María Belén García Ramos y Germán Ferreiro González residen en un hogar humilde en la parroquia carballesa de Bértoa. Ella nunca trabajó por padecer varias enfermedades y él hace años que está en el paro
17 nov 2023 . Actualizado a las 17:32 h.Germán Ferreiro González tiene 57 años y es natural de Rus (Carballo). Su esposa, María Belén García Ramos, cumplió 54 en septiembre. Residen en la parroquia carballesa de Bértoa. Ella nunca trabajó por padecer varias enfermedades entre ellas epilepsia: «Cando lle dá un ataque, dálle moi forte e por iso nunca traballou. Toma unha medicación moi forte», asegura su marido, quien estuvo en verano ingresado en el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) durante un mes y medio aquejado de una grave dolencia, de la que ya se recupera en casa.
Germán trabajó en la construcción y en la hostelería, aunque hace años que está en el paro. Belén percibe una ayuda mensual de 360 euros y Germán una paga no contributiva de 460. «Hai anos que xa deixei de cobrar o subsidio. O que cobro agora é unha axuda, porque non teño outros ingresos».
El matrimonio reside en una precariedad absoluta. Una vivienda heredada por Belén de sus padres. La única compañía son tres pequeños perros. Viven constantemente en el alambre, hasta tal punto que en agosto Belén solicitó colaboración, a través de La Voz, para poder disponer de una cocina, aunque fuera de segunda mano, debido ya que la que tenía se había estropeado. Hubo mucha solidaridad y finalmente fue Cáritas Interparroquial de Bergantiños la entidad que les adquirió una nueva cocina de butano. Y es que Germán, debido a sus problemas gástricos crónicos precisa ingerir alimentos calientes. Durante su estancia en el Chuac su esposa se alimentó de fruta y bocadillos. «Imos tirando como podemos, hai moitos gastos», apunta Germán Ferreiro. El matrimonio tiene la ayuda de Xantar na Casa: «Un día á semana tráenos comida para toda a semana. Ademais puxéronos a neveira e o microondas».
El matrimonio tiene un hijo, pero, según ellos, hace tiempo, que no saben nada de él. De hecho Belén García señaló en su momento que lo había llamado en numerosas ocasiones para solicitar su ayuda, «pero non quere saber nada», esgrimió. Germán Ferreiro añadió: «Hai tempo que non sabemos nada de el».