El diseñador de viviendas de los famosos permanece hospitalizado con fractura de la pelvis y de un antebrazo, así como lesiones en el hígado y los pulmones
07 dic 2023 . Actualizado a las 19:04 h.El arquitecto Joaquín Torres sufrió el pasado lunes un grave accidente de motocicleta mientras circulaba por Madrid y fue arrollado por un coche que salía de un garaje «sin mirar». Así lo ha revelado él mismo con un vídeo grabado desde la cama del hospital donde permanece ingresado después de sufrir la fractura de la pelvis y de un antebrazo, además de lesiones en el hígado y los pulmones.
El arquitecto, casado con Raúl Prieto, explica que tendrá que pasar por el quirófano la próxima semana para someterse a una operación de más de cinco horas. «Espero que todo vaya bien», afirma. Joaquín Torres explica que ha contado su accidente para concienciar de los peligros a los que se enfrentan cada día las personas que van en moto por la calle por mucho que circulen con máxima concentración. «Somos invisibles para otros conductores», asegura antes de declarar que nunca volverá a coger un vehículo de dos ruedas.
El arquitecto aprovecha el vídeo para dar las gracias a todo el equipo médico que lo está atendiendo hace un alegato en favor de la sanidad pública española. «No valoramos realmente lo suficiente a los hospitales públicos de España», afirma.
Torres empezó la temporada como colaborador del programa Espejo público, de Antena 3, pero decidió abandonar el espacio por una diferencia de criterio con el espacio. Últimamente también se enfrentó en público con Tamara Falcó después de que ella criticara en Antena 3 algunos aspectos que no le gustan del ático de Madrid que él y su estudio diseñaron. «Si no le gusta el ático, que lo venda», afirmó. También se mostró indignado con los cambios que esta llevó a cabo en la vivienda.
El arquitecto desencadenó, a su vez, el enfado de Penélope Cruz y Javier Bardem al desvelar durante una de sus intervenciones en Espejo Público ciertos detalles sobre la casa que él mismo diseñó para la pareja en Madrid. Torres los criticó porque «están tan obsesionados con su privacidad que es muy difícil trabajar con ellos».