación. Animamos a quienes puedan ponérselas a hacerlo», dijo el director de investigación biológica de la FDA, Peter Marks.

El virus sigue sin ser estacional y cada vez importa más que las vacunas estén adaptadas a las variantes

Vale la pena esperar a que haya vacunas adaptadas a las últimas variantes en circulación. El SARS-CoV-2 sigue sin dar signos de ir a convertirse en estacional. Y, más que una sucesión de variantes que se van imponiendo a las anteriores, lo que cabe esperar en el futuro inmediato es una «sopa de virus» en la que distintos linajes y variaciones genéticas más o menos significativas convivan.

Esas son las principales conclusiones del seminario organizado por la farmacéutica Novavax, de la mano de la Asociación Nacional de Informadores Sanitarios (ANIS), para dar a entender que la compañía juega en la liga de Pfizer y Moderna, por lo que tiene capacidad para poner en el mercado de manera rápida vacunas adaptadas a la última variante en circulación. En el encuentro participó el director general de Novavax para el sur de Europa, que dejó entrever que el papel de la planta de Biofabri en O Porriño, donde se anunció la fabricación de estas vacunas, será limitado, porque la producción la tienen concentrada en la República Checa y en Suecia. Junto a él intervinieron el virólogo Raúl Ortiz de Lejarazu y el epidemiólogo Antoni Trilla, moderados por la periodista Graziella Almendral, presidenta de ANIS, que dejaron algunas reflexiones interesantes sobre la inmunidad, la replicación de los virus o lo que significan las variantes del covid.

«La historia del covid será la historia de sus variantes», afirmó Ortiz de Lejarazu, para quien se está llegando a un panorama de «evolución convergente» en la que el «el virus ya no muta como lo hacía antes» y esas variaciones que tiene son recombinantes, es decir distintas combinaciones de las mutaciones que ya fue expresando. «Es como una guerra tribal de los clanes de Escocia», ejemplificó con humor el profesor de microbiología de la Universidad de Valladolid para incidir en que todo lo que le está ocurriendo al SARS-CoV-2 a nivel genético sigue dentro de la variante ómicron desde hace casi dos años. Hasta la fecha no ha aparecido ninguna que la sustituya.

La inmunidad aguanta

«Estamos en una etapa de transición. Todavía el virus va por delante de nosotros. Esto no se ha terminado», advirtió Antoni Trilla, que está convencido de que con la inmunidad actual, que en España entre vacunados y contagiados supera el 90 %, «lo más probable es que aguantemos los casos graves de la enfermedad». Sin embargo, anima a que la población vulnerable se vacune porque es «recordarle al organismo que puedo defenderme».

Tanto Trilla como Ortiz utilizaron la teoría del pecado original antigénico, o efectos Hoskins, para explicar la importancia de que las vacunas estén adaptadas a las últimas variantes, que es lo que vende Novavax. Se refiere a la tendencia del sistema inmunitario a utilizar su memoria y responder a esa infección que recuerda del pasado aunque la que le afecte ahora sea ligeramente diferente. «Fabrica muchos anticuerpos contra virus antiguos y menos contra los nuevos», explicó Ortiz de Lejarazu que, en este sentido, puso en duda la vacuna de la empresa española Hipra, porque, según dijo, está elaborada con la cepa beta del virus: «Eso es como si yo recomendara a mis pacientes la vacuna de la gripe de hace dos años».

Los contagios a otros son menos probables entre las personas inmunizadas

La inmunización contra el covid-19, ya sea mediante vacuna o mediante infección, no solo reduce las posibilidades de contagiarse del coronavirus, sino también las de transmitirlo a terceros, según indica un estudio de la Universidad de Ginebra (UNIGE) y el principal complejo hospitalario de la ciudad, tal y como recoge Efe.

Una de cada tres personas expuestas al coronavirus SARS-CoV-2, causante del covid-19, queda infectada de la enfermedad, pero que en caso de inmunización (por vacuna, infección o combinación de ambas) esta tasa se reduce a una de cada diez.

El estudio también señala que la inmunidad desaparece al cabo de unos meses, y que la protección que se logra mediante infección natural de la enfermedad es en principio más fuerte, pero menos duradera que la de la vacuna, y conlleva mayor riesgo de desarrollar síntomas graves.

El estudio, publicado en la revista especializada Nature Communications, analizó más de 50.000 casos de covid-19 y 110.000 contactos de los pacientes registrados en Ginebra entre el 2020 y el 2022 con el objetivo de evaluar la tasa de ataque secundario (contagio de una persona enferma a sus contactos) del virus SARS-CoV-2.

Dura unos meses

La inmunidad reduce de manera drástica el número de contactos que se infectan, subrayó el estudio, y advierte que este efecto desaparecía en meses en todos los casos.

El estudio mostró escaso impacto en los resultados de factores como la edad, el sexo, el estatus socioeconómico o la obesidad de los pacientes y contactos estudiados.

Ante el aumento reciente de casos, los expertos recomiendan apostar de momento por las vacunas como herramienta para limitar el contagio, pero optar también por otras medidas de salud pública «simples y baratas» en caso de una nueva ola, en particular en el caso de los profesionales sanitarios y los individuos de edad muy avanzada o con condiciones de salud frágiles.

«La ventilación de hogares, oficinas y aulas y el uso de mascarillas deben considerarse si queremos reducir efectivamente la propagación de SARS-CoV-2», concluyen los autores del estudio.