Una tormenta de supercélulas hace temblar las viviendas y derrumba árboles a su paso en el noroeste de Inglaterra
28 dic 2023 . Actualizado a las 16:12 h.Los ciudadanos del Gran Mánchester, al noroeste de Inglaterra, se han visto sorprendidos por un peculiar tornado que ha arrancado tejados y derribado paredes en al menos un centenar de casas de este condado. El fenómeno, absolutamente inusual en estas latitudes, hizo que numerosos británicos se echaran a la calle aterrorizados y otros se encerrasen en las habitaciones más seguras de sus viviendas en los primeros compases de la madrugada de este jueves mientras escombros, ramas y árboles enteros caían a la calle, aplastando varios vehículos aparcados. El Reino Unido despide el año azotado por Gerrit, una profunda borrasca que afecta especialmente a tierras escocesas y promete unas campanadas a bajo cero en numerosos puntos del país.
La Policía informó este jueves de que el huracán no ha dejado heridos, pero si centenares de personas desplazadas a lugares más seguros, entre ellos, el Ayuntamiento. Los edificios de Stalybridge, en Tameside, fueron los más devastados durante la noche por ráfagas de viento que superaron los 120 kilómetros por hora. A la luz del día, es posible contemplar cómo tejados enteros fueron arrancados dejando al descubierto el interior de los hogares. Las autoridades han prohibido a los vecinos el regreso a sus casas hasta que sean revisadas por técnicos en daños estructurales. También han instado a no viajar a Stalybridge, epicentro de lo que el Servicio de Meteorología británico considera el «tornado localizado».
Según estas fuentes, el fenómeno se produjo al filo de la medianoche cuando la región fue barrida por una serie de «tormentas de supercélulas». A diferencia de las tormentas habituales, donde el aire asciende, se enfría y desciende, generalmente en forma de lluvia, este episodio tormentoso, también conocido de superceldas, consiste en una inmensa corriente de aire ascendente en rotación, llamada mesociclón, unida a otra corriente paralela descendente y muy fría.
Este sistema ocasiona por lo general fuertes temporales de granizo y también puede originar tornados como el desatado en Mánchester debido a las espirales de viento, aunque resulta más frecuentes y de mayor violencia en Estados Unidos o al sur de América Latina. Sin ir más lejos, en España son comunes sobre todo en Teruel. Aragón padeció uno de estos sucesos meteorológicos hace solo seis meses. Lo normal en nuestro país es que se refleje en espectaculares granizadas.
«Fue solo un pequeño tornado de corta duración y por eso el daño se limitó a un área bastante pequeña», ha explicado el hombre del tiempo de la BBC, Mike Taylor, tras dar cuenta de la abundancia de tormentas eléctricas sobre el Gran Mánchester que están ocasionando trastornos en la red de abastecimiento energético. «Lo que resulta bastante sorprendente para muchos es que en realidad vemos más tornados por milla cuadrada aquí, en el Reino Unido, que en cualquier otro lugar del mundo», añadió. «Pero como vimos en Stalybridge, suelen ser muy pequeños, no duran mucho y, por lo tanto, no los notamos tanto como en otras partes del mundo».
Las áreas de Millbrook y Carrbrook, dentro del término de Stalybridge, han sido las más afectadas. Un vecino de este último lugar, John Spencer, explicó a la cadena pública cómo el viento amenazó con romper las ventanas de su casa y derribó un árbol en su jardín trasero que cayó sobre el invernadero. «Pasé auténtico miedo», dijo. Otros residentes recordaron que el fenómeno duró poco, unos 30 segundos, pero que durante ese tiempo las casas temblaron.
Gerrit se ha convertido en el tema de conversación preferido en todos los ascensores británicos, uno de los lugares comunes para las discusiones meteorológicas de los ciudadanos. Castiga especialmente a las costas de Escocia, que este jueves han amanecido con 16.000 viviendas sin luz, cortes de vías ferroviarias, amenazas de inundación y carreteras envueltas en un absoluto caos de tráfico por el agua y la nieve.
Cientos de conductores han permanecido atrapados durante horas en un atasco kilométrico en una autopista, mientras los trenes de Londres que cubren la ruta a Escocia solo han circulado desde el miércoles hasta Preston. Una unidad del Intercity ha colisionado también contra un árbol caído en la ruta entre Dundee a Glasgow. Los ferris del Canal de la Mancha se enfrentan a fuertes vientos y en el aeropuerto de Heathrow ha sido necesario cancelar este miércoles un total de 18 vuelos, varios de ellos a Madrid y Barcelona. También las conexiones aéreas con París y? Berlín han sufrido restricciones.
Los pronósticos son inestables, pero no acompañan a las fiestas navideñas. Los servicios de emergencia de Inglaterra afrontan desde esta mañana 24 avisos de inundaciones. Las predicciones apunta a que los termómetros pueden descender hasta los seis grados bajo cero en los próximos días. Y luego está el viento, que amenaza la pervivencia de los espectáculos de fuegos artificiales en Nochevieja.
La alerta continúa en Alemania
Mientras el Reino Unido se enfrenta a la incertidumbre meteorológica para la despedida del año, las inundaciones en el centro y norte del país continúan atenazando a Alemania. En algunas regiones ha comenzado a relajarse bomberos y fuerzas de Protección Civil tras alcanzar el agua los máximos niveles, pero en otras la situación no ha alcanzado aún sus niveles críticos. Este es el caso del sur del Estado de la Baja Sajonia, donde unas 300 personas tuvieron que ser evacuadas de sus casas, en la localidad de Winsen, al desbordarse el río Aller. Más de medio metro de agua cubre calles y carreteras en la zona, donde se ha cortado preventivamente el suministro eléctrico para prevenir accidentes. También los ríos Weser, Leine y Oker se han desbordado en ese Estado federado anegando granjas y campos de cultivo.
En Drakenburg, en el distrito de Nienburg al sur de la Baja Sajonia, el Weser ha superado el nivel récord de las inundaciones de 1981 al rebasar los 8,34 metros sobre el cauce normal. Esto ha hecho que en varios distritos se haya activado la prealarma de catástrofe con el fin de que puedan reclamarse fuerzas suplementarias para luchar contra las aguas protegiendo diques y levantando barreras de sacos terreros. Especialmente afectada se ha visto la localidad de Sarstedt, donde confluyen los ríos Innerste y Leine. También en el distrito de Verden varias pequeñas poblaciones se encuentran «seriamente amenazadas», según informó un portavoz de los bomberos.