Una investigación demuestra que el cambio climático acortará seis meses la esperanza de vida y que afectará, especialmente, a habitantes de los países en desarrollo y a las mujeres
21 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El aumento de la temperatura global del planeta —concretamente, el incremento de un grado— ha sido asociado con una disminución media de la esperanza de vida humana de aproximadamente 0,44 años, o lo que es lo mismo, de cinco meses y una semana. El calentamiento de la Tierra nos estaría robando medio año de vida, según revela un estudio realizado por el investigador Amit Roy, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Shahjalal, de Bangladesh, y la Nueva Escuela de Investigación Social, de Estados Unidos, que acaba de ser publicado en la prestigiosa revista PLOS Climate.
Las variaciones a medio y largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos no solo tendrán consecuencias en el medio ambiente y en los animales, sino también en los seres humanos, al afectar a los alimentos que comemos, al agua que bebemos y al aire que respiramos. Especialmente alterada se verá la vida de los habitantes de los países en desarrollo, advierte Amit Roy, pero también la de las mujeres, conclusión a la que el autor del estudio ha llegado tras haber analizado los datos promedio de calor, precipitaciones y esperanza de vida de 191 países entre 1940 y el 2020, utilizando el producto interior bruto (PIB) per cápita para controlar las diferencias drásticas entre países.
Además de medir los impactos aislados de la temperatura y las lluvias, Roy diseñó un índice compuesto de cambio climático, el primero de su tipo, que combina las dos variables para medir la gravedad general de la alteración del clima. Así, observó que el efecto del cambio climático en la esperanza de vida no es universalmente uniforme, que varía significativamente en función de las condiciones locales, las vulnerabilidades y las cualidades geográficas. Según el autor, es de crucial importancia mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a un entorno cambiante.
Ya hace diez años, otra investigación, realizada conjuntamente por investigadores españoles, franceses y suizos, estimó que concretamente en España el cambio climático acortaría la esperanza de vida en unos cuatro meses, lo que se traduciría en unas 15.000 muertes más al año. Aquel estudio, en el que participó Joan Ballester, científico del Instituto Catalán de Ciencias del Clima, advertía que el arco mediterráneo se halla en una posición vulnerable, una zona en la que se acentuarán los efectos del calentamiento a partir de finales de este siglo. El impacto sobre la mortalidad aquí empezará a notarse antes que en el resto del continente, avisó entonces Ballester.