La comunidad educativa lleva una década alertando de una epidemia que afecta a la salud mental y las interacciones sociales de los menores
16 ene 2024 . Actualizado a las 16:50 h.El consumo de pornografía entre los jóvenes se ha convertido en uno de los puntos de atención de la comunidad educativa y sanitaria, una situación de la que se lleva alertando desde hace una década y que se vio afectada por la pandemia, cuando el consumo de este tipo de sexo virtual en España aumento un 61%. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado un plan para la protección de menores ante esta realidad y no dudó en calificar de «epidemia» el acceso de menores a estos contenidos. El titular de Justicia, Félix Bolaños, llevó este martes al Consejo de Ministros un informe como paso previo a la elaboración de un proyecto de ley que regule estos usos. A continuación detallamos las claves sobre la problemática de los menores y el sexo por internet.
El término
«La nueva pornografía». La explosión de estas prácticas no se puede entender sin referirse a lo que se ha denominado ‘nueva pornografía'. Este término define la explosión en internet de contenidos sexuales que se produjo a partir del 2000. Los elementos que definen esta nueva pornografía es que es asequible, completamente anónima, accesible -basta un móvil-, sin límite y de calidad. Pocos contenidos en internet acumulan todas estas características. -Consumo por los adolescentes Uno de los datos que ha preocupado a todos los expertos y que el propio Pedro Sánchez ha destacado es el cada vez más precoz acceso al porno. En 2020, la organización Save the Children hizo público un estudio según el cual el 62,5% de los jóvenes entre 13 y 17 años que habían participado en el trabajo habían visto porno. El 53% de ellos accedió a estos contenidos antes de cumplir los trece años. En 2019, la Universidad de las Islas Baleares había obtenido un dato más alarmante. La media de edad en las que los menores llegaban al porno eran los 8 años. La encuesta de Save the Children también reveló que 68,2 % de adolescentes había visto pornografía en los últimos 30 días. Por género, los hombres consumen el doble que las mujeres (81,6 % frente al 40,4 %). En cuanto al consumo adolescente, uno de los datos importantes revelado por un estudio de la UE es que España es uno de los países en los que los jóvenes más porno consumen.
El acceso
Cómo llegan al porno. El estudio de Save the Children reveló que los jóvenes acceden al porno a través de sus grupos de amigos. Este tipo de socialización es clave en los jóvenes ya que los grupos de pares son los que forman la atmósfera en la que adquieren hábitos. En total, las amistades son las que introdujeron en el porno al 51% de los chavales. El estudio reveló que el mayor peso lo tenían los compañeros que mostraban en su móvil este tipo de contenido (el 29,8%), aunque el 15% utilizaba los teléfonos inteligentes para buscar esta temática por la curiosidad que le generaba.
Las relaciones
Un consumo que influye. Los propios jóvenes consideran que convertirse en usuarios de la pornografía no es una actividad que sea inocua. El 52,1% de los que ve pornografía con frecuencia reconoce que ha influido mucho o bastante en sus relaciones sexuales. La mitad de los jóvenes usuarios de estos vídeos considera que su consumo es responsable, aunque un 16,6% confiesa que ha dejado de realizar otras actividades para ver porno.
Inicio en el sexo
Con 16 años. Según una encuesta de 2018 de la Sociedad Española de Contracepción, la edad de inicio de las relaciones sexuales había bajado a los 16,37 años en el grupo de las mujeres que tienen entre 15 y 19 años, mientras que aquellas que hoy día tienen entre 45 y 49 años tuvieron su primera relación sexual a los 19,4. Este descenso en la edad de entrada en las práctica sexuales va acompañada también de algunas pautas de comportamiento que se ven afectadas por el porno. El 20,2% de los adolescentes que ve pornografía ha compartido imágenes íntimas con otras personas. El 47,4% ha imitado lo que ve en el sexo virtual.
El problema
Adicciones y disfunción. El consumo de pornografía está comenzando a verse como un problema de salud, ya que puede crear adiciones y se han comenzado a diagnosticar algunos problema médicos como la disfunción eréctil vinculada al sexo virtual. La Universidad Jaume I realizó un trabajo en el que relacionó el consumo problemático de porno con peor desempeño en tareas que necesitan memoria del trabajo. Un dato clave es la liberación de dopamina -uno de los principales neurotransmisores- que produce el porno y la masturbación. El efecto de esta sustancia en el sexo virtual se ha comparado a veces con un efecto similar al que causa la adición al juego.
Agresiones
Un 116 % más. Según la memoria de la Fiscalía General del Estado del 2022, en España se ha producido un incremento en un 116% las agresiones sexuales perpetradas por menores en el último lustro. Aunque en algunos ámbitos se ha vinculado este dato con la pornografía, no existen estudios concluyentes que los relacionen. En total, en el país se abrieron 974 investigaciones por agresiones sexuales perpetradas por menores en 2022, mientras que en 2017 fueron 451.