Manel Esteller: «La inteligencia artificial predecirá enfermedades estudiando la cara»

lidia fernández A CORUÑA / LA VOZ

SOCIEDAD

Manel Esteller, un referente en investigación biomédica, ayer en A Coruña
Manel Esteller, un referente en investigación biomédica, ayer en A Coruña Marcos Miguez

Acaba de recibir el Premio Rafael Hervada a la Investigación Biomédica

25 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Manel Esteller Badosa (San Boi de Llobregat, 1968) es el hombre de la semana. El investigador, referente a nivel internacional por una prolífica carrera que le ha llevado a la cumbre de la biomedicina, acaba de recibir el Premio Rafael Hervada a la Investigación Biomédica. Dirigió el programa de Epigenética y Biología del Cáncer en Bellvitge, y actualmente encabeza el Instituto de Investigación contra la Leucemia.

—En primer lugar, felicidades por el premio. ¿Qué nos puede contar de su trabajo de investigación?

—Muchas gracias. El tema presentado fue Aplicaciones de la Inteligencia Artificial en la Medicina de Vanguardia, que básicamente estudia el desarrollo de herramientas tecnológicas basadas en la IA para predecir enfermedades. Trabajamos con pacientes oncológicos para pronosticar la respuesta a fármacos. También para valorar el riesgo de un paciente con covid y, finalmente, utilizamos la inteligencia artificial para estudiar la cara como predictor de patologías.

—¿Se puede predecir entonces que una persona sufrirá alguna patología analizando su cara?

—Sí. Existe la posibilidad de que a partir de una cara puedas hacer un genoma y viceversa. Hemos desarrollado unos perfiles epigenéticos que permiten predecir la respuesta inmunitaria, ya sea con anticuerpos o con células. Y esto se puede aplicar a otros contextos, como las diferencias entre gemelos. También intentamos entender por qué en el mundo había gente con la misma cara sin tener relaciones de parentesco.

—¿Cómo funciona este proceso?

—Con chips similares a los de los teléfonos móviles, que nos permiten ver muchos puntos del genoma «de un plumazo», lo que agiliza los tiempos. El genoma funciona como un circuito eléctrico con un millón de interruptores. La IA desarrolla herramientas para que, a partir de un dato concreto, te dé un resultado. Es la manera más sencilla de ilustrarlo.

—¿Cuánto tiempo han dedicado a esta investigación?

—Pues empezamos en el 2016, y hasta el 2022 no presentamos los primeros resultados. Ha sido un proceso largo, sobre todo el trabajo de las caras, ya que había que cotejar cientos de imágenes.

—¿Cómo ha cambiado el sector de la biomedicina desde la eclosión de la inteligencia artificial?

—El principal cambio es que ha permitido facilitar procesos. El avance más significativo de la biomedicina en los últimos años ha sido la personalización de los tratamientos. Por lo tanto, como investigadores no podemos denostar a la inteligencia artificial, ya que ha permitido mejorar un diagnóstico e, incluso, curar enfermedades.

—¿Cuáles son los principales retos que afronta la biomedicina en la actualidad?

—Son varios. A mí me preocupa especialmente el reto de la investigación y los tratamientos de las enfermedades asociadas con la demencia y el alzhéimer. La sociedad cada vez está más envejecida, por lo que aumenta el riesgo de sufrir estas patologías. Y de momento no tienen un tratamiento específico. Solo ahora, después de 40 años, hay un fármaco que ralentiza un poco los síntomas de la enfermedad en estadios muy tempranos.

—¿Cómo ve la situación de la investigación en España?

—Creo que todavía, a día de hoy, existe una infrafinanciación de la educación y de la investigación. No está en la agenda política como debiera, y eso provoca que tengamos que estar siempre al límite buscando recursos para financiar la investigación.

—Tengo que pedirle una valoración a este reconocimiento que le acaban de conceder...

—Estoy muy contento de venir a Galicia a recoger el premio. Aquí hay grandísimos investigadores, y me gustaría agradecerlo en nombre de todo mi equipo. A menudo me preguntan qué es un premio. Para mí es un estímulo para volver el lunes a darlo todo.

«Mi abuelo habría vivido otros diez años si fuese ahora» 

Con el tema de este año, la Fundación San Rafael contribuye a poner en valor las numerosas formas en las que la inteligencia artificial está impactando de forma positiva en la práctica de la medicina tradicional.

El tribunal calificador, compuesto por los doctores Ángel Carracedo, Eloy Fernández, Ángel Concha, Gonzalo Peña y Francisco Blanco, ha decidido otorgar el galardón a Esteller por su aportación al ámbito de la investigación biomédica. Los miembros del comité destacaron en el acto de presentación la prolífica carrera del ganador, «uno de los científicos más influyentes del panorama internacional actual que trabaja en España», señalaron en el discurso de apertura de un acto que culminó con una conferencia magistral a cargo del propio premiado.

Su faceta más personal

Pero Manel Esteller es mucho más que su labor investigadora y docente. Sus compañeros de profesión, y miembros del tribunal que ha concedido el galardón honorífico, destacaron la faceta más humana y carismática del experto en epigenética. «Aquí donde lo veis, con más de 640 artículos publicados y múltiples galardones, su debilidad es Sherlock Holmes», bromeaba Paco Blanco. «Tenemos que agradecerle que se decantara por una disciplina que él mismo se está encargando de visibilizar, y que ha demostrado ser fundamental», indicaron. «Es el hijo predilecto de su pueblo», remarcaron, un honor del que Esteller hace gala.

Importancia de la investigación

Pero si algo destaca de esta figura, de renombre y reconocimiento internacional, es su defensa de la investigación. «Mi abuelo murió de un tipo de leucemia. Hoy, con esa misma enfermedad, hubiera vivido diez años más», explicó el doctor en epigenética. «Hubiéramos ganado diez años más por los descubrimientos que ha generado un fármaco asociado a esa leucemia», confirmó Esteller. «Eso demuestra lo importante que es la investigación. No es algo abstracto, sino que afecta a personas concretas que hubieran vivido mucho más tiempo», aseguró, remarcando las aplicaciones de los avances científicos en la vida real «más allá de los premios o los galardones», sentenció.