Un Atlántico muy cálido y El Niño alimentan las fuertes lluvias en Galicia

Xavier Fonseca Blanco
xavier fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Los peregrinos se vieron sorprendidos en su llegada al Obradoiro por una fuerte lluvia
Los peregrinos se vieron sorprendidos en su llegada al Obradoiro por una fuerte lluvia Sandra Alonso

Científicos hablan de «escenario desconocido» sobre el evento del Pacífico

16 nov 2023 . Actualizado a las 17:50 h.

Según el programa científico Copernicus de la Unión Europea, el 2023 va camino de convertirse en el año más caluroso desde que existen registros. Ahora mismo la única duda que queda por despejar es si el aumento llegará a 1,5 grados respecto al período preindustrial. De ser así, se alcanzaría por primera vez el límite de seguridad fijado en el Acuerdo de París firmado en el 2015. La temperatura del aire se ha mantenido muy alta desde principios de año, pero son los océanos los que realmente han estado impulsando la temperatura media global hasta el registro más alto desde 1880.

En Galicia octubre fue un mes extremadamente cálido, con una anomalía positiva de 2,7 grados respecto a la media, pero también extremadamente húmedo. Desde el 13 de octubre ha llovido todos los días. Además, también llama la atención la cantidad de agua que se está recogiendo, con registros de más de 100 litros por metro cuadrado en menos de 24 horas. El lunes en la localidad coruñesa de Lousame se recogieron 147 litros. Las aguas calientes del vecino océano podrían estar jugando un papel importante. «No se puede descartar en absoluto porque a más temperatura, más evaporación y eso puede redundar en más agua precipitable en la columna atmosférica y mayores cantidades de lluvia», explica Juan Taboada, de MeteoGalicia.

Muchos de los aguaceros que se han producido desde mediados de octubre estuvieron relacionados directamente con la presencia de ríos atmosféricos que transportan humedad de las regiones tropicales y aumentan el potencial de los frentes para descargar precipitación. El hecho de que la temperatura de la cuenca atlántica siga con valores de récord puede ser una fuente extra de vapor de agua.

Pero el Atlántico no es el único que puede explicar las lluvias intensas y persistentes. En el Pacífico sigue desarrollándose El Niño, que calienta la zona ecuatorial del océano más grande del mundo. Estadísticamente hay una correlación entre este evento y otoños húmedos en la comunidad gallega a través de procesos de teleconexión atmosférica. «Hay varios mecanismos dinámicos que pueden relacionar estas dos zonas tan separadas. El primero sería que el Niño tenga algún reflejo en el Atlántico tropical que modifique la célula de Hadley y que esto tenga consecuencias en Galicia», comenta Taboada.

La célula de Hadley es una circulación cerrada que hay entre la latitud cero y los 30 grados norte que determina el papel de actores meteorológicos tan influyentes como el anticiclón de las Azores. Precisamente, el sistema de altas presiones ha mantenido un perfil bastante bajo durante buena parte del 2023, salvo en la primera quincena de octubre. Su debilitamiento asociado a las aguas cálidas también provocó que el verano fuese muy cálido, pero de nuevo ligeramente húmedo.

El Niño es el mecanismo natural que tiene un impacto mayor sobre el clima global. De momento, su intensidad sigue siendo moderada. «Los próximos meses son muy importantes para la evolución de este fenómeno, ya que su madurez se suele alcanzar aproximadamente entre los meses de octubre y enero», señala Yolanda González directora del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño, con sede en Ecuador.

 González advierte, sin embargo, sobre una circunstancia que aporta mucha incertidumbre al episodio actual. «Hay probabilidades considerables de que se convierta en un episodio fuerte. Sin embargo, aunque este evento no llegara a un nivel intenso, a diferencia de otros eventos históricos, en este año estamos observando un calentamiento simultáneo de todas las regiones oceánicas del planeta, lo que nos conduce a un escenario relativamente desconocido en cuanto a los impactos que puede generar». Comparando la situación actual de la temperatura de los océanos con 1982 y 1997, años con episodios fuertes de El Niño se aprecia muy bien ese escenario nuevo al que se refiere Rodríguez.

Parece bastante probable que la aparición de El Niño ya está contribuyendo a que el 2023 termine con la temperatura más alta de la historia moderna. Sin embargo, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) recuerda que la verdadera influencia de este evento oceánico llega en realidad al año siguiente de su desarrollo. «El 2024 puede ser incluso más cálido. Los fenómenos extremos como olas de calor, sequías, incendios forestales, fuertes lluvias e inundaciones se intensificarán con importantes impactos», advierte el Secretario General de la OMM, Petteri Taalas.