Andalucía se suma a limitar el móvil en las aulas y Canarias, Murcia y Cataluña lo estudiarán

la voz REDACCIÓN

SOCIEDAD

CAPOTILLO

Los profesores piden una regulación de referencia y la implicación de las familias y la sociedad en general

15 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Andalucía es la última comunidad autónoma que se ha sumado a la limitación del uso del móvil en los centros educativos, junto a Galicia, Madrid y Castilla-La Mancha. Mientras, Canarias, Murcia y Cataluña han comenzado a dar los primeros pasos para estudiar cómo regular esta cuestión. La ministra de Educación, Pilar Alegría, anunció el miércoles que va a proponer prohibir el uso del móvil en primaria durante el horario lectivo, mientras que en la ESO solo se usará cuando lo plantee el profesor porque lo justifique su proyecto pedagógico. En enero próximo lo analizará con las comunidades y con el Consejo Escolar.

En coincidencia con la extensión de una corriente social para limitar la entrega del móvil a los menores, el INE publicó hace unos días que por primera vez en España la proporción de niños de 10 a 15 años que tienen móvil ha superado el 70 %, con subidas en los últimos 10 años en la mayor parte de las autonomías, en especial desde la llegada de la Covid-19. Antes de los 14 o incluso de los 16 años, siete de cada diez chicos y chicas de 10 a 15 años tienen su propio teléfono, lo que supone 7,5 puntos porcentuales más que en 2013.

Francia, Finlandia, Países Bajos y numerosos colegios del Reino Unido impiden ya el empleo de móviles en las aulas por entender que daña el rendimiento académico y la salud mental. Castilla-La Mancha fue la primera que vetó en 2014 el móvil en los centros, a la que siguieron poco después Galicia y Madrid, y hace unos días Andalucía se ha unido a ellas.

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, aplaudió ayer la propuesta del Ministerio de Educación, que calificó como una «boa medida» en la que ya se adelantó Galicia, que la aprobó en el 2015 y pretende endurecerla a partir de enero, con la prohibición también en los recreos, comedor, y actividades extraescolares. «Alégrome moitísmo», ha dicho el presidente gallego, que explicó que en su día se tomó la decisión de prohibirlo porque «moitos centros escolares xa a aplicaban de motu proprio».

Los profesores, a favor

Por su parte, la delegación gallega del sindicato de profesores ANPE considera necesario «establecer unha regulación de referencia, coordinada a nivel estatal e entre as diferentes CCAA sobre o protocolo relativo ao uso dos dispositivos móbiles nos centros educativos», y asegura que el objetivo es evitar «a súa utilización indiscriminada que poida chegar a xerar distraccións e deteriorar a convivencia no centro». Consideran que, «con carácter xeral, o uso dos móbiles non é adecuado dentro da aula, porque dificulta a práctica docente e xera distracción no alumnado». Pero recuerdan también que «a responsabilidade sobre o uso adecuado e responsable do teléfono móbil non ha de recaer de forma exclusiva nos centros educativos. Require da implicación da comunidade educativa e administracións, en definitiva, da implicación das familias e da sociedade en xeral».

En la misma línea, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) pidió ayer una regulación estatal consensuada y clara sobre el uso de móviles en los centros educativos. En un comunicado, el CSIF pide una regulación que no de lugar a interpretaciones y que sea acordada con el profesorado y el resto de la comunidad educativa para garantizar el correcto desarrollo de las clases. Recuerda que una reciente encuesta de su sindicato arrojó que el 91 % de los docentes denuncia problemas de convivencia en las aulas, muchos debidos al mal uso del móvil y las redes sociales. En este sentido, reclama autoridad para que el profesorado pueda garantizar la aplicación de la norma, ya que «afrontan a diario situaciones muy difíciles por falta de apoyo jurídico, como familias que no aceptan que se retire el móvil a alumnos que entorpecen la convivencia». Por su parte, la líder de Podemos, Ione Belarra, ha dudado de que la propuesta de prohibir el uso de móviles sea efectiva por sí misma si no se apuesta primero por reducir la carga lectiva del profesorado y el número de alumno por aula.